"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

sábado, 8 de noviembre de 2008

El atroz encanto de vernos en pelotas...

Marcos Aguinis
Argentino
1935

Marcos Aguinis nació en Córdoba. Su vasta formación académica en literatura, medicina, psicoanálisis, arte e historia, lo ha llevado a dictar numerosas conferencias y cursos en instituciones europeas, norteamericanas y latinoamericanas.
Producto de no encontrar notas ni reportajes del mencionado compatriota, ingresé al Google y hallé lo que les copio, ya me pareció más que oportuno tras lo acontecido en el Honorable Congreso de la Nación Argentina (DIPUTADOS) versus AFJP’s

MARCOS AGUINIS, o el atroz encanto de vernos en pelotas

Un jueves del mes de Enero de 2002, en el Salón Atlántico del Sheraton Hotel de Mar del Plata, el Dr. Marcos Aguinis, novelista y ensayista argentino, disertó informalmente ante más de 700 personas.

Lo hizo inaugurando el ciclo organizado por Editorial Planeta, con entrada libre y gratuita, que consiste en presentar todos los jueves de este verano a un escritor argentino para que el público pueda tomar contacto con él. Al Dr. Aguinis le seguirán Félix Luna, Martín Caparrós, Pacho O'Donnell, Jaime Barylko, Osvaldo Bayer, Santiago Kovadlof y Eduardo Mignogna.

El equipo de LA KERMESE, avisado por nuestro semiólogo y con el Loco de las paredes incluido, estuvo presente y tomó debida nota de lo acontecido.

El autor de "La cruz invertida", "La gesta del marrano" y "Un país de novela", entre otras obras, se explayó sobre temas de actualidad con su habitual profundidad y capacidad de análisis, siempre mirando más allá de la coyuntura y apuntando vicios y defectos argentinos que parecen haber sacado chapa de males congénitos.

En la foto a la que gentilmente se prestó Aguinis en el lobby del hotel, podemos apreciar su expresión de asombro y pasajera incredulidad ante el avance que le hizo el Loco: "no se mueva, maestro, así lo escracho para LA KERMESE y se hace famoso", le dijo nuestra bestia.
Marcos Aguinis comenzó su charla refiriéndose a las particularidades que tiene la lectura, que la hacen una actividad distinta e insustituible para el espíritu del hombre. Para él, "la lectura representa los fierros del pensamiento, la gimnasia de las neuronas". LA KERMESE pensó para sí "arrancamos bien", ya que la lectura es para nosotros exactamente lo que dijo el escritor.
Luego citó a Borges, quien dijo que el libro es algo completamente distinto a todas las cosas que utiliza el hombre, que son prolongaciones de su cuerpo. El teléfono es prolongación de su voz, la espada y el arado lo son de su brazo, la televisión lo es de sus ojos, y así siguiendo. Pero el libro es una prolongación ya no del cuerpo sino del espíritu humano, y eso lo hace cualitativamente distinto.

Precisó luego algunas características de nuestro país, citando frases de personalidades europeas que nos han visitado desde fines del siglo XIX, y el murmullo de aprobación de la concurrencia indicaba que Aguinis hacía blanco una y otra vez:

- "Aquí nadie se aburre, en otros países la gente no sabe qué hacer con su ocio, y hasta sufre de trastornos psicológicos por ello, yo creo que habría que invitar a un sueco o un alemán para que venga aquí, y con nuestra agitación y aceleración se curaría de ese problema en no más de quince días".
- "La Argentina va hacia adelante porque los argentinos duermen de noche y durante ese tiempo paran de robar" (Clemenceau, director del diario "L'Aurore" y luego presidente de Francia).

Esa agitación y aceleración no indican que avancemos. Es sólo como un automóvil que conducimos frenéticamente, pero que tiene las cuatro ruedas en el aire, con la consecuencia lógica de no ir a ninguna parte. Esto es comprobable observando la cíclica repetición de fenómenos que al parecer siempre retornan del pasado y debemos revivir y padecer: “Devaluación, incertidumbre, drásticos cambios de las reglas de juego de la economía, etc.

El último libro de Aguinis tiene en su tapa una ilustración del pintor renacentista Tiziano que representa el mito de Sísifo, aquel que fue condenado por los dioses a subir una enorme piedra hasta la cima de una montaña, pero que al llegar a ella la piedra siempre rodaba hasta abajo, con lo que Sísifo debía repetir su tarea eternamente y sin atisbos de esperanza. LA KERMESE rememoró en este punto un famoso libro de Albert Camus, "El mito de Sísifo", aparecido poco después de la segunda guerra mundial, en el que el esfuerzo sin porvenir de Sísifo es visto como constitutivo de la naturaleza humana. Aguinis dijo que la idea de la tapa no fue suya, sino de la editorial Planeta, pero juzgó que era un acierto.

Los argentinos nos hemos hecho adictos al maquillaje, que consiste en cambiar cosas o personas con una gran dinámica, pero simplemente para que no cambie nada. Los cambios deben ser estructurales: una profunda reforma del sistema jurídico, educativo, político y económico para que la transformación sea EN SERIO, y no medidas apresuradas y dictadas por la coyuntura, o cambios de funcionarios o de ministerios devenidos en secretarías o viceversa.

Ese gatopardismos no sólo es inconducente sino trágico, ya que no se pone remedio a nuestros males y además hace que la situación se agrave progresivamente.

Otro dardo certero de Aguinis fue la mención del facilismo enraizado en nuestro modo de ser. Citó la frase de Perón "con una buena cosecha nos salvamos" como representativa de ese modo de ver las cosas, que tuvo su base en las épocas doradas en que la Argentina vivía de su actividad agrícola y ganadera que, dadas las condiciones de un territorio excepcional, generaba riqueza con muy poco esfuerzo.

Aguinis pidió disculpas por "una deformación profesional mía, por mi condición de médico neurocirujano y psiquiatra, que me hace diagnosticar el principal problema nacional como la psicopatía que caracteriza a nuestros dirigentes de las últimas décadas".
Con la salvedad de que hablar de "argentinos" o "franceses" o "alemanes" es una generalización artificial, ya que los seres humanos representan una variedad tan amplia como la misma cantidad de personas que existen, no obstante pueden extraerse algunas características que se repiten estadísticamente y que hacen que estas generalizaciones tengan su punto de apoyo.

Esta "psicopatía" es muy difícil de curar en quienes la padecen, ya que por su índole los dirigentes psicópatas no pueden corregirse, pues ven a sus defectos como virtudes, y por lo tanto persisten en su actividad de robar, mentir y vivir en su propio mundo alejado de las necesidades populares porque se ven a sí mismos como si estuvieran haciendo lo correcto.

Empero, Aguinis dijo que existe una esperanza para que cambien. Y consiste en que nuestro estar alertas y no dejarles pasar impunemente sus trapisondas puede lograr que los tipos dejen de hacer macanas tan sólo porque hacerlas ya no sea negocio para ellos, cuando vean que robar y mentir no les reporta el éxito que anhelan.

Esa presión social, por ejemplo a través de las 13.000 ONG (Organizaciones No Gubernamentales) que existen hoy en la Argentina, y en las cuales trabajan más de cuatro millones de personas brindando su esfuerzo y su tiempo a cambio de sentirse útiles trabajando para los demás, es en la visión de Aguinis un cambio en la manera de ser de los argentinos: participar activamente y no ser espectadores de la rapiña de nuestros representantes.

Aguinis no dejó pasar la puntualización de que los males de los dirigentes son los mismos males de nosotros los ciudadanos. Citó como ejemplo al empleado de la boletería del cine, que acuerda con el dueño una remuneración menor pero con el complemento de quedarse para sí con la diferencia por la venta de entradas "especiales", que son las que aparecen mágicamente, cuando las localidades están agotadas, ante el oportuno billete del espectador que se presta a esa modesta versión de la coima como institución nacional.

También indicó la importancia de los humoristas, cuya visión de la sociedad nacional impulsa en nosotros el autoconocimiento al señalar defectos magnificados por el grotesco.

El escritor se mostró esperanzado en que en la Argentina las cosas se reviertan, porque para ello contamos con un territorio con muchas riquezas y con un capital humano sumamente valioso.

Y si bien reivindicó el reciente cacerolazo como un despertar auspicioso de la ciudadanía, también aclaró que la repetición de ese fenómeno puede transformarse en una simple murga, y además no se puede hacer avanzar a un país a puro cacerolazo, a modo de democracia directa, porque una nación moderna forzosamente debe gobernarse siguiendo el principio de "el pueblo no gobierna ni delibera sino a través de sus representantes".

Las referencias de Marcos Aguinis a su quehacer literario fueron breves, rescatamos la mención de que alterna la escritura de ensayos con el de obras de ficción, y que hace bastante tiempo que ha dejado de cultivar el género del cuento, "tal vez porque todos los días aparecen en la vida de este país muchos cuentos, y en mi fuero íntimo esa circunstancia me cohíbe", deslizó con fino humor.
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Colofón
Hemos resumido lo mejor que pudimos la charla de hora y media de Marcos Aguinis.

Pero nos fuimos del Sheraton con la imagen de un Aguinis colérico, intransigente, intratable y nada condescendiente, gritándonos como un poseso delante de un montón de personas y haciéndonos pasar un papelón.

Creemos que los 25 dólares que le ofrecimos para que nos diera una exclusiva para hablar sobre la intimidad de su labor literaria, en lugar de quedarse a firmarles autógrafos a los centenares de cholulos que allí había, no eran motivo suficiente para armar semejante quilombo.

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La conferencia del señor Marcos Aguinis fue realizada en Enero/2002...
Próximos a cumplir 8 años, el atroz encanto de "vernos en pelotas" se ha sobredimensionado con el conflicto del Estado con la intención de hacer Caja (famosa 125) y el último saqueo a 10 millones de trabajadores que eligieron permanecer en las AFJP

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