"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

sábado, 21 de marzo de 2020

CORONAVIRUS...


ADIÓS A LA INCONSCIENCIA.
Bella Ventura

¿Dime porque llegas de manera tan feroz?
cuando el mundo pensaba que no estaba tan mal.
Que la Bolsa de valores marchaba viento en popa.
Ventas y consumos al tope de sus extravagancias.
Lograda la conquista del espacio.
El fútbol, opio del pueblo.
Distracción de lo vital para el ser  en su devenir humano.
Sumas millonarias a sus jugadores mientras los científicos se queman las pestañas con precarios sueldos.
A veces de hambre.

Ya con duda Shakespeare se lo preguntaba:
¿Ser o no ?
Eterna inquietud del hombre entre el tener o el ser.
Tuvo... y no fue lo suficientemente consciente para entender el dolor del prójimo ni justo para allanar diferencias.
No se preocupó por ser un ser a cabalidad, con lo mejor de sí mismo para la entrega.
Nos comportamos con indiferencia hacia el semejante, nuestro hermano:
Así su piel difiera de color, o su credo a otro Dios le rece,
o aunque no sea del mismo sexo ni comparta la misma patria.

Tú, virus, con tu presencia aportas ignotas maneras de vivirnos.
Coronas el tiempo de recogernos.
De estar con nosotros mismos, como aconsejan los sabios.
Reconocer que en nuestro interior habita riqueza, como en los océanos.
En sus profundidades tesoros forman un reino desconocido hasta hace poco.
Igual que la llegada del Coronavirus.
Arriba con sus baterías bien puestas.
Dispuesto a decirnos cosas que tal vez los humanos no queríamos oír ni entender.
Tiempos de ya no hacernos los locos.
Apremia la lección del despertar de la conciencia.
Nos aporta un saber intuido más no aplicado.

La nueva época con su número 2020 y sus dos ojos bien redondos nos observa
para que demos un salto hacia una convivencia más generosa, donde compasión y amor
se unan en el abrazo con la Naturaleza.
Nuestra morada olvidada.
Se revela y rebela con la fuerza de quien pone un freno al atropello.
Plantea que la vida sigue a pesar de ello.
Sin embargo el aprendizaje es duro, severo y bien pertinente en momentos cuando el egoísmo es rey y el ego su gobierno.

Nos detuvo la marcha el Coronavirus.
A la casa le dio preponderancia.
Y a la familia el lugar que siempre debió ocupar.
A los principios y valores su puesto de honor bajo un pensamiento más sano
y el retorno a la era de nuestros ancestros.
Moderados y respetuosos de su entorno.
Sin necesidad de otro viaje sino al interior de nosotros mismos, donde La Luz nunca se apaga
cuando comprendemos que somos Uno en el Universo.

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