La nación debe emplear toda su energía en la reconstrucción de viviendas, caminos, puertos y negocios para levantarse y emerger aún más fuerte de una de las mayores catástrofes de su historia.
Latinoamérica
El nuevo Presidente de Chile, Sebastián Piñera, recibe este 11 de Marzo un país duramente afectado, física y psicológicamente, por el terremoto del 27 de febrero y su mayor desafío será ponerlo a andar lo más pronto posible.
Por Angélica Mora
La tarea será ardua y de largo alcance, con el 75% de la población afectada, de una manera u otra, por el sismo y sus secuelas.
Medio millón de viviendas quedaron inhabitables y casi dos millones deberán ser reparadas antes que llegue el invierno, que está a la vuelta de la hoja del calendario.
Solamente en la región de Bío-Bío y Maule, donde queda la ciudad de Concepción una de las más afectadas en la tragedia, las autoridades estiman que la tarea de recoger los escombros tomará hasta el mes de septiembre.
Los expertos indican que cuando la limpieza quede lista, sólo entonces comenzarán las proyecciones de las dos enteras provincias, las cuales tomarán aproximadamente 10 años en ser reconstruidas.
Según cálculos del embajador de Chile ante las Naciones Unidas, Heraldo Muñoz, los costos de la reconstrucción total de la región han sido estimados por sobre los 30.000 millones de dólares.
Piñera deberá nadar muy suave en las aguas calientes de los reproches contra el gobierno saliente.
Las críticas debe dejárselas a los afectados que hoy censuran a la Presidenta Michelle Bachelet por la lenta respuesta ante la tragedia. Especialmente por no alertar a la población del peligro de un maremoto, no haber tomado decisiones rápidas para evitar los actos de pillaje que se llevaron a cabo contra una población indefensa y no haber enviado helicópteros con ayuda de emergencia a los sobrevivientes, en los tres primeros días luego del terremoto.
Por su parte, miembros del gobierno reconocen que la mañana del sismo estuvo marcada por un fuerte debate sobre si se debía permitir la entrega del control operativo de la región afectada a los militares.
El “Síndrome Pinochet” y lo ocurrido durante el golpe de 1973, primó sobre el análisis frío de la situación y un grupo de asesores, entre ellos el jefe de la Secretaría de Comunicaciones, Juan Carvajal y el jefe de gabinete presidencial, Rodrigo Peñailillo, recalcaron en la reunión que si se entregaba el control a los militares esta medida terminaría afectando la imagen de Michelle Bachelet y la presentaría como cediendo su autoridad ejecutiva a los militares.
“Para una Coalición que luchó contra la dictadura, la idea de tener a los militares en la calle no fue fácil”, explicó el ministro Bitar, exteriorizando por primera vez parte de ese debate interno.
Cientos de chilenos pagaron con sus vidas ese y otros errores del gobierno de Michelle Bachelet.
Lo ocurrido durante el devastador terremoto y luego del tsunami, abrió nuevas heridas en un Chile largamente dividido por la política.
Los nuevos habitantes del Palacio de la Moneda tienen que ir con cautela para no cometer una equivocación en sus críticas, que podría ser fatal en las frágiles aspiraciones de unidad nacional.
El nuevo gobierno ha visto que los puntos de su plataforma electoral -presentada por Piñera el año pasado- ya no sirven.
Luego del terremoto se ha tenido que bosquejar una nueva agenda donde la prioridad será aceptar la solidaridad de todos los partidos políticos, sin excepciones, para poder levantar el país de la ruina física y del terremoto social y psicológico en que ha quedado luego de la tragedia.
Piñera no ha hecho acusaciones públicas en contra de la presidenta saliente Michelle Bachelet.
Esto se debe a que no sería ético y además Chile no necesita divisiones políticas. La nación debe emplear toda su energía en la reconstrucción de viviendas, caminos, puertos y negocios para levantarse y emerger aún más fuerte de una de las mayores catástrofes de su historia.
Por eso, la tarea de Sebastián Piñera debe ser de guía del país, para reconstruirlo moral y físicamente, comenzando desde hoy, al asegurarle a los chilenos que juntos pueden conquistar la tarea de la reconstrucción en todo sentido y llevar a la nación al puesto que ocupaba antes de la fatídica madrugada del 27 de febrero.
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TESTIMONIO
Todo está regresando a la normalidad por acá: la luz anteayer y el agua.
La extracción de la basura se realiza a partir del segundo día con un camión nuevecito que se salvó (por suerte)
Han despejado las calles, la playa la están limpiando, las personas en los albergues (entre éstos mis viejos), hay comida y apoyo...
Han seguido encontrando víctimas y otras no aparecerán más...
Juan Contreras Bustos desde Curanipe Marzo 10, 2010
Boletín Info-RIES nº 1102
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*Ya pueden disponer del último boletín de la **Red Iberoamericana de
Estudio de las Sectas (RIES), Info-RIES**. En este caso les ofrecemos un
monográfico ...
Hace 3 meses
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