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Caricatura de Alfredo Sabat

martes, 28 de julio de 2020

30 años de kirchnerismo en Santa Cruz y la luz se sigue cortando como hace 30 años.


Caleta Olivia y Río Gallegos, los peores ejemplos

El descaro de Pablo Grasso, las mentiras de Fernando Cotillo y el oportunismo de Fernando Españón.
Tres intendentes K y varios denominadores comunes
Por: Rubén Lasagno

Hace aproximadamente 30 años que el kirchnerismo gobierna Santa Cruz.
Pasaron desde Néstor Kirchner hasta su hermana, tantos años como gobernadores K pudieron y cada campaña, cada gestión y otra vez cada campaña próxima y la nueva gestión, se llenaron hablando de “la matriz energética”, “el autoabastecimiento energético” y el “interconectado”.

Desde el viejo y gastado curro de las usinas rusas usadas, compradas a valores increíbles por Néstor a un precio exorbitante, pasando por las vetustas y ruidosas máquinas de calle Italia, transitando por las promesas de Sergio Acevedo con la compra por más de 32 millones de dólares de dos turbinas que iban a traer la solución total a Río Gallegos donde se cortaba la luz en cualquier momento, llegando al cuento del Interconectado, donde Daniel Peralta se ufanaba de estar en el umbral del abastecimiento total en “la nueva matriz energética” de Julio de Vido, hasta hoy donde a pesar del interconectado siguen quedando las localidades sin luz por horas y días…
Todo sigue igual, solo pasaron 30 años.

Servicios Públicos Sociedad del Estado (SPSE) es un depósito de funcionarios y  ex funcionarios, algunos cuestionados, otros corridos de funciones anteriores donde se hicieron los vivos, algunos que los ponen allí con cargos de Directores para que sumen scoring para una mejor jubilación y un numeroso grupo de empleados y ñoquis que sin función específica, hacen de contrapeso a la gente que sí trabaja, pero no alcanzan a hacer eficiente una empresa altamente deficiente y deficitaria.
Pero, como es del Estado, todo se licúa a través de los fondos públicos que parecen no ser de nadie y como es común con lo estatal, prosigue su marcha sin ningún tiempo de eficiencia, pero sin control ni exigencias, lo cual hace imposible que los reclamos de cualquier usuario, tenga un final justo y satisfactorio.

El denominador común en toda la provincia es la falta de modernización de la infraestructura eléctrica, la falta de mantenimiento de los componentes en redes, nodos y subestaciones y la falta total de inversión genuina por parte de los distintos gobiernos provinciales, a lo largo de, al menos, los últimos 35 años.
Aun cuando por décadas se cobró el 6 por mil sobre las facturas de todo el país con la excusa de ayudar el recomponer el sistema energético provincial, la plata fue literalmente robada, desviada, desaparecida en cualquier cosa, menos en el mejoramiento del sistema eléctrico de Santa Cruz.
Y hoy, la luz se sigue cortando todas las semanas y en cualquier momento.

Las últimas dos semanas la ciudad de El Gorosito sufrió permanentes cortes de luz.
Tal imprevisión generó un malestar social que fue en aumento hasta el día viernes 17 a las 18:30 cuando se apagaron (una vez más) las luces de todos los hogares, comercios y hospitales en la ciudad y la falta de luz se prolongó por las próximas 48 horas, elevando proporcionalmente la bronca de la gente y produciendo un recordatorio de insultos a la Gerencia de SPSE, al Intendente Fernando Cotillo y a la gobernadora Alicia Kirchner, por ser los responsables presentes y pasados, de la falta de previsibilidad, inversión y trabajo en materia energética, desde hace tantos años a la fecha.

Claro está, que además de los problemas ocasionados a los particulares en sus casas, el sector donde más impacta la pérdida de la energía es en el comercio y especialmente los del rubro alimento, siendo que muchos no poseen equipos generadores de energía y esto resulta fundamental a la hora de mantener la cadena de frío.
La ebullición social y de los comerciantes disgustados, hizo que la policía se enfrentara con vecinos de Caleta Olivia, pues por órdenes del Comisario local, los efectivos se pusieron a controlar por número de documento (par o impar), tal como se fijó durante la cuarentena actual, a quien le correspondía y a quien no, acceder a las estaciones de servicio para proveerse de combustibles para sus generadores.

Las discusiones y los enojos de los comerciantes con la policía mereció la intervención de las autoridades para dirimir los problemas generados, por cuanto quienes acudían a comprar combustibles pretendían que la policía levantara esa restricción porque se encontraban ante un caso excepcional, donde la necesidad de acceder a los combustibles era obligada por una situación ajena a la voluntad popular y producto de la imprevisión oficial en materia de energía.

El mismo día sábado y de manera auto convocada los vecinos de Caleta se manifestaron en el monumento al petrolero cerca de la medianoche, transitando con autos por varias cuadras, bocinazos, luces parpadeantes y los insultos se repartieron equitativamente entre el intendente Fernando Cotillo y su cuñado, el Gerente de Servicios Públicos, Juan José Naves.
Cuatro horas después de la manifestación volvió la luz, ya durante la madrugada.

Tan exacerbada estaba la gente que portales de neto corte oficialista, donde pauta el intendente y la provincia, no pudieron soslayar la noticia  y necesariamente debieron replicar el malestar popular en la ciudad de zona norte.
SPSE emitió un comunicado donde en la parte medular del informe dice:
 “…se trata de una antigua línea de 66 kb, entre el tramo Pico Truncado y Cañadón Seco, que sumado al factor climático que nos presentó uno de los inviernos más duros de la última década, provocó una falla en los aisladores de la Línea de Alta Tensión (LAT), los cuales se fueron reemplazando durante las últimas madrugadas y durante el transcurso de este día”.
Siempre hay una explicación, lo que nunca existe es una solución.

Para el día domingo, SPSE tiene previsto un corte de luz de larga duración en Caleta Olivia, horario en el cual realizará mantenimiento y arreglo de aisladores, y elementos eléctricos con deficiencias, que no soportan las bajas temperaturas y dejan de funcionar inesperadamente, provocando la puesta fuera de servicio del sistema.

En Río Gallegos sucede algo parecido.
Aún hoy julio del año 2020, la luz es una imprevisión que no permite planificar un evento ni un trabajo, sin tener como amenaza el corte imprevisto y repentino de la luz en cualquier sector, pero mayor aún en los alrededores del radio céntrico.

Treinta años de promesas, mentiras y discursos, acompañados de slogans, frases altisonantes y culpas que van desde los pájaros que se chocan con los cables, explosiones inexplicables de transformadores viejos y sin mantenimiento, las condiciones del tiempo, Cammesa o cualquier cuestión que ponga la responsabilidad afuera del gobierno provincial.
A pesar de todo el tiempo transcurrido, los gobiernos parlantes, las falacias permanentes y las promesas incumplidas, el servicio de luz en Santa Cruz sigue siendo el más deficiente y obsoleto.

El “interconectado” que iba a ser la panacea energética, se encontró con una realidad insoslayable:
Santa Cruz no estuvo nunca preparado para recibir la línea de alta tensión, porque el sistema es rudimentario y obsoleto.
Es decir, el interconectado terminó de desnudar la realidad:
Todos estos años, los sucesivos gobiernos nos mintieron sobre el futuro energético, porque nunca invirtieron, ni hicieron mantenimiento ni tuvieron intención de mejorar y optimizar el sistema eléctrico de las ciudad, para cuando ese día llegara. y desde que el interconectado llegó, no se puede aprovechar su potencial; esa es la verdad de por qué Caleta Olivia y Río Gallegos (entre otras localidades), hoy, año 2020, seguimos sin luz como en los años `80.
(Agencia OPI Santa Cruz)

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