Niños de posguerra

El tres per cent

La víctima bisoña del obús 'subprime' apura el abrigo de esa pared tambaleante, proyecta su primer máster para no ingresar en el limbo del laburo y mantenerse en el presente mientras el horizonte se reconstruye.

El hijo del déficit lo es también del yogur.
Nunca bebió caldo de castaña, ni le fue negado el magro hasta el día de la fiesta patronal.
La juventud española no sabe de hambruna y mira desde el uno ochenta largo, pero arrastra una pierna. Avanza hemipléjica, con la mitad de sus miembros inmóviles, parados.

Los primos de la prima de riesgo tienen veintialgo, no cinco.
Cuando empezó el bombardeo, no pudieron huir en barco al amparo comunista de la URSS.
Contemplaron la destrucción y escapan ahora, ya crecidos, en el vientre 'low cost' de Ryanair, para renacer allá por donde se rediseña con rotring Schengen el capitalismo y los continentes.

Abajo huele a escombro.
Se racionan los subsidios.
Las universidades siguen esputando licenciados boloñeses.
Los plazos para acabar el horizonte van a alargarse (las piezas vienen de Alemania, usted me entenderá)
Se nos acaban los posgrados
¿Quién quiere ser voluntario?
El becario peina canas y, claro, los reyes se desvelan.

Víctor Mondelo / Periodista / El Mundo.es
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El Rey Don Juan Carlos ha dicho hoy que una de las consecuencias de la crisis, el desempleo juvenil, le "quita el sueño" por lo que supone para el futuro de España, aunque se ha mostrado confiado en que "con el esfuerzo de todos" saldremos adelante.

El Rey ha pronunciado estas palabras durante la ceremonia de entrega de las becas de la Fundación La Caixa, en Barcelona, que han recogido 124 universitarios y que cuentan con una dotación global de 8,1 millones de euros.