El origen y la difusión de este modelo de organización social en los países escandinavos tendió a identificarlos colectivamente, desde la segunda posguerra, como socialdemocracias o "capitalismos renanos", en los términos de Michel Albert. Este autor lo contraponía al modelo neoamericano que encarnaron en su momento EE.UU. y el Reino Unido bajo los gobiernos de Reagan y Thatcher. Fue Carlos Menem el primer gobernante civil que pocos años después introdujo el neoliberalismo en la Argentina y, tal vez, es la asociación de Alberto Fernández con Domingo Cavallo en 2000, cuando integró su lista de legisladores en la elección a jefe de gobierno porteño, lo que llevó a Moreno a tildarlo de neoliberal.
Lo cierto es que juntar socialdemocracia con neoliberalismo equivale a mezclar aceite con agua. Y como existe mucha confusión al respecto trataré de introducir algo de luz sobre el tema. La literatura tiende a coincidir en que las corrientes políticas consideradas "de izquierda" reconocen en un extremo al comunismo y, en el otro, más cerca del centro del espectro político, a la socialdemocracia. Entre ambos se ubica la democracia social. Sin entrar en los matices, podríamos coincidir en que todas las variantes intermedias, que son muchas, pueden reconocerse como formas de socialismo.
Doctrinariamente, el comunismo propone una organización social en la que desaparecen la propiedad privada y las diferencias de clases, y en la que los medios de producción y la distribución equitativa de sus frutos son monopolizados por el Estado. Para los socialistas democráticos, capitalismo y democracia liberal son irreconciliables. Los trabajadores deben controlar los medios de producción, pero la conducción del Estado debe alcanzarse democráticamente y no, como lo sostiene el comunismo, por medios revolucionarios. En cambio, los socialdemócratas consideran innecesarios tanto la revolución violenta como el colapso del capitalismo. Privilegian la política como mecanismo para regular la economía, redistribuir el ingreso y reducir las profundas desigualdades sociales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario