Hoy
hablaba con uno de los máximos expertos que tiene en finanzas la Argentina y me
decía:
"Si
aplicaran hoy una negociación a la uruguaya, por un bono que vale 100, estarían
ofreciendo 75".
La
propuesta que Guzmán le piensa hacer al mercado, y que ya insinuó en
conversaciones que tuvo con distintos fondos la semana pasada, implicaría pagar no 75 sino 45.
Para
simplificar la diferencia entre los dos discursos, el Gobierno pasó de ofrecer
75 dólares por cada 100 que debe, a ofrecer 45.
Hay
que reconocer que Fernández y Guzmán en estas horas tienen suerte.
Hay
un enorme derrumbe de las bolsas y del precio de los activos por la caída del
precio del petróleo que amenaza a las empresas petroleras y que por esa vía
amenaza a los grandes bancos de inversión, sobre todo americanos, que han
financiado a dichas empresas en sus emprendimientos.
Quiere
decir que los bonos argentinos que podían estar en 40 dólares y que Guzmán
podría haber querido pagar 45, ahora están en 35.
Antes de esta
crisis, la oferta de Guzmán era inaceptable.
Con
el precio actual de los bonos puede convertirse en algo más apetecible.
Esto
depende, en alguna medida, de que el ministro de Economía no quiera endurecerse
más y depende también de que si el precio de los bonos sigue cayendo, vamos a
otra naturaleza en el problema porque van a aparecer los buitres para
comprarlos.
Los fondos
buitres no van a querer negociar con Guzmán sino que van a juicio en Estados
Unidos como hizo Paul Singer y el resto de los holdouts durante el último tramo
de la presidencia de Cristina Kirchner.
Esta
es una dimensión de lo que está sucediendo.
Hay
otras, porque la caída del precio del petróleo hace caer también las regalías
petroleras.
Por
lo que empiezan a verse afectadas provincias como Chubut o Neuquén.
Quienes
conocen mucho la administración de Chubut, dicen que es una provincia que
debería ser riquísima.
Acá
está el mito de los recursos naturales:
tiene minería, petróleo, pesca, turismo.
Tiene
todo.
También un
déficit incalculable, aumentado por el gobernador Mariano Arcioni que subió los
sueldos de los empleados públicos de manera delirante para poder ganar las
elecciones.
Hoy
Chubut con este precio del petróleo puede terminar de convencerse de la
necesidad de defaultear su deuda.
Pero
si defaultea una provincia estamos entrando en otro tipo de problema.
De
hecho, Axel Kicillof después de una posición muy dura en la provincia de Buenos
Aires, decidió no hacerlo y pagar.
Y
soportar las bromas que se hacían al respecto.
Neuquén
está en la misma situación: está con un déficit importante que se va a ver afectado
por la caída de las regalías.
¿Empieza
a haber un problema financiero más delicado en las provincias argentinas?
Esta es una
pregunta que se está haciendo hoy todo el mercado financiero.
Aparecen
otros inconvenientes derivados de este precio del petróleo:
Vaca
Muerta, ¿es viable?
El
otro día hablaba con uno de los grandes inversores en materia de petróleo y gas
no convencional de la Argentina y me decía:
"Yo
no sé cuál es la política del Gobierno, no sé si es buena o mala por una
sencilla razón: todavía no hay con quién hablar".
¿Hay
que hablar con el secretario de Energía, Sergio Lanziani?
¿Con
Matías Kulfas, que tiene gran parte de las atribuciones administrativas de
Lanziani?
¿Con
Guillermo Nielsen, presidente de YPF?
¿Nielsen tiene
una política propia, como empresa independiente, o es en YPF Alberto Fernández,
y proyecta sobre la empresa la política oficial?
¿Hay
que hablar con los economistas ligados a las cuestiones energéticas del
Instituto Patria?
No
se sabe.
Vaca Muerta iba
a ser la gran máquina de hacer dólares que había imaginado Alberto Fernández.
Pero
hoy no sabemos si es una máquina a la que se iba a encapsular en una especie de
capitalismo texano con condiciones excepcionales para que pueda producir esos
dólares, las mismas que, por ejemplo, se le dieron a Chevron en la época de
Cristina Kirchner, en un contrato secreto para que la militancia no lo vea, o si
estamos frente a un gobierno que lo que quiere es la soberanía energética que
se predica en el Instituto Patria.
No
sabemos cuál es la postura del Gobierno, si la que sostenía en la campaña o la
que empieza a advertirse ahora con una gran dispersión de las decisiones, en
este caso, energéticas.
El
acuerdo económico y social de empresarios, Estado y sindicalistas, ¿dónde está?
¿Qué
es de su vida? Bien, gracias.
Cuando
uno indaga a fondo, escucha el eco de la respuesta de Macri y el eco de la
respuesta de Kirchner.
Finalmente
si hacemos ese tipo de acuerdo y de mesa, perdemos poder.
La única
política rigurosa antiinflacionaria que estamos viendo hoy en la Argentina son
los tuits del Presidente que dice que la inflación es irracional.
Pero
la política antiinflacionaria que se le iba a confiar a una mesa económico y
social, hasta ahora no apareció y muy probablemente no va a aparecer.
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