Por
Emiliano Rodríguez
Fuente: Tribuna de Periodistas
Buscando golpes
de efecto
En
política, los dirigentes suelen buscar golpes de efecto con sus palabras, con
sus discursos, ya sea apostando por algún eslogan de campaña que llame la
atención del electorado o lanzando arengas a la sociedad en medio de un desafío
mayúsculo como el que afronta, por ejemplo, el país a causa de la pandemia de
Covid-19.
El
presidente Alberto Fernández, con años de experiencia encima, conoce largamente
de qué se trata este asunto de la proclamación política en momentos
determinados y lo ha demostrado en recientes presentaciones en las que, por un
lado, enfatizó la importancia de cuidarse del coronavirus y, por el otro, abogó
por "terminar
con los odiadores seriales" en la Argentina.
Asimismo,
el jefe de Estado recurrió a una frase a todas luces contundente durante su
discurso por el Día de la Independencia el jueves pasado en la Quinta
Presidencial de Olivos para bregar, a su manera, por la unidad nacional.
-"Vine
a abrir los brazos para que nos unamos", agregó- y tratar de
zanjar la "grieta" que divide a la población.
Horas
más tarde, una masiva manifestación se desarrolló en las principales ciudades
del país en defensa de la "libertad", entre otras consignas,
incluyendo a la Capital Federal, en donde rige hasta el próximo 17 de julio una
cuarentena "más estricta" debido al avance del coronavirus.
En
un primer momento dio la sensación de que la Casa Rosada acusaba recibo de esa
movilización:
"Hay
planteos atendibles", sostuvo el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, que
insistió en la importante de desmantelar "rápidamente" cualquier
"discurso de odio" que se procure instalar en el país.
Básicamente,
el funcionario llamó a respetar al que piensa distinto, en sintonía con las
palabras atinadas de Fernández por el 9 de Julio, aunque en forma insólita ese
mismo día en el que habló Cafiero -este viernes- el vocero presidencial Juan
Pablo Biondi cruzó con virulencia al ex mandatario Mauricio Macri en la red
social Twitter.
"Libres
de vos y tu inutilidad que nos hubiera llevado a contar muertos de a miles
dentro del país fundido que dejaste. Por respeto a los argentinos que votaron
hace menos de un año (capaz que no te acordás). Silencio", sostuvo
Biondi...
¿Y
todo aquello de terminar con los discursos de odio?
¿En
qué quedó?
Apenas
horas antes lo había resaltado Fernández.
El
vocero presidencial respondió de esta manera a un mensaje de Macri en el que
escribió, "¡Libres!", junto con un saludo por el Día de la
Independencia, después de haber reaparecido en público en una entrevista
virtual para el exterior cuestionando al Gobierno por su presunto avance sobre
las libertades individuales en medio de la pandemia.
Borrar con el
codo
El
peculiar uso que ejercen funcionarios del oficialismo de las redes sociales,
incluyendo al propio Fernández, genera por momentos la sensación de que se
borra con el codo lo que se pretende escribir con la mano, si es que en efecto
la intención del Gobierno es fomentar la concordia social.
Algunos
referentes de la oposición, vale la pena aclararlo, tampoco dan el brazo a
torcer con sus ácidos comentarios.
El
mismo jefe de Estado días atrás tildó de "miserable" a la principal
coalición opositora, Juntos por el Cambio, y consideró "canallesco"
su comunicado de prensa sobre la muerte del ex secretario de la familia
Kirchner Fabián Gutiérrez: un caso judicial investigado por propios integrantes
o allegado a la familia Kirchner en Santa Cruz.
Paradójicamente,
con éste y con otros sectores del arco opositor el Gobierno debería reunirse,
llegado el momento, para diseñar políticas que favorezcan la recuperación del
país luego de la pandemia de Covid-19, e incluso con referentes de la gestión
anterior, a la cual la vicepresidenta Cristina Kirchner calificó de
"asociación ilícita".
En
lo que significa también un golpe de efecto que persigue la construcción de
sentido en la lucha del Gobierno contra el avance del coronavirus, Fernández
exhortó a la sociedad a cumplir con un aislamiento social más exigente en el
Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y en otras regiones del país con
transmisión comunitaria de Covid-19.
Sin
embargo, tanto en este contexto, relacionado con la pandemia, como en su
aparente cruzada contra los "odiadores seriales", la palabra del jefe
de Estado, su prédica, parece haberse
devaluado en los últimos días, toda vez que en el AMBA apenas si se
produjo una disminución de gente circulando por la vía pública.
Incluso
en este marco se ha intensificado la "grieta" entre quienes militan
en redes sociales cualquier iniciativa que propone el Gobierno y los llamados
anti-cuarentena.
Pero
así como se produjo una gran marcha el 9 de julio en contra de las políticas
oficiales en medio de la pandemia, también se realizó una manifestación en
favor de intervenir la empresa Vicentin, sin que se escucharan críticas del
mismo tenor con relación a la violación de la cuarentena.
Mientras
tanto, la Justicia decidió excarcelar al
empresario K Lázaro Báez después de que permaneciera más de cuatro detenido
con prisión preventiva, por lo que una vez más, como suele suceder en esta
Argentina cíclica que tropieza una y otra vez con la misma piedra, el pasado
vuelve a cobrar vida.
Acusado
por presunto lavado de dinero en la llamada "Ruta del dinero K", Báez
cumplirá prisión domiciliaria en principio, pero en definitiva, ¿qué culpa
tiene la sociedad de que el sistema judicial argentino funcione de una manera
tan - llamativamente- deficiente en casos de supuesta corrupción?
La
decisión de la Justicia azuzó la "grieta" y enfocó una vez más las
críticas de la oposición y de sus seguidores en la figura de Cristina Kirchner,
que mantiene su bajo perfil, mientras, según encuestadores, se desgasta la
figura de Fernández y la ponderación de su gestión en medio de la pandemia.
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