"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

domingo, 30 de junio de 2013

Traigan massas que empezó la fiesta

Por Alejandro Borensztein
Clarín
Las famosas PASO (Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias) son elecciones primarias en las que el ciudadano elige, dentro de cada partido, al candidato que más le gusta para luego competir en las elecciones generales. Hablamos del ciudadano belga.
Acá ahorramos tiempo y resolvemos candidaturas en un asado, nunca antes del flan y nunca después del lemoncello. Es decir que usted va a ir a elegir al candidato preferido de su partido pero se va a encontrar con una sola lista. O sea, no elige nada.
Las PASO son una buena creación del kirchnerismo a la que el mismo kirchnerismo jamás se sometió. ¿Por qué vamos a molestar al pueblo para que elija si la Compañera Jefa elige genial? Tampoco el resto del peronismo las acepta. Hubo una interna ejemplar en 1988 entre Cafiero y Menem, pero como ganó el que se suponía que iba a perder y perdió el que se suponía que iba a ganar, decidieron no arriesgar más y ahorrarse cualquier disgusto.
Lo mismo vale para los demás partidos. Salvo un grupo de insensatos de la centroizquierda que armaron una interna en Capital para que sus simpatizantes puedan elegir entre tres listas: Pino con Lilita, Prat Gay con Gil Lavedra y Terragno con Lousteau. Un desastre. Ahora resulta que les agarró un ataque de democracia. Justo acá, con la cantidad de países que tienen para ir a jugar a la democracia, eligen joder acá. Dios quiera que recapaciten, se peleen entre todos como corresponde y retomen el camino de la normalidad.
En Capital, el PRO defiende el título con Michetti y Bergman ante la amenaza centroizquierdista. Por las dudas, Macri apuesta a que el rabino tenga el celular de Dios. El mismo que perdió Bianchi.
Por su parte, el kirchnerismo le ofrece a sus seguidores cuatro disgustos: tres derrotas seguras en Mendoza, Córdoba, Santa Fe y la ya tradicional paliza en Capital Federal. En este caso cabe destacar que Filmus va a poner la cara por el kirchnerismo por sexta vez consecutiva.
Un guapo. El curioso caso de un tipo que, si hubiera estado en cualquier otro partido, habría festejado triunfos más de una vez.
En el resto del país el kirchnerismo viene bastante bien, salvo en Santa Cruz donde también tiene asegurada la derrota. Si bien electoralmente no es una provincia relevante, moralmente es un papelón. Se ve que desde que los Kirchner dejaron la provincia, la cosa no anda demasiado bien. Salvo para el herrero de Lázaro Báez, al que le va fenómeno.
Pero la verdadera fiesta está en la provincia de Buenos Aires. El gobierno, con la aparente ayuda de Scioli (que ahora es bueno porque se quedó) va a enfrentar a Massa (que ahora es malísimo porque se fue). Lo mismo dicen de la Corte: si falla a favor es linda y si falla en contra es un asco.
Massa es toda una novedad. Mientras De Narváez dice que el tipo es el caballo de Troya del kirchnerismo, Forster dice que su nombramiento fue un error histórico de los Kirchner. Mientras el Gobierno dice que Massa es la opo, la corpo y no sé cuanto, la centroizquierda dice que Massa y compañía son los mismos perucas de siempre. Todos hablan del mismo Massa, y así cada uno le aporta su granito. Tal vez gana y es Gardel. Tal vez gana y se queda enredado y diluído en su banca de diputado. Para el 2015 falta una eternidad.
Muchos se preguntan por qué la Jefa eligió a candidatos casi desconocidos en lugar de poner a los personajes más conocidos. ¡Bien que hizo!
Porque los conocidos son conocidos por lo malo que son, no por lo bueno.
Mejor ponerle un fichín a Insaurralde que por lo menos no se le conocen gestos autoritarios, ni mala praxis, ni le encontraron ninguna bóveda. Hay que reconocer que conseguir kirchneristas como éste, en los tiempos que corren, no es nada fácil. Habrá que ver. Quién te dice, hasta sabe decir “gracias”, “por favor” y “perdón”.
Algunos protestan porque en las listas aparecen demasiadas esposas de políticos ocupando lugares importantes. Es injusto. En muchos casos son mujeres con fuerte militancia, pero en los casos en los que no es así, habría que ser más comprensivo (con el marido, obvio). En el fondo la manda al Congreso porque no se la banca más. Pobre tipo, una vez que le encuentra la vuelta para sacársela de encima se tiene que aguantar que todos lo critiquen. Además no tiene nada de malo. El día que haya que votar una ley, la llama al celu y le dice, “hola mi amor, ahora levanta la manito”, que es lo mismo que hace la Presidenta con sus senadores y sus diputados ¿Cuál es la diferencia? Al menos estas incipientes políticas están aprendiendo, en cambio los legisladores de la Presidenta son todos boludones grandes, levantan la manito sin chistar y ni siquiera les dicen “mi amor”.
Además de enfrentar a la oposición, el Gobierno también enfrenta sus propios problemas y trata de resolverlos como puede. Esta semana Pimpi Colombo, la mano derecha de Moreno, explicó que si el pan aumenta usted puede amasarlo en su propia casa. 
Y tiene razón. Es muy simple: compra harina, la amasa con agua, horno y chau. Una pavada. Lo único es que en lugar de despertarse a la 6 ó 7, debería hacerlo a las 4 así, cuando los chicos se levantan, ya tiene los miñoncitos y las medialunas calentitas. Es más, si también aumenta la leche, usted se puede comprar una vaca. No muy grande porque si no, no le entra en el ascensor (eventualmente se podría subir por afuera como un piano, pero sería un poco raro… “mamá, en ese edificio están subiendo una vaca”, “tranquilo hijo, son los vecinos del proyecto nacional” ). Hasta podrían organizarse en el consorcio. Uno amasa, el otro ordeña, se compran unas pecheras de La Cámpora y reparten leche con pancitos por el barrio. En fin, una manera muy original de combatir la inflación. Diga que los suecos son medio gorilas. Si no, Pimpi y Moreno estarían a un pasito del Nobel de Economía. No sé cómo a la Jefa no se le ocurrió poner a estos dos genios en las listas. Arrasarían.
La Presidenta baila en Rosario una simpática versión del Himno Nacional al son de los tamboriles. Boudou la mira y piensa “si ella baila, yo también”. Nadie lo para. Menea caderas y agita palmas. Estos son los hechos. Yo sólo los cuento, alguien le pone el rótulo de humor político, mando la factura y el diario me garpa. Nunca me gané la guita tan fácil.
La política es una fuente inagotable de inspiración, pero también es la única manera de resolver el zafarrancho en el que vivimos. No hay otra. 
A disfrutar. 
Elecciones 2013. 
Empezó la fiesta.

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