Lo que se podría en San Luis Capital

Desde principios de la década de 1970, unas muy pocas metrópolis del Mundo iniciaron un nuevo camino en materia de transporte y circulación en zonas urbanas y periurbanas.
Algunas, como San Francisco, comenzaron a frenar el avance de autopistas decidiendo por nuevos sistemas de transporte guiado: El BART, un ferrocarril de cercanías que, en forma de X, une el Centro Urbano con extremos de la zona metropolitana cruzando, incluso, por debajo de la Bahía.
La máxima expresión de ese impulso en San Francisco, la dió en la década pasada la decisión de ELIMINAR 3 Km de Autopista en el acceso al centro, transformandola en un acceso parquizado, LENTO, en forma de Boulevard y con reservas en el sector central para implementar tranvías en el futuro.
Otras, algunas también en Estados Unidos, instalaron vías ferroviarias de cercanías en la parte central de las autopistas existentes.

San Luis Capital es un enclave serrano en el que, justo, el ferrocarril buscó alcanzar la Ciudad para servirla (Hace más de un siglo), al tiempo que intentaba su mejor recorrido para superar los desniveles:
Había mejores recorridos, pero optó por cruzar la Ciudad para atenederla.
Hoy, con un franco atraso de reloj, las ciudades argentinas se disponenen a atender a los autos. Sí, medio siglo despues del car's boom.
¿Pero cómo conciliar la necesidad de integrar las calles de la ciudad con la subsistencia del ferrocarril en medio de ella?.
Es fácil: Simplemente utilizando la cabeza y con buena fe.

Primero que nada, las calles de una urbanidad atravesada con el serpenteo de un río o un ferrocarril NUNCA coinciden los entramados a uno y otro lado de ese valle.
Ese "valle" es cicatriz toda vez que los planificadores del entramado y del tránsito no lo aprovechan para mejor.
Es decir, para superar la dificultad como ventaja: El corte puede servir para regular el tránsito.
Por otra parte, en muchos casos, y San Luis Capital no se escapa a ello, las vías recorren de punta a punta con un ancho de traza suficiente como para tener algo más que las vías y, también en muchos casos, las calles laterales recorren todo o casi toda la extensión.
No es muy difícil darse cuenta que, San Luis Capital, puede encarar el desafío de integrar su urbanidad a través de la zoan de vías sin necesidad de cortarlas ni, mucho menos, de eliminarlas.
La vía semiexpresa que hoy construyen puede ser una aberración enemiga de la integración o bien, puede ser un acto de ingenio, donde el verde, los vehículos, las calles transversales y los trenes podrían convivir siendo parte del paisaje y no un atentado a éste.
Sí es claro, que a la morfología de San Luis y, mucho menos, a la circulación del tren y la vía rápida, no le conviene que haya cruces a nviel a todo lo largo del recorrido, pero sí justo donde podrían instalarse las paradas del tranvía urbano diésel eléctrico.
La morfología del recorrido (pendientes, curvas, etc.), no permite el paso de trenes de larga distancia a gran velocidad, por lo que podrían convivir pasos a nivel, paradas de tranvía, de trenes regionales pequeños y pasos a nivel.

Solo es cuestión de pensar en los nietos
Si algo no se entiende, el punto de partida básico es que el Bien Común está por sobre el Bien Local respetando a éste último:
San Luis Capital no puede eliminar la conexión ferroviaria, pero la conexión ferroviaria debe buscar la mejor convivencia con el entorno.

15 de Noviembre de 2011, Ingeniero White
Jorge de Mendonça