Malú
Kikuchi
La
palabra ventaja significa circunstancia o situación que da superioridad en
alguna cosa.
Viene
del latín, “abante”, delante.
En
el idioma de los argentinos, ventaja tiene el mismo sentido, pero su
diminutivo, “ventajita” es peyorativo,
es
aquel que se aprovecha (mal) de algo
o de alguien.
No
es amable apodar a una persona “ventajita”.
Pero
es lo que ha sucedido con Sergio Tomás Massa, político argentino, rebautizado
así por los peronistas y desde hace un tiempo por los macristas.
Al
personaje le molesta mucho el apodo y se entiende.
Pero,
¿se merece el apodo?
Sergio
Tomás Massa nació en San Martín, provincia de Buenos Aires, el 28/4/1972, en
una familia de clase media.
Se
educó en un colegio católico, primaria y secundario y estudió derecho en la
Universidad de Belgrano.
Se
recibió en 2015.
La política le
ocupó demasiado tiempo para estudiar.
Se
afilió a la UCeDe (partido liberal fundado por Álvaro Alsogaray) y llegó a ser
Presidente de la Juventud Liberal de la provincia de Buenos Aires, 1994/1996.
De la mano de Luis Barrionuevo dejó la UCeDe y se pasó al PJ.
En
la 2ª presidencia de Menem, subsecretaría en el Ministerio del Interior.
Luego asesor del
Ministerio de Desarrollo Social y trabajó con Ramón “Palito” Ortega. 1999,
diputado
electo por la provincia de Buenos Aires. 2001,
Director
Ejecutivo de ANSES, gobierno de Eduardo Duhalde.
Siguió en ese
cargo durante todo el gobierno de Néstor Kirchner, 2003/2007.
2007, Intendente
electo de Tigre.
CFK
lo nombró Jefe de Gabinete en reemplazo de Alberto Fernández.
Asumió
el 23/7/2008 y renunció (o lo
renunciaron) el 7/7/2009.
Dicen
que se debió a que su mujer, Malena Galmarini (casados en 2001), quien sacó 14
puntos más como concejal de Tigre que Néstor K como diputado nacional.
Malena,
influye sobre su marido.
Massa
volvió a la intendencia de Tigre.
Y
en 2013, desde su partido, el disidente
Frente Renovador, ganó las elecciones legislativas de la provincia de
Buenos Aires, con el 44% de los votos, sobre Martín Insaurralde (candidato de
CFK) y consiguió frenar la pesadilla de Cristina eterna.
Había nacido una
estrella política.
Conformó el
“Grupo de los 8”, intendentes de la provincia de Buenos Aires que siendo PJ no
respondían a CFK.
En
2015, después de disputar una interna con el Gobernador de Córdoba, José Manuel
“Gallego” de la Sota, interna que ganó, se
presentó como candidato presidencial y…diputado.
Es
diputado nacional por su provincia y su carrera política empezó a declinar.
Primero
se fue Alberto Fernández.
Luego
varios integrantes del Frente Renovador abandonaron el espacio el 22/10/2018 y
construyeron un interbloque en el congreso, denominado Red por Argentina.
Los
disidentes fueron Felipe Solá, Facundo Moyano, Daniel Arroyo, Fernando
Ascencio, Victoria Donda (ex Libres del Sur), otros del Movimiento Evita y del
Peronismo para la Victoria.
En 2019 Roberto
Lavagna dejó el partido para formar Consenso 2019, sin ir a las
PASO.
Hoy
Roberto Lavagna sumó como precandidato a vice a Juan Manuel Urtubey, gobernador
de Salta y el espacio es Consenso Federal 2030.
Sergio
Massa empezó a ser disputado por el PJ.
Con
el peronismo dividido entre los Fernández al cuadrado y Alternativa Federal,
debía decidir.
Tardó demasiado.
Miguel
Ángel Pichetto (Alternativa Federal) se sumó a Cambiemos que hoy es Juntos por
el Cambio.
Urtubey
se fue con Lavagna.
Alternativa
Federal se diluyó.
Y
Sergio, que esperaba la mejor oportunidad, tuvo que resignarse a volver junto a
CFK, a cambio de…nada.
Esa
opción le hizo perder a su “madre” política, Graciela Camaño, que se fue con
Lavagna.
El
sólo obtuvo el puesto Nº 1 en la lista de diputados de la provincia y una
candidatura a la legislatura provincial para Malena.
Si
ganaran los Fernández sería el presidente de la Cámara de Diputados.
Pero,
¿ganarán
los Fernández?
Quizás
la gente que la está pasando mal, pueda ver lo que se hizo desde el 2015 y todo
lo que se relató en 12 años y medio y no se hizo.
Puede
que acepten que más de 100 empresarios que saben que irán a la cárcel, no mienten sobre la corrupción de los
gobiernos K.
Los
K perdieron la elección del 2009 con De Narváez; ganaron la del 2011 (CFK era
la viuda doliente),
perdieron
la del 2013 con Massa; perdieron la del 2015 con Macri.
La
del 2019 es una incógnita.
El
futuro de Massa, también.
Pero
quizás su historia, corta en años y muy nutrida en política, haga pensar sobre
aciertos y errores.
El
apodo “ventajita” que Massa detesta, es justo ¿o no?
De
los votantes depende...
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