Luego de que Rusia propusiera un plan para desarmar del arsenal químico a su socio comercial, Siria, las tensiones internacionales parecen calmarse pues Estados Unidos aceptó, al menos por ahora, optar por la vía pacífica y esperar a que el esquema propuesto por Vladimir Putin de resultado antes de pensar en una intervención militar en el país de Medio Oriente.
Mientras las negociaciones entre John Kerry, secretario de Estado de la Unión Americana y Sergei Lavrov, ministro de Exteriores ruso continúan, Bashar al- Assad, presidente sirio sigue afianzándose al poder, mismo que la familia al- Assad ha mantenido desde 1970 con Hafez al- Assad, padre del actual mandatario.
Hafez al- Assad fue conocido por sus hazañas militares pero también por sus estrategias políticas altamente cuestionables.
Lo anterior porque llegó al poder luego de dar un golpe de Estado en 1970 tras la derrota de Siria frente a Israel en el conflicto conocido como “Guerra de los Seis Días” (1967).
Para lograr tal hazaña, el padre de Bashar necesitó la ayuda de su hermano Rifaat.
Hafez y Rifaat nacieron en una familia de origen humilde y a lo que podían aspirar, como cualquier persona de escasos recursos en esos momentos, era desempeñarse como campesinos.
Sin embargo, los hermanos tenían ambiciones y así es como entraron a la academia militar en donde ambos escalaron posiciones y ganaron poder.
Así pues, Rifaat ayudó a su hermano Hafez a dar el golpe de estado y una vez que el último llegó al poder, se encargaron de modificar la Constitución para que su partido Baaz Árabe Socialista fuera “el partido dirigente de la sociedad y el estado”
Lo que traducido al lenguaje común significa que éste será el único partido por lo que no hay opciones de votar por otro candidato porque la oposición no puede competir en las elecciones.
Los hermanos al Assad decidieron cambiarse el apellido durante su adolescencia pues su segundo nombre era Jahash, que en árabe significa “hombre salvaje”; sin embargo, conforme sus ambiciones políticas iban tomando forma, lo cambiaron por “Assad” que significa león.
Tras el golpe de Estado y ya instalado en el poder, Hafez incrementó la capacidad militar del Ejército y buscó una alianza con Egipto para atacar Israel en lo que se conoció como la “Guerra del Yom Kippur” en 1973.
El objetivo era que Siria recuperara los Altos del Golán, meseta ubicada en la frontera entre Israel, Líbano, Jordania y Siria.
No obstante, Hafez fracasó en su intento de recupera la zona.
Pese a lo ocurrido, Hafez encontró un aliado histórico:
La entonces Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y que hoy, ya como Rusia, sigue siendo un fuerte aliado y socio comercial para Bashar al Assad.
Para 1976, Hafez también decidió intervenir en la guerra civil del Líbano en donde cristianos y musulmanes entraron en conflicto.
Israel, enemigo de Siria, también se entrometió en el asunto.
Hafez al Assad también pasaría a la historia por perpetrar la masacre de Hama en 1982 cuando, bajo sus órdenes, el Ejército sirio quemó esta ciudad a fin de reprimir una revuelta de la comunidad suní contra el régimen de Hafez.
La masacre fue encabezada por su hermano Rifaat; leal y fiel a Hafez hasta ese momento.
Pero como hasta en las mejores familias hay problemas, un día del año 1983, Hafez sufrió de un terrible ataque al corazón que lo mantuvo en coma por unos días durante los cuales, Rifaat intentó derrocar a su propio hermano con un golpe de Estado.
Para su mala suerte, Hafez se recuperó para “salvar” a su pueblo de la amenaza de Rifaat, quien desde entonces fue conocido como el hermano “villano” y el papá de Bashar como el “héroe”.
Así las cosas, Rifaat se fue a vivir a España, a donde su hermano lo “desterró” pero ocasionalmente se muda a Francia e Inglaterra con las comodidades y lujos que el pueblo sirio nunca ha visto ni verá.
Y mientras Rifaat disfruta de la buena vida en su mansión de Marbella, su hijo, escribe en la agencia Al Jazeera en donde critica a su primo, Bashar, quien llegó al poder sin pensarlo pues éste sería para el hijo mayor de Hafez quien no pudo llegar ya que murió en un accidente automovilístico.
Así, Bashar tuvo que gobernar la nación que en 2011 vivió su segundo intento de derrocamiento al líder cuando la oposición inició una guerra civil, hasta ahora sin éxito que ha dejado más de cien mil muertos y seis millones de sirios desplazados.
Y como si la historia se repitiera, Bashar tiene en su hermano, Maher, un fuerte aliado para permanecer en el régimen pues este último es general del Ejército sirio y es conocido por su crueldad y brutalidad contra los ciudadanos, incluidos niños, mujeres y ancianos.
¿Se repetirá la historia del hermano villano y el héroe?
Mientras los problemas familiares continúan para la familia al- Assad, el especialista Antonio Sayeg Letayf señala que tras la reunión en Ginebra entre Kerry y Lavrov, la vía pacífica y política podrían prevalecer para evitar una intervención militar de Estados Unidos, lo que sería muy bueno para la región pues en estos momentos Irán también vive una crisis por el embargo petrolero que la Unión Europea interpuso contra el aliado de Siria el año pasado debido al programa nuclear que desarrolló el ex presidente Ahmadineyab y que se negó a detener desafiando así a la comunidad internacional.
Sayeg Letayf señala que debe evitarse a toda costa un conflicto más en el Medio Oriente, zona en la que se encuentran los mayores productores de petróleo (Irán, Kuwait, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos), además de que en la zona también se encuentra uno de los aliados de Estados Unidos:
Israel, que de por sí ya tiene tensas relaciones con Irán por una eventual amenaza atómica.
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