"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

viernes, 1 de junio de 2012

¡¡¡Ni "mu"!!!

Por Susana Merlo
Campo 2.0

Mientras se acentúa el nuevo conflicto con el campo por las eventuales subas de impuestos, ahora desde las principales provincias granarias del país va cobrando cada vez mayor envergadura, lógica si se considera que simultáneamente se van conociendo los daños reales que causó primero la sequía, luego las inundaciones, y se agrega además la incertidumbre sobre con qué valor del dólar hay que hacer los cálculos, un llamativo silencio que rodea los principales despachos oficiales de la órbita nacional.
A diferencia de 2008, cuando el entonces Ministro del Interior, Aníbal Fernández, salía periódicamente con sus diatribas contra el campo, o el propio Daniel Scioli aparecía al lado del entonces presidente Néstor Kirchner, respaldando la propuesta de la Resolución 125 de retenciones móviles, ahora ningún funcionario de la Nación ni legislador nacional parece tener nada que decir al respecto. 
Ni a favor, ni en contra…
Es cierto que para algunos, una de las principales diferencias respecto a entonces es, justamente, que el Gobierno central parece haber aprendido y, en este caso, en lugar de salir directamente a subir gravámenes “mandó” a las provincias a que lo hagan y no tener así los costos políticos de semejante decisión.
En cualquier caso, por esta u otras razones insondables, a esta altura no queda claro si la cartera de Agricultura es solo muda o también autista.
Nada dijo, por ejemplo, del prolongadísimo conflicto pesquero que, además de las restricciones conocidas, impidió exportar por más de un mes, provocando pérdidas millonarias. 
Y eso, a pesar de que el actual Ministro antes era, justamente, Secretario de Pesca y que, según dicen, pretende ser Gobernador de su provincia, con intereses muy fuertes en ese rubro.
Tampoco se pronunció sobre el tema lechero que, más allá de cualquier consideración, puede tranquilamente justificar su “largo” reclamo (más de 7 años) en que ahora es, prácticamente, el único sector que, a pesar de la inflación, está cobrando menos que el año pasado.
Y, mientras siguen sin materializarse los compromisos de las usinas con los tamberos, algún funcionario de tercer nivel se da todavía el lujo de afirmar que “(en lechería) 2012 será récord”.
¿De qué…?

Desde Agricultura, tampoco se oyó ninguna palabra oficial sobre la crisis frigorífica que va a cumplir 2 años, con cierres continuos de plantas.
Menos aún, alguna forma de reconocimiento sobre la errónea política oficial que desembocó en el caos ganadero de fines de 2010/11, y que se prolonga todavía.
Los problemas de comercialización del maíz y del trigo siguen tal cual, impidiendo la operatoria y provocando importantes desfases de precios en detrimento de los agricultores.
Según el discurso presidencial de apertura de las Sesiones Ordinarias del Congreso, a principios de marzo pasado, la sequía “casi” no existió (aunque ahora comprueban con toda dureza el error), y la ayuda comprometida por Agricultura sigue sin materializarse.
En cualquier caso, siguen sin mediar palabras, ni para rectificar, ni para ratificar.
Tampoco la cartera se pronunció luego sobre las inundaciones bonaerenses que mantienen bajo el agua a aproximadamente un millón de hectáreas.
Mientras los principales funcionarios del organismo viajan por el mundo firmando acuerdos de biotecnología y similares, parece que la política interna de restricción de exportaciones, de importaciones o el desdoblamiento cambiario (de hecho) que afecta a la mayoría de las empresas de toda la cadena agroindustrial y que significa una retención adicional (de una magnitud de 40%), no son motivo de atención siquiera para algún pronunciamiento.
De hecho, desde que Agricultura fue elevada al rango de Ministerio, nunca más habló sobre “alimentos” ya que el tema pone “nerviosa” a la Ministro Débora Giorgi, que en un momento lo había absorbido y no quería, aunque sea públicamente, renunciar al rubro.
Pero tampoco se pronuncia cuando un área de mucho menor rango, como la Secretaría de Comercio, invade jurisdicción y toma decisiones que no le son propias.

Así las cosas, no puede sorprender demasiado entonces que, a pesar de tener la información más exhaustiva que hay sobre el sector, de contar con todos los “números” y la rentabilidad real de cada área, y a sabiendas de los conflictos operativos que enfrenta cada eslabón de la cadena, ahora, ante los cambios propuestos en materia de política impositiva, el Ministerio de Agricultura haya optado por no decir:
 ¡¡¡Ni “mu”!!!

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