"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

jueves, 9 de junio de 2011

Que el último apague la luz

FUGA DE CAPITALES

Que el último apague la luz y 4 gráficos para entenderlo Economía & Regiones

 No hay discurso gubernamental frente a la persistente fuga de capitales. Contra la inflación, Guillermo Moreno tomó medidas (todas inútiles) pero al menos apareció un discurso gubernamental: todo dato no oficial es errado. Pero con la fuga de capitales es diferente y el silencio no hace más que consolidar la tendencia.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Economía & Regiones) / URGENTE 24

El dólar “contado con liquidación” surge de las operaciones en las que se triangulan pesos, bonos y dólares.

En la actualidad se usa para “fugar” divisas y su cotización alcanzó $ 4,46 por dólar en el último mes; es decir un 6,5% más que el billete oficial.

Al mismo tiempo, en las plazas oficiales mayorista y minorista el tipo de cambio está planchado en $ 4,09 y $ 4,12 por dólar respectivamente. La autoridad monetaria compra el exceso de oferta de dólares en el mercado presente para asegurarse un piso en la cotización y, paralelamente, vende en el mercado futuro para asegurarse un techo en el corto plazo.

Esta disociación entre el tipo de cambio oficial y paralelo no es una novedad. En junio 2009, también en época pre electoral, la brecha tocó prácticamente 25 centavos. El contado con liqui utilizando el Boden 2012 (el bono en dólares más líquido de la plaza) fluctuaba entre $ 3.93 y $ 3.99, mientras que el dólar oficial de referencia era $ 3.76 / $ 3.78: 4% de brecha.

Detrás de la diferencia entre tipo de cambio oficial y el paralelo está la “fuga de capitales”, que es el tópico macroeconómico del momento. Concretamente, la salida de capitales o formación de activos externos del sector privado es la contracara del desdoblamiento del mercado cambiario.

Es decir, a medida que se acrecienta la salida de capitales privada aumenta la cotización “no oficial” de la divisa.

En 2007 la salida de capitales privados se incrementa con la incertidumbre que traen aparejadas las elecciones presidenciales.

En 2008, se acelera con el conflicto entre el campo y el Gobierno Nacional y se potencia con el estallido de la crisis financiera global y se mantiene durante todo el primer semestre de 2009.

Más tarde, con la recuperación de los precios internacionales y el debilitamiento del dólar -en el escenario internacional-, la formación de activos externos vuelve a reducirse hacia finales de 2009 y durante 2010.

Sin embargo, la fuga de capitales reaparece este año y, de acuerdo con los datos oficiales (que llegan sólo hasta marzo 2011), en los primeros 3 meses de este año la formación de activos externos del sector privado ascendió a US$ 3.676 millones, es decir un 35% y un 4% menos que en el mismo trimestre de 2009 y 2010 respectivamente.

Sin embargo, se habría duplicado durante abril, mayo y lo que va de junio. De acuerdo a nuestras estimaciones, la fuga alcanzaría un total de US$ 9.700 millones durante el primer semestre de 2011; casi lo mismo que toda la fuga de 2010 (US$ 11.400 millones). Paralelamente, en todo 2011 llegaría a US$ 21.700 millones, superando la fuga de 2009 (US$ 14.123 millones) y ubicándose próxima al nivel de 2008 (US$ 23.098 millones).

En este marco, hay que hacer varias aclaraciones.

En 1er. lugar, la fuga de capitales del 1er. trimestre es significativa, pero se ubica dentro de los parámetros habituales que se observan desde 2007. No obstante, la aceleración acontecida en abril, mayo y junio hace que la formación de activos externos del1er. semestre se ubique en niveles similares a los del 2008 y 2009.

En la actualidad, la fuga de capitales es un fenómeno cuyo origen es multicausal.

1ro., el 2011 es un año electoral que implica un contexto de incertidumbre política que incentiva la fuga de capitales.

2do., la decisión de reforzar los controles y aminorar la magnitud del dólar paralelo, sólo potencia aún más la fuga de capitales y la suba del mismo.

3ro., la desconfianza que provocan las señales de que el Gobierno intensificaría su intervención en la economía (discurso Feletti), también incentiva la fuga y el aumento del dólar no oficial.

4to., la apreciación del tipo de cambio real y las consecuentes expectativas de devaluación futura acentúan la salida de dólares e impactan sobre el tipo de cambio paralelo.

5to., la abundancia de divisas provenientes tanto del intercambio comercial como del ingreso de dólares financieros producto del endeudamiento de las provincias y de las empresas en el exterior
también financia la fuga.

6to., el aumento de la oferta monetaria por encima de los niveles de crecimiento de la demanda de dinero hace que la diferencia se canalice hacia la compra y fuga de dólares.

Decisión de Reforzar los Controles

La Comisión Nacional de Valores (CNV) habría pedido a las sociedades de Bolsa que frenaran las operaciones de compra de títulos en el exterior.

Es que, durante mayo, se habría acelerado la venta de bonos locales en Nueva York, algo que preocupa al Gobierno, no sólo por la fuga de capitales sino también porque trae implícita una devaluación de los títulos soberanos locales; ya que para comprar activos locales en dólares y venderlos en el exterior se dejan de demandar activos en pesos (sustitución de carteras internas por externas).

De hecho, en las primeras semanas de mayo algunos bonos perdieron cerca de 10% de su valor en el mercado interno.

A su vez, desde el Banco Central se habría dado la orden de ajustar los controles en casas de cambio de la city porteña, porque se sospecha que algunas operan el dólar “blue” tras los mostradores.

Estas medidas buscan evitar a toda costa que el dólar suba antes de las elecciones.

Sin embargo, la cotización de la divisa también depende de las expectativas del público.

Si los agentes esperan una devaluación y salen a comprar dólares masivamente, probablemente la devaluación se efectivice (profecía auto-cumplida).

De este modo, las medidas preventivas, suelen alertar al público que, ante la incertidumbre, elige evitar la pérdida de ingresos y minimizar a toda costa el riesgo que le generaría una la devaluación.

Más intervención del Estado en la Economía

Otro aspecto que contribuye con la fuga de capitales es el aumento de la intervención del Estado en la economía. Las declaraciones del vice-ministro de Economía, Roberto Feletti, así como las recientes medidas de intervención Estatal como las licencias no automáticas a las importaciones (trabas a las importaciones) o el denominado “efecto Anses” incentivan el des-ahorro interno.

Ante la elevada presión tributaria (40% en 2010) y los cambios inesperados en las reglas del juego, el público elige resguardar sus ahorros en dólares (y no en pesos), que son mantenidos en el exterior o fuera del circuito monetario local.

Expectativas de Devaluación Futura

La inflación sumada a la estabilidad del tipo de cambio nominal (única ancla anti inflacionaria que le queda al modelo), llevó a una fuerte apreciación del tipo de cambio real; o lo que es lo mismo, “la Argentina se estaría volviendo cara para los extranjeros”.

De este modo, el público espera una probable devaluación del peso (1) para recomponer la competitividad perdida, que frene el avance de las importaciones, le brinde protección a la industria nacional e incremente la recaudación tributaria del Gobierno Nacional.

La Abundancia de Divisas

Entre el 2003 y el 2010 la balanza comercial fue un sector clave para solucionar el cuello de botella externo que tuvo la Argentina a lo largo de su historia.

El boom de precio de los commodities (exportaciones argentinas) generó una entrada neta de divisas que el BCRA monetizaba inyectando pesos en el mercado doméstico (para mantener el tipo de cambio elevado).

No obstante, la apreciación del tipo de cambio real (por la inflación) sumado el sostenido aumento del nivel de actividad, generaron un fuerte avance de las importaciones que fue erosionando la entrada de divisas por esta vía.

Así el superávit comercial (anualizado) se viene achicando sucesivamente desde US$ 17.500 millones (enero ’10) hasta los US$ 9.500 millones (abril ’11).

En la actualidad, sólo una parte de las divisas que entra al país proviene del comercio exterior. Cada vez más dólares ingresan al país por el canal financiero. Sucede que la entrada de dólares por préstamos financieros y líneas de crédito viene creciendo (2) y se acerca cada vez más a lo que deja el superávit de la balanza comercial.

En este sentido, en el primer trimestre de 2011 entraron US$ 1.758 millones; el nivel más alto de los últimos años. Esta abundancia de dólares provenientes ya sea de la cosecha o de los préstamos que toma el sector público y privado termina financiando la fuga de capitales.

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(1). No creemos que una devaluación pueda ser efectiva en ese sentido, ya que se trasladaría simultáneamente a precios. Hay que dejar bien en claro que -en la actualidad- una devaluación no tendría los mismos efectos positivos que presentó en 2002, ya que las condiciones macroeconómicas de hoy en día son diametralmente diferentes a las de hace 9 años.

(2). En esta primera parte de 2011, por ejemplo, la provincia de Buenos Aires consiguió casi US$ 800 millones, Neuquén se hizo de US$ 240 millones y entre los principales emisores privados se anotaron Tarjeta Naranja (US$ 300 millones) y Banco Galicia (otros US$ 300 millones).

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