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Caricatura de Alfredo Sabat

domingo, 4 de marzo de 2012

Mision bizarra a Angola

Visita a uno de los países más corruptos


Perlitas de la delegación argentina y de la nación africana, gobernada por la misma familia desde 1979.

Por Jorge Lanata 04-12-2012 / diario PERFIL

En pocas horas, 250 empresarios argentinos llegarán al aeropuerto de Luanda, la capital de Angola, en una misión encabezada por Guillermo Moreno.
El secretario de Comercio Interior, Comercio Exterior, Relación con los Monopolios, Encargado del Proceso Manual de Sustitución de Importaciones, Pater del Mercado Central y Espíritu Vivo del Peronismo Militante ha depositado sus sueños en Africa:
En 2011 todo el continente apenas constituyó el 8% de las exportaciones argentinas, y en el intercambio sólo llegó a estas playas el 1%.

Aunque es probable que el interés central del secretario sea el petróleo –Angola es el segundo exportador africano de crudo–, la delegación argentina es diversa: Arcor, Indalo, Cargill, Dilexis y Bodega Zuccardi, entre otros, con el resucitado Carlos Spadone en su rol de bodeguero estrella. Se descarta que el empresario –que bromea ante miembros de la comitiva afirmando que es “el nuevo Jorge Antonio”– no llevará vinos Menem de su cosecha: las botellas fueron oportunamente reetiquetadas como vinos San Huberto. Spadone tiene una amplia trayectoria empresarial demostrada en Angola: en 2011 le vendió a ese país cuarenta cajas de doce botellas, lo que significó una exportación de 956 dólares. Todo suma.

Pero quienes crean que se enfrentan a un viaje bizarro y divertido no leyeron la crónica del periplo en el número de la semana pasada de la revista Veintitrés. Se titula “En la ruta del Che” y lleva la firma de su jefe de redacción, Adrián Murano. En ella se compara al secretario Moreno con el revolucionario Guevara. El Che llegó a Angola en 1965 y Murano, en alas de la apología, desconoce una de sus frases célebres sobre el lugar: “Aquí se puede hacer muy poco”; su crónica de aquellos tiempos relata “los peores días como revolucionario”. La historia, como se sabe, tiende a reescribirse en estos días: “En 1965 un argentino encabezó una ambiciosa misión a Angola cargada de utopías –se publica en Veintitrés–. La más importante: ayudarla a liberarse del yugo imperial. Ese argentino fue Ernesto Guevara. A casi cinco décadas de aquella experiencia libertaria, otro argentino viajará a Angola, pero esta vez con el objetivo de conquistarla. Ese hombre es Guillermo Moreno”. “Del 4 al 8 de marzo –cierra la nota de Murano– 250 argentinos andarán buscando sembrar negocios por las calles donde el Che sembró revoluciones.” Sinceramente, no sé para qué fundé esa revista.

Lo que el periodismo K olvida mencionar es que Angola, el objetivo de nuestros sueños, es uno de los países más corruptos del mundo.
José Eduardo dos Santos lo gobierna desde 1979 y reformó recientemente la Constitución para seguir al mando durante trece años más.
Una de las figuras más representativas de la corrupción en el país es Isabel dos Santos, la hija del presidente vitalicio: ella se encarga de los negocios de la familia, en tanto que la sucesión política le corresponde a su hermano José Filomeno, conocido como “Zenu”.

Angola ha puesto en práctica una especie de “capitalismo de Estado” en el que la mitad pertenece al Estado y éste se vincula a una firma madre, Sonangola, cuyos socios son miembros o parientes de la familia presidencial.
Isabel es ingeniera electrónica formada en Londres y comenzó su imperio con Urbana 2000, la empresa que monopolizó los servicios de recolección de basura de Luanda.
Luego se expandió al mercado de diamantes a través de la compañía Tais, asociada con capitales suizos; junto a inversores israelíes desarrolló Terra Verde, que suministra frutas y vegetales a todos los hoteles de la capital y, a través de Geni Novas Tecnologías y Unitel, entró al mercado de comunicaciones, con ingresos por 527 millones de euros el año pasado. También tiene un cuarto de la propiedad del Banco Internacional de Crédito (BIC).

Otro de los casos más resonantes de corrupción gubernamental en Angola parece provenir de un casting de apellidos:
Aguinaldo Jaime se llama el ex presidente del Banco Central entre 1999 y 2002, sospechado de transacciones irregulares por 2.400 millones de dólares con bancos de Estados Unidos (¿será el primo negro de Ricardo Jaime?).
No en vano un informe de 31 páginas de Human Rights Watch publicado por Afrol News afirma que el gobierno de Angola está ganado por la corrupción generalizada y la mala gestión:
en el Indice de Percepción de la Corrupción 2009 de Transparency International Angola subió del puesto 158, de un total de 180 países, al puesto 162.
Con ayuda de la Argentina, logrará seguro un lugar todavía mejor en la tabla...

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