Del
mismo modo, a los fanáticos no les importaron los derechos humanos de las
familias de los soldados (conscriptos-civiles) muertos en Formosa en 1975 (en
el reg. 29 de Monte) por un ataque terrorista de la organización Montoneros
realizado en democracia.
Hay una causa en
la justicia federal por estafa, ya que hay grandes indicios de que les pagaron
a familiares de terroristas cifras millonarias como si estos hubieran sido
víctimas del Estado,
cuando en realidad fueron los agresores.
Incluso
los nombres de estos terroristas fueron colocados en los muros del Parque de la
Memoria.
La
mezcla que surge define muy bien al peronismo:
Violencia
política y corrupción.
Como
siempre, hay un silencio atronador de la secta en la que se han convertido
Carlotto, Bonafini, Almeida, Pérez Esquivel, Verbitsky y tantos otros.
La
causa en cuestión está en el juzgado de Daniel Rafecas.
Hay
que tener cuidado porque es un juez amigo de la secta, sancionado por cerrar la
causa Nisman sin mirarla, aquel que hizo una payasada en la causa sobre las
presuntas coimas en el Senado durante el gobierno de De la Rúa (el juicio oral
demostró que todo era una operación política) y el que juzgaba a Boudou en una
causa y chateaba con él acerca de la misma.
Lamentablemente,
le ofrecen ahora el cargo de Procurador por ser un empleado disciplinado del
PJ.
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