"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

viernes, 28 de agosto de 2020

¿DONDE ESTA LA FELICIDAD?


Decía Borges “he cometido el peor de los pecados, no fui feliz…”
La felicidad es el deseo y la finalidad de la vida del hombre.
Nos esforzamos por ser felices, más en el transcurso de la existencia, la concreción de esa felicidad muta de objetivos y condiciones.
Se dice que la mayor felicidad es la del niño, porque es inocente; es una felicidad pura, por sí misma, sin ningún aditamento.
La felicidad por la misma felicidad.
Como si sentir que somos felices, bastara y haría la vida placentera.
Pareciera sin embargo, que el hombre necesita ponerle un condimento a la felicidad, que no bastara la felicidad en sí misma, sino que deba ser feliz en la concreción de objetivos propuestos.
Como si no pudiera ser feliz sin…. que sea encarnada en una persona, como corolario del amor.

Si no puedo amarte, si no te tengo, no soy feliz.
O como posesión de roles.
Si no llego a obtener un título, un cargo, una posición, no puedo ser feliz.
O como posesión material, si no tengo dinero, fortuna, bienes, fama, no puedo ser feliz.
O como posesión de la aceptación de los otros, si no me quieren, si no tengo prestigio, no soy feliz.
La felicidad se condiciona a la posesión.
Entonces ya no es la felicidad por sí misma, ni siquiera la felicidad por uno mismo.

Algunos sin embargo entienden que la felicidad es un estado interior, que debe darse, compartirse; y en lugar de la posesión, generan una dación, una entrega de esa felicidad con el propósito de compartirla, sin condición y sin correspondencia.
Se da la felicidad y no se espera otra cosa.
Si hay un ida y vuelta, si ese darse genera una reciprocidad, será porque se ha encontrado en el camino, otro ser que entiende que la felicidad es darse, y da, no como retribución sino como dación pura, primigenia.

¿Dónde está la felicidad?
Está en la adecuación de la vida a lo que la existencia es en sí misma
¿Qué significa vivir?
¿Cómo hay que vivir?
Vivir es una experiencia, un aprendizaje, un camino que no se conoce, que se aprende recorriéndolo.
Existen algunas señales, algunos atisbos de lo que es la vida.
Más la vida personal debe vivirla uno.
Por sí mismo.
Aprendiendo de la experiencia de estar viviéndola.

En realidad el hombre está inmerso en la vida, es una experiencia filosófica, el ser contenido en la existencia.
Si bien el ser es el concepto primario, y pareciera que todo está ordenada en razón del ser, sin la existencia, sin la vida, el ser no tendría ningún sentido, es más no existe.
Porque el ser es en cuanto existe.
Al terminar la existencia, al agotar la vida, se agota también el ser.
Todas las consideraciones que se hacen a su alrededor, la transcendencia, la infinitud, el ser en sí mismo, son retóricas.
Escapan a esta relación hombre-vida, ser-existencia.
Más allá de creer o no creer.
Más allá de sostener que es posible un después o la vida eterna.
Porque es otra vida, otra existencia.
No es la existencia que relaciona al ser de esta forma, no es la vida para este ser.
Porque esta vida para este ser, es una vida de relación con los demás, en la cual está en juego no sólo la existencia individual sino también la existencia social. No sólo el ser sino el ser en su conjunto, la humanidad.
En un probable más allá, la relación es otra, no se puede comparar.

¿Cómo hay que vivir esta experiencia?
Deberíamos aclarar que significa vivir la vida.
Esta vida. Nuestra vida.
La vida transcurre, con independencia de nosotros, de nuestros deseos, de nuestros proyectos.
Transcurrirá igual al modo que la vivamos nosotros.
Más el ser tiene la posibilidad de posicionarse ante la vida y vivirla a su manera.
Elegir señalarla como suya o seguir lineamientos comunes a otros.
Pero siempre será su vida, la que  él eligió y su responsabilidad.
Debe vivirla desde su libertad, con sus limitaciones y como él cree que se debe..
La vida estará marcada por el deber, por lo que cree que es su deber.

Más la vida tiene sus maneras y sus reglas, y dentro de ella, la comparte con otros seres que podrán creer tener los mismos deberes u otros.
Todos estarán inmersos en la misma vida.
¿Cómo vivirla en común?
Es la incógnita y la paradoja de la existencia, que resolvió Platón cuando dijo que lo bueno, lo ético, lo moral era el equilibrio.
Vivir la vida como una vida equilibrada
El equilibrio comprende las condiciones de igualdad para todos, pero también la felicidad, porque aunque se niegue no es posible ser feliz rodeado de quienes no lo son.
No se puede ser feliz cuando nuestros hermanos no pueden acceder a la felicidad…
A la felicidad como amplio concepto que involucre todo lo que hace a la dignidad del hombre y a la dignidad de la vida.
Entonces la felicidad está en hacer feliz al otro, y lograr que todos vivan una vida digna y con la dignidad que merece el ser.

Elias D. Galati

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