"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

viernes, 31 de julio de 2020

COMO CREAR UNA SOCIEDAD AMORAL


He escuchado infinidad de veces la frase de Minguito Altavista “se ‘igual”, como aquello que cantaba Tita Merello “a quien le importa si naciste honrado… pensás que el mundo lo vas a arreglar vos”.
El peligro de estos estereotipos es que se encarne en el inconsciente colectivo, y que llegue a determinar el comportamiento social.

¿Qué lleva a gestar una sociedad sin moral?
¿Cuáles son las condiciones que hacen que no haya valores concretos y estables consentidos, deseados y aprobados por la mayoría de las personas para dirigir su conducta?
En el contexto social, hay una responsabilidad personal, social y política, que converge hacia una realidad que es conocida como “el bien común”, aunque muchas veces es el bien personal, familiar o partidario.

Decía Kant a fines del siglo XVIII en “Que es la ilustración”, los pueblos crecen cuando tienen un príncipe ilustrado.
No hay que confundir conocimiento, riqueza de estudios, con sabiduría e ilustración.
Sabio no es el que conoce muchas cosas, sino aquél que es capaz de usar sus conocimientos para vivir bien, que en el marco de la concepción de la dignidad humana, es que la buena vida de uno contiene la vida buena de los demás, porque el hombre sólo se constituye en sí como hombre, en la alteridad, en el otro.
El hombre como imagen del otro.

La primera cuestión que se plantea, es la politización de las cuestiones sociales y esenciales, como la salud, la educación, el trabajo y la justicia.
Cuando en una sociedad se instala la idea que tal cuestión es de aquí o de allá, de izquierda o de derecha, de pobres o de ricos, de gobernados o de gobernantes, la puesta en escena del tema seguramente esencial, que se plantea, se desvía y hasta se desvirtúa, porque la pasión del hombre, dará cuenta más de su adhesión a una causa, a una postura social o política, o a pertenecer a cierto sector, que a la realidad en sí del problema planteado.

La segunda cuestión, es la información que prevalece y que llega a las personas.
Cuando la mayoría de las horas que se dedican a informar ya sea por medios audiovisuales o escritos, son disputas, crímenes, corrupciones, actos di valiosos, injurias, y las que no lo son, tienen un carácter banal, como comedias cómicas, de situaciones de la vida, que carecen de valor alguno; y cuando casi no existen situaciones que demuestren actitudes o comportamientos impostados en valores, en actos de bondad o solidaridad, e incluso cuando son juzgado equivocadamente y cuando se pretende justificar una conducta, que abiertamente se dice que es inmoral, e ilegal, dañina para la sociedad, por motivos de una vida conflictiva o necesitada, el mensaje que queda en aquellos que lo escuchan es similar al se igual, da lo mismo.
Con el agravante del pensamiento estático, y falto de plasticidad, que siempre fue igual, siempre fue así, y que vamos a hacer.

Todas estas cuestiones llevan a la banalización del mal, como ausencia del bien.
Porque más allá de pensar o no, en algún concepto estricto del mal, lo que condiciona a una sociedad, es no tener un concepto claro del bien.
No conocer el bien.
No ver con claridad modelos del bien, acciones en verdad buenas, que puedan sentirse e intentar copiarse.

La tercera cuestión es la diferencia de relación entre el individuo y su responsabilidad social.
Cuando las personas son juzgadas en forma diferencial, con motivo de su rol ya sea económico, social, sindical, político o cultural, se produce una situación de injusticia social que necesariamente termina en una anomia moral.
El principio de justicia, todos somos iguales ante la ley, es incondicional, permanente y no admite cambios, si queremos preservar el bien común.
Cualquier violación a dicho principio es nefasta, no sólo en el momento histórico, sino que se traslada a las generaciones futuras.
¿Qué tipo de sociedad tenemos?
Pero sobretodo
¿Qué tipo de sociedad queremos y estamos dispuestos a crear para nosotros y para nuestros hijos?
¿Son los conceptos morales, un valor prioritario, en nuestras decisiones individuales, sociales y políticas?

Eres responsable
Eres responsable de tu vida
también de la de los demás
ella se encuentra sostenida
por tus lazos con la sociedad

para que sea protegida
la existencia en su normalidad
deben ser las virtudes promovidas
 justicia, equilibrio,  libertad

Hay una condición que no se olvida
para todo hombre la igualdad
los mismos derechos, la medida

del deber y la prosperidad
si la diferencia es permitida
impera la corrupción, la impunidad

Elias D. Galati

No hay comentarios: