Las cartas de Myriam
Por Myriam Obadía
La popularidad del Teniente Coronel, se desliza aceleradamente al foso de la indignación y del repudio.
Su credibilidad, hace tiempo que yace sepultada en un lodo de mentiras y engaños.
¡No podía ser de otra manera!
Abusar con tanta saña, de un país... tenía que tener sus consecuencias.
Cansancios, decepciones, de un pueblo castigado por el deterioro más desgarrador, a su ya precaria calidad de vida.
. Imposible subsistir en un clima aterrador de inseguridad personal y jurídica.
. Imposible también, contemplar impávido, el cambalache de implementos bélicos rusos, por las reservas de la Faja y la comercialización del petróleo que produzca.
. Qué al país se le hipoteque, se le venda, se le endeude y se le asocie, comprometiendo el presente y el futuro, a cambio de una chatarra rechazada por otras naciones.
. Que se abuse de una población indefensa, por la debilidad de unos militares inconmovibles, frente al despojo.
Se apuesta por un cambio... por una democracia.
Ya no asombran esos trapos rojos, que de tanto asomarse, se destiñeron.
Tampoco... que el exacerbado miedo, (al intuir la pérdida de su “industria de leyes”, copiadas del castro-comunismo) amenace con armar a un pueblo que no está dispuesto a derramar la sangre, defendiendo las ambiciones continuistas del que entregó: independencia, soberanía y dignidad, a un gobierno extranjero.
El objetivo de infundir pánico con una fábrica de fusiles Kalashmikov, que es un proyecto, que se quedó en el aire, al igual como quedan todos, en esta revolución impostora: no tuvo eco.
Las provocaciones por repetitivas, no intimidan, ni mucho menos asustan improvisados milicianos, a los que juramentaron sin que todavía le hayan enseñado a portar un fusil. La obsesión de enfrentar a los venezolanos en un baño de sangre, ya es antigua... Emulando al cerebro promotor de esta conspiración perversa contra Venezuela, el ejecutor sueña erigirse en tirano eterno, sobre los cadáveres de sus opositores.
Al igual que lo hicieren los matones Castro, los Ché Guevara y los Ramiro Valdés, con sus adversarios, al jefe le encantaría fusilar a los líderes opositores. Impedido por razones obvias, se conforma con ordenar su muerte política, mandándolos al exilio o a las rejas. Acciones despreciables en un individuo que fue electo en una democracia, en la cual la pluralidad política convivía y se ejercía en armonía, como en todo país civilizado.
El motor de esta “revolución” es la venganza continua contra el sector generador de empleos y riquezas, dando al traste con el espíritu emprendedor del venezolano. Consecuencias de ello, han sido el aumento de la pobreza, la multiplicación de la indigencia, el colapso de los servicios públicos y el deterioro físico del país.
Como tantas otras frustraciones, los sin techo, se quedaron sin vivienda, que hoy… la burla, nuevamente ofrece, pero ya no... construidas por los chinos, sino por los bielorrusos y los rusos.
Total: ¡Otro gobierno comunista fracasado!
Mientras doscientos mil escolares no reciben alimentación, por falta de pago a las madres procesadoras, la “revolución” enguerrilla a los adolescentes. Los entrena en las prácticas del disimulo, la delación y el espionaje. Los orienta al odio, al resentimiento y a la envidia, cualidades que “no deben faltar en un leal y buen revolucionario”.
Lo cierto es, que la popularidad del caudillo cae y seguirá cayendo, acontecimiento previsible, cuando un gobernante incumple sus deberes constitucionales; cuando se extralimita en el ejercicio de su autoridad; cuando se burla de las leyes; cuando pone en ridículo la voluntad popular y cuando utiliza como caja chica de todos sus antojos, a la empresa proveedora del sustento y al Banco Central del país.
¡No es éste el país que soñamos... ni éste es, el mandatario que merece un pueblo democrático!
Myriam Obadía
Abogada venezolana
mybuho7@gmail.com
Boletín Info-RIES nº 1102
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*Ya pueden disponer del último boletín de la **Red Iberoamericana de
Estudio de las Sectas (RIES), Info-RIES**. En este caso les ofrecemos un
monográfico ...
Hace 1 mes
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