Escrita por los argentinos Esteban Buch y Sebastián Rivas, la obra debutó en el Festival de Música Contemporánea de París.
“Baronesa, para mí es un enorme agrado que usted venga a esta humilde casa que está llena de amor y gratitud hacia Ud.”, dice Augusto Pinochet.
“La gratitud es mía, por su apoyo durante la campaña de las Falklands. Todos sabemos que Ud. llevó la democracia a Chile”, responde Margaret Thatcher.
Gracias a la televisión estas frases fueron escuchadas por el mundo en 1999, durante el encuentro entre la “Dama de Hierro” y el ex general chileno, retenido en Londres por una orden del juez español Baltasar Garzón.
“Una comedia”, dice hoy Esteban Buch, historiador y guionista argentino radicado en Francia, quien acaba de estrenar Aliados, una ópera inspirada en esa reunión.
Con música de Sebastián Rivas, también argentino, la obra fue uno de los estrenos principales del Festival de Música Contemporánea del Ircam (Instituto de Investigación y Coordinación Acústica/Música) de París.
La dirección está a cargo de Antoine Gindt, quien afirmó al diario Le Figaro que el argumento es ideal para una ópera: “Son dos figuras públicas en la declinación de sus vidas y de sus ideas”.
Aliados destaca, precisamente, la senilidad de ambos. Pinochet (Lionel Peintre) aparece en silla de ruedas, junto a un edecán que no deja de darle pastillas y llamarle la atención sobre su débil estado de salud.
A Thatcher (Nora Petrocenko) la acompaña su enfermera, quien la hace volver al presente cuando tiene algunas lagunas mentales o problemas al hablar propios del Alzheimer que padecía.
Ambos dan la espalda al público y son seguidos por una cámara que proyecta las imágenes en tiempo real en una gran pantalla.
“La presencia del asistente y la enfermera es necesaria para contraponer la inmovilidad de los viejos con los cuerpos de estos jóvenes, que además cumplen una función de garantes de la memoria”, explica Esteban Buch. El edecán le recuerda a Pinochet por qué está en Londres detenido.
Y en el caso de Thatcher, el Alzheimer es una especie de escape al tormento que siente al recordar con la enfermera algunos hechos de su vida, sobre todo el hundimiento del crucero General Belgrano durante la Guerra de las Malvinas.
La tragedia del crucero a manos de un submarino británico, que mató a 323 personas, es representada por un recluta.
Como en toda ópera contemporánea, la carga conceptual de los personajes se transmite a través de la música.
Así, el trombón es asociado a Pinochet, “por su forma semejante a una metralleta y su aspecto de megáfono”, comenta el compositor Sebastián Rivas.
El clarinete es relacionado con “el barroquismo ornamental del discurso político europeo de Thatcher”.
El conscripto, en cambio, es representado por una guitarra eléctrica:
“No es él la moral de esta historia. Es sólo un joven de 18 años que quiere desertar y que ha vivido en una dictadura que acalló a la juventud”, afirma Rivas.
Aliados rescata fragmentos e imágenes de la memoria.
“Jamás he deseado la muerte de nadie”, dice Pinochet.
“La izquierda internacional busca revancha y Ud. es un prisionero político”, agrega Thatcher.
“Hay citas de ambos que usé para el libreto”, cuenta el autor.
También hay fotos de las Malvinas y un recorrido musical donde se cruzan la cueca, Sinatra y Pablo Milanés.
Es un sarcasmo: hacia el final, Pinochet balbucea “yo pisaré las calles nuevamente...”.
Aliados va en octubre al Festival de Salzburgo y a Roma.
Boletín Info-RIES nº 1102
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Estudio de las Sectas (RIES), Info-RIES**. En este caso les ofrecemos un
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Hace 1 mes
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