Dr. Jorge B. Lobo Aragón
Hoy
recibí una carta de una gran amiga recordándome una gran verdad.
Que
la voluntad y la perseverancia se construyen con fe.
Si
quieres volar y emprender…
Sueña.
La
esperanza siempre estará presente.
Anoche
soñé y reviví en carne propia la sensación de correr.
El
viento suave me pegaba en la cara y todo
mi cuerpo se estremecía ante el esfuerzo.
Esa energía que había perdido a los nueve años
fluía de mí ser como un relámpago.
Las
piernas en placida armonía superaban
todo obstáculos.
Mi
cuerpo se estremecía de placer rogando que la carrera nunca termine.
Era
como un canto de sirena que me embriagaba como en mi bilocación más profunda.
Me
desperté excitado y mire sobresaltado al
costado de mi cuarto mi pierna de palo.
Estaba
caída…desvencijada junto a un pantalón y una camisa que la cubría.
La
realidad volvía a golpearme.
El
hombro me dolía cada vez más y mi cintura me pedía paciencia.
Los
años pasan pero la fe y la voluntad se mantienen intactas.
Si…
El
que en su bilocación profunda surcó los aires y como un pájaro viajo en medio de las estrellas debía
agradecer por tantas bendiciones recibidas. Apesar de mi falta de pata, con mis
muletas y mi bastón y con la esperanza intacta de solucionar mi problema de
traslación, seguiré soñando.
Ese
es el costo de vivir.
Lo
importante no es lo que suceda, sino cómo se reacciona.
Si
te pones a coleccionar heridas vivirás como un pájaro herido incapaz de volver
a volar.
Uno
crece cuando acepta la realidad y tiene aplomo de vivirla.
Cuando
acepta tu destino, y tiene la voluntad de trabajar para
cambiarlo.
Uno
crece cuando se enfrenta al invierno aunque pierda las hojas.
Recoge
flores aunque tengan espinas y marca camino aunque se levante el polvo.
Uno
crece dándole a la vida más de lo que se recibe.
Así
como hubo momentos en que la vida cambió en un instante, nunca olvides que aún
habrá momentos en que lo imposible se tornará en un sueño hecho realidad.
¡Nunca
dejes de soñar, porque soñar es el principio de un sueño hecho realidad!
Y
recuerda:
Todo
lo que sucede, sucede por una razón.
Como
un maratonista he corrido y seguiré acelerando mi marcha hacia mi destino
final.
Como
una pájaro he volado
en busca de una antigua una aspiración del hombre, la de remontarse a
las alturas como los pájaros.
Y
ese placer de seguir subiendo ¡más arriba! hacia el sereno azul del firmamento…
es
la vida.
¡Siempre
más arriba!
¡Más
alto hacia el cielo azul!
Porque
siempre se puede…
He conseguido en
sueño aprender que de la mano de Tata
Dios todo se puede.
Que
una mano amiga y el beso de un hijo y el amor de tu mujer es la perla más
preciosa que se puede pedir y la parte
más y delicada del increíble arte
de vivir como un hermano.
Dr.
Jorge B. Lobo Aragón

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