Malú Kikuchi
La Argentina se ha convertido en un tango triste y reiterado.
Repite
una y otra vez los mismos errores.
Desde
los años 70, abiertamente se vive el enfrentamiento de la eterna interna del
PJ.
Partido tan
particular que puede englobar disímiles vertientes, todas ellas populistas y
anti republicanas.
Una
vez más el enfrentamiento entre una seuda izquierda más declarada que real y
una seuda racionalidad, más publicitada que real, toma de rehenes a los
argentinos.
La esperada y
pública lucha por el poder entre el Presidente que no manda y la Vice que sí manda,
paraliza al país.
Hasta ahora, sin sangre.
En 1937, Enrique Cadícamo y Felipe Pirela dieron a luz el tango "Por la vuelta".
"La
historia vuelve a repetirse, mi muñequita..."
En
este caso la muñequita que no es tal, es la Argentina.
Un país con más
del 40 % de pobres, una inflación del 50%, chicos analfabetos, falta de
vacunas, pymes cerradas, empresas grandes huyendo, moneda inexistente, y una
memorable derrota electoral.
Derrota
con características de knock out.
La
respuesta del gobierno es pelearse como adolescentes por tuit y cartas
públicas, con renuncias de juguete y mandatos que no se cumplen.
Lo
que resulta en un gobierno que no gobierna y que es sordo y ciego al mensaje de
la ciudadanía del 12/9 pasado.
Cristina exige que se eche a los ministros de Alberto y para eso hace renunciar (de mentira) a "sus ministros" y a "su " gente.
Alberto
resiste.
¿Por
cuánto tiempo?
Hay
3 escenarios posibles:
1)
que Alberto decida y ponga
"sus" ministros y arrincone a Cristina, posibilidad escasa e
improbable, no se anima a ejercer la presidencia.
La 2ª opción
sería que Alberto se recibiera finalmente de felpudo de su Vice y la dejara
gobernar abiertamente, mientras el pasearía por el planeta haciendo turismo.
La
3ª posibilidad es que Alberto renuncie y le largue el problemón de un país
paupérrimo a la Vice, que no podría hacer populismo sin plata.
La lógica sería que Cristina no aceptara y renunciara.
Entraría
en vigencia la ley de acefalía modificada en 2002, la Nº 25.716.
Esto
haría que la Vice del Senado, Claudia Ledesma Abdala de Zamora llamara en el
plazo de 48hs a una Asamblea compuesta por diputados, senadores y gobernadores
que deberían votar (los dos tercios) un presidente entre ellos. Soñar es
gratis.
Lo más probable es que lleguen a un acuerdo; Alberto necesita a Cristina y Cristina necesita a Alberto, aunque se odien, la necesidad es mayor.
El
acuerdo se plasmará en ministros de ambos lados, sin olvidar a Sergio Massa, la
3ª pata de esta coalición.
Los
tres perdieron las PASO.
Pero
estas luchas despiadadas y públicas sobre las causas de una derrota
significativa, lo único que hacen es desproteger a la gente más de lo que ya
está.
Es
lógico que los armadores de la coalición discutan los errores cometidos.
Pero eso se hace
puertas adentro, no se convierte al país en un conventillo.
Dos cosas quedan claras en la oscuridad reinante, JxC ganó las PASO por un largo 9% y si se suman todos los opositores al gobierno se llega a casi un 70%.
Lo
que también queda claro es que este conventillo actual no soluciona los
problemas de la gente, los aumenta.
No
es un buen auspicio electoral.
Cuando
se salga de este pantano, si es que se sale, de todas maneras las elecciones
legislativas se harán el 14 de noviembre.
Es
la gran oportunidad para que el senado nacional deje de tener quórum PJ (lo
tiene desde 1983) y que en diputados se aumente el número de los opositores.
El 14/11 es la posibilidad para recuperar la República.
Quizás
hasta habría que agradecerle a la coalición gobernante su actual psicopático
comportamiento ante la derrota. Están colaborando, seguramente sin saberlo,
para terminar de matar al populismo en
la Argentina.
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