Por Macky Arenas
Basta salir de Venezuela para percatarse, sin mayor esfuerzo, de los parecidos que delatan la copia al calco de las tácticas chavistas.
Gobiernitos muy similares que soportamos los latinoamericanos por obra y gracia de nuestro desatino al elegirlos.
Porque ciertamente llegaron allí por los votos, pero cada vez es más claro que una cosa es una elección democrática y otra un gobierno democrático...
Y cuando el uno no sigue a la otra, estamos en presencia de un autoritarismo de esos de nuevo cuño, que se barnizan de legalidad cuando en realidad son más transgresores que una dictadura en toda regla, gorilones y tanquetas incluidos.
El buque insignia de estos fraudes a la voluntad popular es el régimen chavista, que permea aguas abajo en el continente de la mano de la chequera y con bajo el lema "Embusteros del vecindario, uníos!".
Porque el engaño es el instrumento y la pobreza el ingrediente.
El populismo que venden estos gobernantes devenidos en mandantes de la peor especie, necesita de pobres para sobornar y de ignorantes para embaucar.
Esa es la única explicación del empeño por destruir en lugar de construir y de adoctrinar en lugar de instruir.
Por descontado que un esquema así tiene que controlar y desprestigiar al periodismo libre para desinformar, manipular y someter.
En Buenos Aires, sede de la 65 Asamblea General de la SIP, pudimos constatar el pleno desarrollo de tal proyecto.
Es claro que el gobierno de la pareja Kirchner se despeña por los barrancos de la impopularidad.
El recurso del que echa mano, como Chávez en Venezuela, es el hostigamiento a los medios.
Pero no directamente, eso ni hablar.
No van a sumar rechazo al que ya les profesa el público.
Para eso están los sindicatos, detrás de cuyas amplias espaldas se esconde el gobierno.
No es la PresidentA Cristina, sino los camioneros quienes atacaron a los diarios El Clarín y La Nación.
Por cierto, van ya cuatro ataques en tiempo récord, según nos contaron sus editores.
Entre gallos y media noche bloquean la salida de los diarios.
El viernes pasado, cerca de la medianoche, 150 camiones cerraron el paso a las plantas impresoras de los dos diarios.
La policía custodió "pero no intervino".
Ya en la madrugada se retiraron; dicen los enterados, que el líder de los camioneros recibe instrucciones de la propia Kirchner detrás de bastidores.
Tanto la arremetida como la retirada fueron muy oportunas: estando la SIP en Buenos Aires se le envían esos confusos mensajes que acostumbra la democracia de barniz: respetamos la protesta, pero igual protegemos a los diarios; la ofensiva no es del gobierno, es de los sindicatos. Y no falta quien lo crea, pero en la SIP el comentario era uno sólo:
"Kirchner y Chávez con tácticas similares contra la prensa"
Si bien es cierto que este representó el ataque más serio a los diarios desde el retorno de la democracia a la Argentina, también lo es el que pronto comenzará a ser parte de la cotidianidad, como lo es en Venezuela.
Y ello comporta el riesgo de que el hostigamiento se haga un hábito, lo que trae como consecuencia que la propia sociedad vaya relajando las resistencias y salga de la agenda de prioridades la defensa de la libertad de expresión como un valor y de los medios libres como un derecho.
Es justo lo que buscan.
Porque el acceso a la verdad es vital para un país atrapado en la mentira como política de Estado.
Y, como decía Bernstein -caso Watergate, Washington Post- "el periodismo sigue siendo la mejor versión de la verdad que es posible obtener".
Dar tiempo a estos gobiernos es suicida...
Macky Arenas
Socióloga y periodista
mackyar@gmail.com
Boletín Info-RIES nº 1102
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*Ya pueden disponer del último boletín de la **Red Iberoamericana de
Estudio de las Sectas (RIES), Info-RIES**. En este caso les ofrecemos un
monográfico ...
Hace 5 semanas
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