Desde hace 9 años, con cierta periodicidad, el Frente para la Victoria recibe noticias negativas del frente externo.
Cristina Fernández de Kirchner afirmará que la Argentina no ha perdido el litigio iniciado por los bonistas holdout y, por lo tanto, no son noticias negativas.
Es un enfoque miope, habitual en el ladriprogresismo criollo.
Los acontecimientos externos han alentado la ininterrumpida fuga de divisas durante 9 años, el derrumbe de la confianza que no solamente deprimió la calificación financiera del país sino que destrozó las inversiones directas fijas.
Que hagan la suma y la resta correspondiente y vean si no son noticias negativas...
Pero todo indica que la Presidente de la Nación insistirá en esa suerte de sadomasoquismo financiero al que pareciera haberse acostumbrado.
"(...) Luego del fallo del juez Thomas Griesa en Nueva York, la
Argentina marchaba directo a un nuevo default. La salvó la campana y ahora le
dieron 90 días para formular una nueva estrategia judicial.
Eso es lo que la Argentina tiene que resolver ahora, cuando ya no puede
seguir engañando o dilatando: ¿cumplirá o no este país los compromisos que tiene
suscriptos? ¿Sopesa el Gobierno lo que implicaría un hipotético default nuevo
para la economía argentina? ¿Tiene resuelto un desenlace final y sustentable al
reclamo de los bonistas que se negaron a entrar en los canjes de la década
anterior?
Como dice el economista Nicolás Dujovne con bienvenida
frontalidad: “Como en la mayoría de las cuestiones de Estado, en este caso
también el Gobierno ha adoptado una postura infantil. La Argentina aceptó
allanarse a la jurisdicción legal de Nueva York no sólo cuando emitió sus bonos
en los ‘malditos’ años ‘90, sino también al entregar los títulos resultantes de
los canjes de 2005 y 2010. Gestiones de Néstor y Cristina Kirchner. Y vio con
agrado durante muchos años la actuación del juez Griesa mientras éste rechazaba
numerosos pedidos de embargo contra la Argentina”.
Cuando al final del día la causa del fondo NML logró que el juez Griesa
y la Cámara fallaran contra la Casa Rosada, tras años de ser benévolo con la
Argentina, el cristinismo calificó a Griesa de buitre sanguinario. Cristina
reiteró la letanía peronista de toda la vida: “vienen por nosotros”, es una
“conspiración desde el extranjero”, nos quieren disciplinar porque “somos el
contra modelo”, y numerosas pamplinas del género, como si la Argentina siguiera
pensando y actuando como hace 40 años. Cristina, como es habitual, no se privó
de nada. La mujer no parece dimensionar los alcances que tiene la palabra
presidencial. Al aludir a Griesa, se quejó de “colonialismo judicial”. Como dice
Dujovne, esta actitud es “comparable a la de los niños que dejan de jugar cuando
el resultado les resulta adverso”. (...)
El sofocón financiero se ha trasladado a febrero de 2013, pero
no ha desparecido, ni mucho menos, porque si los nuevos plazos evitan por ahora
el riesgo de un nuevo default, la Argentina ocultó que habría hecho el 15 de
diciembre si hubiera debido pagar. Un default no es moco de pavo. Es sinónimo de
cero crecimiento y más desocupación en 2013. Es un punto de inflexión doloroso e
inexorable.
“Mientras esa incertidumbre persista y no se alcance una solución
judicial o extrajudicial a la cuestión de la deuda, un puñal seguirá clavado
sobre las posibilidades de retomar una senda de recuperación sostenida. Hemos
visto un nuevo default desde demasiado cerca”, sostiene Dujovne.
(...)".
"El Subcomité del Hemisferio Occidental de la Cámara de
Diputados estadounidense aprobó ayer (sábado 01/12) un proyecto de ley que prevé
sanciones en contra de la Argentina por no haber pagado los fallos de las cortes
de Nueva York ni los de los Centro de arbitrajes de inversiones del Banco
Mundial. Si bien es difícil que este proyecto se convierta en ley este
año ya que el periodo legislativo termina a fin de año, la votación de ayer es
un indicador mas de la ofensiva que están realizando los fondos buitre no solo a
nivel judicial en Nueva York sino también en Washington.
Promovida, por ATFA, el lobby de los Fondos buitres en el
Congreso (del que participa NML, liderado por Paul Singer, foto), la llamada Ley
de Responsabilidad para los Estados que evaden fallos judiciales (Jefsa, según
su sigla en inglés) dice textualmente que , “prohíbe el acceso a los mercados de
EE.UU. a los Estados extranjeros que como Argentina, no han cumplido con los
fallos de las cortes estadounidenses por 100 millones de dólares o más en un
período de dos años. Prohíbe el acceso al mercado de capitales a las compañías
estatales de aquellos estados que evaden las decisiones judiciales por más de
tres años.
Que Estados Unidos deberá analizar la situación de cumplimento de los
Estados antes de darles ayuda económico o de recomendar asistencia económica de
un organismo internacional. Que el Secretario de Estado debe publicar informes
anuales informales con las lista de países deudores y analizando las
consecuencias de sus conductas para la economía estadounidense”.
El proyecto fue presentado ayer por el diputado saliente
republicano Connie Mack quien habiendo perdido en las elecciones del
noviembre, todo indica que quiso dejar en claro sus criticas contra la Argentina
antes de abandonar su banca a fin de año. “A pesar de que acordó someterse a la
jurisdicción de EE.UU. y renunció a la inmunidad soberana, Argentina litigó en
mas de 150 juicios y se niega a cumplir con 116 fallos establecidos en su contra
por un total de 6.000 millones de dólares.” dijo Mack haciendo referencia a los
fallos establecidos por el Juez Thomas Griesa. “Además Argentina ha demostrada
la misma actitud con respecto por fallos establecidos a favor de inversores
estadounidenses en el CIADI .”
"Los inversores que demandaron a Argentina para recuperar las
pérdidas derivadas de una cesación de pagos de deuda en el 2002 pidieron a una
corte de Estados Unidos que ordene al país depositar al menos US$ 250 millones
antes del 10 de diciembre, mientras se define una apelación a una orden de un
tribunal menor.
En una moción de emergencia presentada en la noche del viernes, los
inversores que no reestructuraron su deuda instaron a la Corte de Apelaciones
del Segundo Circuito a modificar su fallo del miércoles, que detuvo una orden
para que Argentina deposite US$ 1.330 millones en una cuenta en custodia antes
del 15 de diciembre.
Ellos dicen que esto sólo da más tiempo a Argentina para tramar una
forma de evadir los fallos de la corte.
Un portavoz del Ministerio de Economía de Argentina dijo que no harían
comentarios sobre la nueva petición.
Los tenedores de deuda no reestructurada buscan que se les pague el
total de sus bonos soberanos argentinos incumplidos, luego de que rechazaron los
canjes de deuda en 2005 y 2010 que cerca de un 93% de los demás inversores
aceptaron.
La más reciente batalla se centra en un fallo que determinó que
Argentina violó una provisión de los bonos, que exige un trato igualitario a
todos los inversores, cuando pagó a quienes accedieron a reestructurar su deuda
sin pagar a quienes rechazaron los canjes. Dos cortes de Estados Unidos han
dicho que debería pagárseles a todos simultáneamente.
El 21 de noviembre, el juez estadounidense Thomas Griesa ordenó
a Argentina depositar US$ 1.330 millones en una cuenta en custodia para los
inversores de deuda no reestructurada, que incluyen a los fondos NML Capital Ltd
y Aurelius Capital Management, antes del 15 de diciembre.
Es el mismo día en que Argentina tiene que pagar cerca de US$ 3.000
millones para los cupones atados al crecimiento de su economía, emitidos durante
los canjes de deuda.
Eso provocó temores de una nueva cesación de pagos, debido a que si
Argentina se hubiese negado a pagar a quienes no accedieron a reestructurar su
deuda, como se esperaba, las cortes de Estados Unidos podrían haber interrumpido
los pagos a los inversores que sí aceptaron canjear sus bonos.
Argentina apeló a las órdenes y consiguió un aplazamiento de emergencia
de la Corte del 2do. Circuito.
NML y Aurelius sostienen, sin embargo, que Argentina debería
realizar un depósito de US$ 1.450 millones, o al menos US$ 250 millones, antes
del 10 de diciembre para garantizar que el país cumpla con las órdenes de la
corte si pierde la apelación.
"Si Argentina se rehúsa a depositar esa cantidad mínima, incluso
mientras se prepara para pagar más de US$ 3.000 millones a los inversores de
deuda reestructurada, eso demostrará ampliamente su intención de no cumplir con
las órdenes de la corte y que el aplazamiento debería ser levantado", dijeron
abogados de los fondos inversores.
Citaron declaraciones de funcionarios argentinos en las que dicen que
no pagarán a los inversores que no accedieron a las reestructuraciones, pero que
seguirían pagando a los acreedores que participaron en los canjes como evidencia
de que planean evadir los fallos mediante la creación de un sistema de pagos
alternativo para los tenedores de deuda reestructurada. (...)".
"(...) Ocurre que, para la segunda quincena de diciembre –y
evitando la cultura importada de titular cualquier acontecimiento con el día y
el mes (el 17D, en este caso), con lo cual la gente se jibariza y habla como si
escribiera un tuit–, el país aguarda otra inquietante definición: entonces, el
Fondo Monetario Internacional deberá expedirse sobre la fiabilidad científica
del Indec, y quizás su pronunciamiento crítico habilite a nuevos
juicios por parte de otra variedad zoológica a determinar, a la que también se
le imputará alimentarse con basura cuando en verdad había ahorrado en moneda
soberana sin saber que ese acto implicaba comer basura.
Aparte de la discusión sobre nutrientes y pájaros, el no menos
carroñero FMI podría impugnar el Indec de Cristina, asegurar que el Gobierno no
cumple la palabra y abrir la puerta judicial para significativas demandas por
fraude estadístico.
Pero tal vez no todo esté podrido en Dinamarca. Por ahora.
(...) Según el rumoreo, no habría aceite al fuego (tampoco, se
supone, la constancia de que el Indec es un organismo serio), sino más bien una
elusión diplomática forzada por uno de los países clave para evitarle sanciones
al país: China. De acuerdo con los datos, la nación oriental impediría
a modo de veto una admonición flagrante del organismo, casi una condena. Como se
sabe, la Argentina –vía Boudou– prometió hace un año y medio confeccionar un
índice nacional y fundamentar el sospechoso Indice de Precios actual, dos
emprendimientos en los cuales no aportó casi nada técnicamente. Sí logró,
negociaciones mediante, que no hubiera reprimendas y obtuvo un waiver de tres
meses (vence el 17D) para presentar documentación. Si el Gobierno logra otra
postergación trimestral, los bonistas acechantes por el engaño en los números
deberán ingresar a un nuevo limbo temporario.
Aparte de la colaboración china, otro elemento posible para zanjar la
fecha es que el FMI prefiera más una vía política que la técnica, se
exima de complicaciones; ya el mundo lo excede. Quedaría entonces sin conocerse
todavía la naturaleza del agradecimiento a la colaboración oriental. Petróleo,
YPF para la merienda o la cena, tecnología agraria, habilitaciones mineras,
flexibilidad en el visado (es recordada la corrupción que ha existido con
respecto a los inmigrantes) y liberación importadora son, por supuesto, los
fáciles temas en los que incurre quien imagine un convenio entre el favor de
China en el FMI y una respuesta solidaria de la Argentina.
Buena parte de estos ingredientes ya se mencionaban cuando Kirchner, en
uno de sus sueños no cumplidos, creyó que la asistencia financiera china lo
liberaría de la agobiante deuda externa. No resultó, a pesar de que él suponía
que la solución estaba consumada –incluso la anunció–, ya sea por culpa de
intermediarios insolventes, mala traducción del idioma, manifiesto engaño de
algún espontáneo o la soberbia insular de quien cree haber inventado el mundo.
Quizás ahora no ocurra lo mismo, ya sea porque los chinos son más precisos,
viajan y fijan condiciones, y empiezan además a expandirse como lo hacen en
otros países de la región. O tal vez porque, de acuerdo con su tradicional
actitud, al lento movimiento de sus actos diplomáticos ha decidido ayudar a una
nación y a un partido con el que en otras épocas hubo conatos de simpatía,
cuando Perón alardeaba de cierta amistad epistolar con Mao Zedong y se
interesaba en su revolución. (...)".
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