A pesar de encontrarme encerrado injustamente en los calabozos de la policía política venezolana, les escribo cargado de optimismo y de esperanza, porque se acerca la hora de nuestra liberación. Queridos amigos de UnoAmérica
A pesar de encontrarme encerrado injustamente en los calabozos de la policía política venezolana, les escribo cargado de optimismo y de esperanza, porque se acerca la hora de nuestra liberación.
No me refiero sólo a la mía y la de los prisioneros políticos que me acompañan, sino a la liberación del pueblo venezolano y de todos los pueblos que se encuentran aprisionados por el Socialismo del Siglo XXI: Argentina, Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua y Uruguay.
Cuando el Foro de Sao Paulo (FSP) fue creado hace veinte años, representaba alguna esperanza, porque criticaba a los partidos tradicionales y prometía justicia social; pero luego de alcanzar el poder en quince naciones latinoamericanas, el FSP ha defraudado sus promesas y ha traicionado a los más pobres.
En lugar de resolver los problemas de la región, los gobiernos vinculados al Foro de Sao Paulo los han agravado considerablemente, y además han introducido factores de división y de enfrentamiento que nuestros pueblos rechazan.
El caso mas emblemático de este fracaso se observa en Venezuela. Pese a que el gobierno de Hugo Chávez ha administrado en estos doce años un billón de dólares -cifra superior a la suma administrada por todos los gobiernos anteriores juntos-, los índices de pobreza se mantienen constantes, la inseguridad ha cobrado mas de 120 mil muertes, la inflación acumulada se acerca a 800%, el déficit de vivienda es de 2.5 millones de unidades, y los apagones mantienen a oscuras el 60% del territorio nacional. Este año, por primera vez en décadas, las utilidades a los empleados públicos se pagarán de manera fraccionada; lo cual enardece a los trabajadores, porque Chávez dilapida los petrodólares venezolanos en el exterior, ya sea comprando armas innecesarias, subsidiando la revolución cubana o pagando sueldos en Nicaragua. Por si fuera poco, el gobierno venezolano es objeto de numerosos escándalos, que lo vinculan a la corrupción, al narcotráfico y a las FARC.
En sus propios documentos, el Foro de Sao Paulo reconoce que ha sido vencido electoralmente en Panamá, Costa Rica, Chile y Colombia; y que sufrió una derrota humillante en Honduras. También admite otros fracasos, como la huelga policial en Ecuador, la inhabilitación de Piedad Córdoba en Colombia, y la pérdida de la mayoría parlamentaria en Venezuela.
Pero aunque el triunfo de la democracia esté asegurado, no debemos cantar victoria. Como fieras heridas, los gobiernos del ALBA intentarán mantenerse en el poder por todos los medios, radicalizando su proyecto y promoviendo conflictos en la región. Esto explica la ola de confiscaciones en Venezuela, la aprobación de la nefasta ley anti-racismo en Bolivia y la reciente invasión militar nicaragüense al territorio de Costa Rica
La misión de UnoAmérica durante el año 2011 será, entre otras, detectar y prevenir estas violaciones y conflictos, a fin de conducir una transición pacífica y razonable hacia gobiernos democráticos y respetuosos de los derechos humanos.
Quisiera felicitarles por los numerosos éxitos alcanzados durante estos dos años de funcionamiento. En apenas 24 meses, hemos logrado desenmascarar el proyecto del Foro de Sao Paulo, aglutinar los sectores democráticos de nuestra región, defender las democracias cuando han sido amenazadas, luchar por los presos políticos latinoamericanos, representar a las víctimas del terrorismo, realizar conferencias en diversos países, establecer relaciones institucionales en Estados Unidos y Europa, y elaborar importantes investigaciones, las cuales han servido para editar informes y libros impresos o electrónicos.
Nuestros éxitos también pueden medirse por la forma -muchas veces histérica- como nos atacan nuestros adversarios, a través de medios oficiales, como Granma, la Agencia Bolivariana de Noticias o el canal del Estado argentino. Nos acusan falsamente de los crímenes mas inverosímiles, nos responsabilizan de variadas conspiraciones, y muestran su preocupación y hasta temor por nuestro crecimiento. Durante el XVI Encuentro del Foro de Sao Paulo, realizado este año en Buenos Aires, dedicaron a UnoAmérica un panel, titulado "la contraofensiva de la derecha latinoamericana".
Se equivocan al catalogarnos de esa manera, porque UnoAmérica no representa un proyecto ideológico, sino un programa de acción, cuyo objetivo es erradicar la pobreza, a través de programas de desarrollo, industrialización y pleno empleo. Pero para llevarlo a cabo, primero es necesario combatir el neo-comunismo, el narcotráfico, el terrorismo y la corrupción, inherentes a todos los gobiernos del Foro de Sao Paulo.
UnoAmérica también defiende las instituciones fundamentales, como las Fuerzas Armadas; promueve la integración iberoamericana; y se identifica con los valores y principios de la civilización cristiana occidental; porque sobre todo esto se sustenta la identidad histórica y la subsistencia futura de nuestras naciones.
Queridos amigos, quisiera a través de ustedes hacer llegar tres mensajes importantes:
El primero, al gobierno peruano: El pasado 16 de noviembre, el Foro de Sao Paulo creó en Lima la "Secretaría Andino-amazónica" de esa organización, nombrando como secretario ejecutivo a Javier Diez Canseco, fundador del Partido Socialista del Perú.
El objetivo de esta rama del FSP es desestabilizar al gobierno de Alan García, promover la infiltración de las FARC en el Perú, y resucitar los grupos terroristas que fueron derrotados en el pasado, como Sendero Luminoso y el MRTA.
Javier Diez Canseco pertenece al Consejo de Redacción de la revista América Libre, órgano de difusión del Foro de Sao Paulo (www.nodo50.org/americalibre). En dicho Consejo, todavía figura Manuel Marulanda, alias Tirofijo, el extinto líder de las FARC, junto con otros importantes dirigentes de grupos terroristas. latinoamericanos.
El segundo, al presidente Juan Manuel Santos: Deseo felicitarlo por los logros alcanzados durante los primeros cien días de su gestión; pero también sugerirle respetuosamente que reconsidere la forma como se relaciona con el señor Hugo Chávez.
Comprendo su intención de defender los intereses económicos de Colombia; pero llamar a Chávez su "nuevo mejor amigo" ofende a los factores democráticos de Venezuela y confunde a sus propios seguidores. No hay forma de ocultar la relación del gobierno venezolano con los terroristas de las FARC, ni las repetidas ofensas que ha proferido al pueblo colombiano. Además, no conviene asociarse con un régimen que se tambalea; es preferible guardar distancia y prudencia, hasta que asuma un nuevo gobierno, con el cual pueda relacionarse de manera segura y sincera.
Tercero, al presidente Porfirio Lobo: Me preocupa que ceda a las presiones del Foro de Sao Paulo y de sus agentes encrustados en la OEA, para cumplir con las exigencias de Zelaya; porque de esta forma le da la espalda a sus verdaderos aliados y provoca su propia desestabilización.
Contrasta la actitud del presidente Lobo con la su vecino salvadoreño, Mauricio Funes, quien habiendo sido elegido Presidente gracias al Frente Farabundo Martí -partido fundador del Foro de Sao Paulo-, decidió distanciarse de la línea de Hugo Chávez. Al parecer, Funes es capaz de percibir los cambios que se avecinan en el futuro cercano y no quiere anotarse con el bando perdedor. A Lobo le convendría actuar de la misma manera.
Quisiera aprovechar esta oportunidad para agradecer sinceramente a todos aquellos que han manifestado su preocupación por mi encarcelamiento y a quienes han enviado mensajes de apoyo y de solidaridad..
Me encuentro bien de salud, firme en mis convicciones y muy orgulloso de estar la cárcel; convencido de que mi sacrificio proporciona un gran beneficio al pueblo venezolano y sirve para desenmascarar las características totalitarias del régimen que nos gobierna.
Finalmente, quisiera pedirles que se encomienden a Nuestra Señora, la Virgen de Guadalupe, Patrona de América Latina y también Patrona de UnoAmérica.
Me despido con un abrazo de hermano, que los quiere y los admira, por su valentía, por su perseverancia y por el profundo amor que profesan a sus respectivas naciones.
Alejandro Peña Esclusa
Presidente de UnoAmérica
Prisionero Político
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