Es común escuchar las quejas de los argentinos por la situación que vive el país...

Todos los días, y en cualquier lugar, se escuchan quejas sobre la realidad que vive la Argentina, pero ¿alguien propone identificar y juzgar a los culpables de la misma?

En distintos ámbitos hay colaboracionistas que han facilitado el crecimiento del poder en el kirchnerismo, que quedarán sin condena social

Es común escuchar las quejas de la gente, con relación a la situación que vive el país. Un Gobierno que no vacila en transgredir cualquier tipo de norma para lograr su principal objetivo, cual es el crecimiento de su poder y, por lo que se sospecha y se investiga con bases firmes, también el del patrimonio de sus integrantes.

Tamaña situación no se produce espontáneamente, por más sagacidad y falta de escrúpulos que puedan tener un par de personas, sino que éstas tienen que contar con una importante red de avales que le faciliten el ingreso a la comunidad. En el caso del actual Gobierno de los KIRCHNER en la Argentina, esa ayuda fue todavía más necesaria por cuanto los integrantes de la pareja presidencial llegaron al ámbito nacional casi sin relaciones en el mismo, con un profundo desconocimiento de personas y entidades al más alto nivel, en el país y en el exterior.

¿Cómo pudieron encaramarse entonces, en pocos años, hasta llegar a detentar los cargos más importantes de la Nación?. Además, los puestos claves en todos los organismos e instituciones, si no los pudieron cubrir con personas de su absoluta confianza, llegaron al menos a dominarlos a través del miedo, o de maniobras descalificatorias en contra de quienes se resistieron a cumplir con órdenes que transgredían normas éticas y legales. En pocos años cubrieron casi todo lo que se requiere para poder avanzar sin límites ni cuestionamientos.

Acerca del apoyo brindado por una prensa controlada con promesas de buenos negocios, ya se habló en una reciente Edición. La misma que hoy padece el sinsabor de verse atacada, precisamente por no haber cumplido con su deber ante la comunidad.

Otro de los más importantes instrumentos que se requieren para avanzar de tal modo en el poder político, es el de la Justicia. Los Jueces Federales que tienen bajo su jurisdicción los casos más importantes de corrupción política, son las presas más codiciadas de los gobernantes que no tienen interés en comportarse de acuerdo a la Ley. Por lo tanto, hay que tener una Justicia obsecuente, manejable, ya sea por intimidación o por participación en los negocios.

NÉSTOR y CRISTINA KIRCHNER han venido siendo favorecidos con fallos que los han cubierto, hasta el momento, de situaciones que en otras circunstancias podrían haber terminado con condena de cárcel. Habría en lista de espera, unas cuantas presentaciones judiciales que se harían ante una Justicia más confiable, una vez que los actuales gobernantes abandonen el poder, en el 2011. Cuestiones vinculadas a los excesivos aumentos patrimoniales, abusos de poder, negociaciones incompatibles con el ejercicio del cargo público, comportamientos discrecionales y arbitrarios, favorecimiento a los amigos, el nunca explicado caso de la desaparición de los fondos de la provincia de Santa Cruz, etcétera, etcétera, son los principales motivos de posibles presentaciones penales en contra de la pareja presidencial, para un futuro.

Eso, y las denuncias ya en curso, las que nuevos y descomprometidos –y tal vez menos temerosos –Jueces, tendrán que resolver. Este escandaloso panorama le espera a la Argentina en los próximos años, lo que ha llevado a decir, a algunos expertos en temas judiciales, que la situación que todavía soporta CARLOS MENEM es un paraíso al lado de la que les espera a los KIRCHNER.

Pero volviendo a las razones por las cuales se ha llegado a esta tan lamentable situación en la Argentina, reaparecen aquí los avales que la pareja presidencial debió utilizar para encaramarse en el poder. No son muchos, pero sí importantes, con abundante dinero obtenido en negocios que no siempre se han presentado como transparentes. Son los “aplaudidores” oficiales, repetidamente mencionados por ENFOQUES POSITIVOS, los que han aparecido en todos los actos políticos encabezados por NÉSTOR ó CRISTINA KIRCHNER, o por ambos a la vez.

Han estado en las primeras filas para que las cámaras de Televisión, también oficiales, pudiesen tomarlos, y para que, además, los oradores principales pudiesen verlos y reconocerlos como fieles cumplidores de las indicaciones impartidas desde Olivos o desde la Casa Rosada.

El incumplimiento a esas indicaciones puede implicar un ascenso postergado, un negocio trabado, un previsible “ninguneo”, o la posibilidad de perder cualquier prebenda, incluida la de ser elegido para acompañar en importantes y pagos viajes al exterior. Nunca –claro está-, prevalecerá la preocupación de los “aplaudidores” sobre una Argentina después de KIRCHNER.

No se hace necesario recordar la identidad de estos personajes que tanto daño le provocan al país y a sus instituciones. Además, esas primeras sillas en los actos, han estado ocupadas siempre por las mismas personas: un banquero que se resiste a su calvicie, un empresario automotriz que muestra allí su cara y luego sugiere críticas al kirchnerismo en los medios; otro empresario vinculado al tema aeroportuario que siempre logra los mejores negocios, y otro que pasó a ser fuerte petrolero de un modo que nadie entiende, en el mundo de las empresas.

Luego están los políticos y los funcionarios que temen perder sus cargos, y todos ponen cara de gran atención en los discursos, y asienten con sus cabezas, del modo más visible posible. Y más allá, se llenan los espacios con ruidosos aplaudidores que esperan las migajas del Gobierno.

Ha sido poco, pero alcanzó para cumplir con los objetivos de los actuales gobernantes.

Debería constituirse, la situación relatada, en un importante ejemplo especialmente para los más jóvenes. El fenómeno KIRCHNER en la Argentina, merecerá ser rescatado, precisamente como un excelente ejemplo de lo que no debiera suceder nunca más, si se quieren fortalecer las instituciones republicanas, y con ello conseguir que el país retome un camino que no debió abandonar.

Será materia infaltable de los Cursos sobre Política y Economía, y una vez enfriado este proceso, aniquilado definitivamente, es posible que nuevas generaciones instalen a la Argentina donde corresponde. No debería ser esto sólo una expresión de deseos de cualquier ciudadano, sino una razonable aspiración sustentada en el trabajo, la perseverancia, y, sobretodo, en la decencia.