"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

lunes, 30 de noviembre de 2009

Paraguay debe oponerse al ingreso de un dictador en el Mercosur

La Cámara de Senadores del Brasil debía tratar en estos días el pedido de Venezuela de ingresar al Mercosur como miembro pleno, una cuestión que data ya de unos tres años atrás.

Tal petición ya fue aprobada por la Cámara de Diputados brasileña y cuenta también con dictamen favorable de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, pero ahora, según la información, los líderes de las bancadas de los partidos políticos del Senado habrían decidido postergar el tratamiento del tema para una fecha futura aún no fijada.

A más de que Hugo Chávez recientemente habló de guerra con Colombia, el obstáculo de fondo que se le presenta al pedido venezolano de ingresar al Mercosur sigue siendo la "cláusula democrática" adoptada en Ushuaia, ya que es obvio que Venezuela no es actualmente un país democrático, sino una autocracia.

Nuestro país, por su parte, está en la incertidumbre.
Su Poder Ejecutivo -el presidente Lugo y sus principales ministros simpatizan con Hugo Chávez- ya había pedido al Congreso que aceptara el ingreso de Venezuela al Mercosur, pero más de un mes atrás el presidente Lugo retiró tal solicitud esperando -según el canciller Lacognata- "un mejor momento" para volver a plantear el tema.

En un comienzo el Congreso nacional daba la impresión de estar aguardando la decisión del Congreso brasileño para resolver la pretensión venezolana de ingreso al Mercosur. Ahora el panorama habría cambiado, pues en el Senado al menos, la negativa al ingreso de Venezuela al Mercosur tendría mayoría.

De todos modos, si el Brasil llegara a aceptar la petición venezolana es probable que el Paraguay también lo haga, pues dado que ya media la aceptación argentina y uruguaya, los legisladores paraguayos no querrían ser los únicos "enemigos" de Venezuela al vetar su ingreso al bloque.

El Mercosur, sin embargo, es un pacto que para nuestro país no ha alcanzado la trascendencia que se le asignó inicialmente.
Sus dos miembros mayores, el Brasil y la Argentina, "cumplen sus cláusulas cuando les conviene y las eluden cuando no les conviene".

El tránsito de mercaderías es libre, pero con diversos pretextos, como las reglamentaciones sanitarias y otras por el estilo, aquel principio viene soslayándose con frecuencia.

Al Paraguay, tal vez para lo único que sirvió el Mercosur es para darles atractivos cargos a ciertas personas en organismos como su seudolegislatura, el Parlasur, o en su débil órgano judicial.

En Europa las cosas se hicieron de otro modo.

La sólida Unión Europea actual se desarrolló gradualmente, pues se inició años atrás con la Comunidad del Hierro y del Carbón y luego fue evolucionando por etapas siempre sobre bases inteligentes y básicamente honestas de conveniencia común.
Si algún rasgo pintoresco ofrece hoy es que uno de los pocos países europeos que no ingresaron en la Unión Europea es la Confederación Helvética, Suiza, quizá por ser el tradicional refugio financiero de Europa y aun del mundo.

El Mercosur, en tanto, es algo con carácter típicamente latinoamericano:
"Muchas palabras pero pocas realizaciones positivas comúnmente beneficiosas para todos sus miembros por igual"

En el Uruguay, al menos, ya se ha hablado de salir del acuerdo o de pasar a una adhesión de menor grado que la de miembro pleno, como la que adoptaron Chile y Bolivia en una postura que no obedece solamente a que ambos estados ya integran una organización de naciones andinas, sino también, particularmente en el caso de Chile, de no verle muchas ventajas al Mercosur y menos aún la tendría, si llegara a ingresar en él la Venezuela de Hugo Chávez.

En definitiva, para que el Paraguay pueda aceptar el ingreso de Venezuela al Mercosur como miembro pleno del mismo, sería necesario contar con buenas razones.

Hoy ese país está regido por un dictador que viola los más elementales derechos humanos de sus habitantes, y que además, con su actitud irracional y prepotente, está colocando a la región al borde de una guerra fratricida.

El ingreso de Hugo Chávez va a contaminar este emprendimiento regional, lo que hará aún más lenta su marcha en búsqueda de alguna integración económica.

En estas condiciones, nuestro país no puede empeñar su voto en contra de los postulados del propio Mercosur.

www.novaparaguay.com

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