En Yerba Buena hay un Oratorio de Adoración Perpetua en el que reinan el silencio, el respeto y la paz.
En la siesta del viernes, tres oradores rezaban cuando de pronto – no saben cómo – advirtieron algo en el rostro de Cristo en un cuadro de la última cena, que al parecer, serían gotas de sangre.
Miles de fieles hacen cola para ver este fenómeno mientras la Iglesia pide cautela y recomienda orar.
Hay que rezar por el respeto a la vida, a la familia, hay que pedir especialmente por la paz, dijeron sacerdotes consultados.
En el interior del Oratorio del sagrado Corazón de Jesús, tres personas estaban inmersas en sus lecturas y en sus plegarias.
Jorge Iramain, Mercedes Macome y Luciana Müller tenían el turno de 14 a 15, como cada viernes y eran, según contaron, las únicas personas en ése momento adorando al Santísimo.
De pronto y no saben cómo, todos se dieron cuenta que algo brotaba de la cara del Cristo, en un cuadro de la última cena, que está justo debajo del Santísimo. Jorge Iramain nos contó ayer impresionado, que se acercaron a ver y quedaron sorprendidos al advertir una especie de “lágrimas de sangre”, de inmediato llamaron al Padre Antonio Gandur, párroco de la zona y en pocos minutos la noticia se difundió por todo Yerba Buena, una ciudad residencial a sólo 7 Km del centro.
El Padre Gandur, así como otros sacerdotes consultados por Periodismo de Verdad, pidieron a los tucumanos ser muy cautelosos con las interpretaciones y los mensajes y no hacer demasiado alboroto. Mientras tanto, tres bioquímicos han sacado muestras de la sustancia rojiza para analizar si realmente puede ser sangre.
Mientras tanto, las colas para entrar al oratorio son cada vez más largas y cientos de vecinos se dan cita en la puerta del Oratorio, sobre Avenida Aconquija, para rezar el rosario y cantar.
Lo más impactante, dijo Jorge Iramain, fue que los tres leíamos libros diferentes, pero una cita del Evangelio casi idéntica, en la que el mensaje era “rezar y acompañar a la Madre en los últimos momentos de agonía de la Iglesia”. La gente espera y reza, el silencio y el respeto es total.
Todos sienten que es un llamado de Cristo, que nos pide orar. Cristo nos pide sacrificio, nos pide rezar por la vida, por la familia (contra la que tanto se está atentando en estos días), por la paz que tanto necesitamos, dijo un Sacerdote ante la pregunta de los fieles.
Cada uno a su manera interpreta y siente el mensaje. Pero todos responden como si fuera un llamado urgente, mientras despacito se preguntan que no estará queriendo decir Jesús en estos días.
Cristo sangró en el día del Corazón de Jesús, toda una significación, manifestaban algunos.
Lo cierto es que la familia y la Patria viven momentos muy tensos, muy difíciles. Hay que pedir por los que esperan perdón, por los que debemos perdonar, hay que pedir que nos enseñe Dios a ser misericordiosos, para lo cuál debemos despojarnos de nuestras miserias, hay que pedir que haya justicia, templanza, fortaleza, paz.
A éstas horas de la noche el desfile de gente continúa, hay familias enteras, jóvenes, niños, ancianos…no sabemos a ciencia cierta si son realmente lágrimas de sangre como parecen. El color no ha cambiado ni se ha modificado, como si el Cristo siguiera “sangrando”.
Como sea, lo cierto es que de una u otra forma, todos respondimos al llamado con prisa, dejando cualquier otra cosa de lado, sintiendo que era urgente acudir y ponernos de rodillas a orar.
Maravilloso lo que este Cristo ha logrado. Quiera Dios que podamos ser instrumentos de su paz.
Luz García Hamilton - Periodista - Periodismo de Verdad
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