"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

jueves, 21 de abril de 2022

(4)

Alberto Fernández quedó arrastrado por la jugada de su vicepresidenta.

Sobre todo desde que su jefe de Gabinete, Juan Manzur, afirmó que el Senado hizo lo correcto.

El razonamiento de Manzur no pudo ser más sincero.

Dijo que hubo que dividir los bloques porque el fallo de la Corte invadía atribuciones del Poder Legislativo.

Quiere decir que, para él, una vez que el oficialismo consiguió un representante más en el Consejo, la invasión se terminó.

Imposible sorprenderse con la desprolijidad institucional de Manzur.

Apenas lo designaron ministro de Salud en Tucumán, adulteró las estadísticas de mortalidad infantil.

Un tiempo después llegó a la gobernación, en medio del humo de urnas incendiadas.

Tampoco debería llamar la atención la connivencia del Presidente con la señora de Kirchner.

Lo que ella pergeñó es un pecado ínfimo comparado con las atrocidades que Fernández convalida en Venezuela. Cuando dijo que allí las cosas habían mejorado levantó una ola de críticas de alcance internacional.

Tamara Taraciuk, responsable de Human Rights Watch para América Latina, le recordó que, según expertos de la ONU, la justicia venezolana no sólo no investiga las violaciones a los derechos humanos, sino que es cómplice de ellas.

También le informó que las cárceles de Nicolás Maduro alojan a 240 presos políticos.

Y que en la Corte Penal Internacional se abrió un caso por graves atropellos contra garantías elementales por parte del régimen.

Amnistía Internacional también emitió un comunicado, recriminando las expresiones de Fernández como “un grave diagnóstico” y pidiéndole que, como presidente de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), lidere una salida para esa dolorosa situación.

Tal vez sea pedirle demasiado.

Se trata del dirigente político que, también como líder de esa Comunidad, se ofreció como portero de Vladimir Putin en América Latina.

Con esas condenas en la espalda, que siguen entorpeciendo mucho su relación con los Estados Unidos, el Presidente espera participar en junio de la Cumbre de las Américas, que se celebrará en Los Ángeles.

Es la oportunidad para conseguir la ansiada entrevista bilateral con Joe Biden, que le prometió el embajador Jorge Argüello.

Los demócratas están en campaña, buscando el voto hispano.

Por eso tal vez les sirva exhibir a Fernández también en su calidad de titular de la Celac.

Aun cuando tres países de esa liga, Venezuela, Cuba y Nicaragua, no fueron invitados a la asamblea porque sus gobiernos son considerados dictaduras.

Los tres fueron decisivos para que Fernández obtuviera la presidencia de la confederación, que sólo puede alcanzarse por consenso.

Él debería asegurarse que al cabo de la reunión no habrá una declaración de condena al chavismo, al castrismo y al sandinismo.

Sería un momento embarazoso.

Si tolera a esas tiranías populistas, es comprensible que Fernández no censure las maquinaciones de su vicepresidenta en el Senado.

No hay comentarios: