“Más
vale un inútil que un Nerón”. Theodore Lessing
Una
vieja historia aplica a la situación actual de Argentina.
Cuenta
que un judío clamaba en la plaza de su pueblo después de un progrom zarista:
“Vosotros,
que quemasteis nuestras casas y nuestras cosechas;
vosotros,
que demolisteis nuestra sinagoga hasta los cimientos;
vosotros,
que matasteis a nuestros mejores hombres;
vosotros,
que violasteis a nuestras mujeres y asesinasteis a nuestros hijos;
“¡no
abuséis, no abuséis!”.
Y
digo eso porque el martes pasado la Vicepresidente, imputada también por este
monumento a la corrupción, visitó el lugar donde se construirán -pese a su escasa prioridad, sus altísimos
costos y la resistencia de los ambientalistas- las represas Cóndor Cliff y
Barrancosa (que rebautizará con los nombres de Néstor Kirchner y Jorge
Cepernic), en la Provincia de Santa Cruz…
Y
lo hizo acompañada por Gerardo Ferreyra y Osvaldo Acosta, dueños de Electro
ingeniería, procesados con ella en la “causa de los cuadernos”.
Para
completar el hecho, Cristina Fernández reclamó el Gobierno nacional, que
obviamente integra, la obligación de
construir la Ruta Provincial Nº 9 que debería unir la cordillera con el
Atlántico en esa misma Provincia.
Olvidó
que ese mismo camino fue “licitado” durante el período presidencial de su
marido muerto y, en el suyo, fue pagado ($ 500 millones de la época)
anticipadamente a Lázaro Báez que, por supuesto, nunca lo construyó pero
“retornó” el importe a los Kirchner mediante el falso alquiler de camas en los
hoteles familiares, ubicados a centenares de kilómetros.
Pero no fue sólo
eso lo que me asombró, pues la frutilla del postre fue la designación de Anímal
Fernández como Interventor en Yacimientos Carboníferos Fiscales (YCF), a cargo
de la mina y de la usina de Río Turbio.
Este
nombramiento fue una nueva “mojada de oreja” a la sociedad ya que es poner al
zorro a cargo del gallinero y garantizar la impunidad de todos los implicados
en esa mega estafa.
Por
este emblemático caso de corrupción están ya en juicio oral Julio de Vido,
Roberto Baratta, el ex Presidente de la Unión Industrial Argentina (Juan Carlos
Lascurain) y hasta empresarios españoles de la quebrada Isolux.
Hay
que recordar algunos hechos absolutamente comprobados:
La
mina es incapaz de proveer el carbón, en calorías y en cantidades, que la
central térmica requiere para funcionar;
el
combustible fósil en cuestión es absolutamente contaminante;
el
presupuesto original para la construcción se triplicó en dólares;
el
camino de cuatro kilómetros para unir a la fuente del mineral con el destino
fue pagado pero nunca construido;
el
lugar elegido tiene graves fallas geológicas;
el
combustible fósil en cuestión es absolutamente contaminante;
y
la falsa inauguración del complejo pocos días antes del cambio de autoridades
nacionales en 2015, exigida por Cristina
Fernández para organizar un show pese a las advertencias de los técnicos,
implicó la destrucción de una turbina y su reposición costaría nada menos que
US$ 250 millones.
¡Pavada
de lujo se dio la actual Vicepresidente!
El
funcionario designado, además, estuvo implicado en oscuros episodios delictivos
vinculados al narcotráfico, como el triple crimen, la importación de efedrina,
etc., a punto tal que, cuando fue candidato a Gobernador de la Provincia de
Buenos Aires, la propia Iglesia recomendó a sus fieles no votarlo, precisamente
por considerarlo socio local de los mayores cárteles de drogas.
Y
esa acusación fue reiterada por sus entonces opositores que, por esas
originales vueltas que tiene nuestra historia política, hoy ocupan relevantes
cargos en el Gabinete ministerial de Alberto Fernández, responsable de ese
nombramiento.
Recuerdo
que en algunas notas que escribí en esa época pregunté retóricamente a mis
lectores si, conociendo la patológica afición de don Néstor al dinero, alguien
podía pensar que le había dejado el mayor negocio del país –el tráfico de
estupefacientes- a un cuatro de copas como Anímal, y dije que la conclusión
obvia era que los verdaderos dueños eran los propios Kirchner.
La
ciudadanía argentina, justificadamente, está hoy hablando sólo del atroz crimen
de Villa Gesell, y de la epidemia de coronavirus pero, volando bajo los rangos
de detección de los radares sociales, la
dueña del Instituto Patria sigue nombrando a sus alfiles en puestos claves para
evitar que progresen los ya innumerables juicios penales que la tienen como
principal protagonista…
Ha
sumado a Alejandra Gils Carbó y a María Fernanda Silva, otra cultora del
lawfare nueva Embajadora ante el Vaticano.
Ha
dejado el manejo de la economía en las manos del Presidente pero debiera
recordar que ese fue el principal factor de la derrota de Mauricio Macri en
2019.
Si
Alberto Fernández y su equipo no consiguen estabilizarla y recuperarla, algo
muy difícil por cierto, ella también deberá pagar ese inmenso costo.
Para
concluir, mis modestas felicitaciones a quienes hoy festejan un triunfo
espectacular:
De
consuno, Donald Trump y Vladimir Putin lograron, con la colaboración de muchos
suicidas británicos, comenzar a demoler, con el Brexit, el más exitoso y más
prolongado experimento europeo de paz e integración.
Bs.As.,
1 Feb 20
Enrique
Guillermo AVOGADRO
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