Las necesidades financieras externas son de tal magnitud que el Frente para la Victoria se encuentra obligado a desandar su propio camino de desafío permanente a los acreedores e incumplimiento de promesas (en septiembre de 2008, Cristina había anunciado el pago al Club de París pero sin avisarle a Néstor Kirchner, su marido, quien era el verdadero Presidente en las sombras, y él suspendió el cumplimiento de aquel anuncio).
El mapa de Wikipedia indica los países que integran el Club de París, acreedores de la Argentina.
CIUDAD DE BUENOS AIRES
(Urgente24). El Ministerio de Economía ha trabajado en una
oferta al llamado 'Club de Paris', con quien el Estado argentino se encuentra en
incumplimiento de pagos desde diciembre de 2001.
El trabajo -ordenado por Cristina Fernández de Kirchner- todavía no fue
presentado a la Presidenta ya que, según Carlos Zannini, secretario Legal y
Técnico del Ejecutivo Nacional, ella todavía no ha reiniciado esas tareas pero
colaboradores del funcionario confirmaron a Urgente24 la
existencia del pedido presidencial al Palacio de Hacienda.
El dato coincide con el de Darío Gannio, para el diario Buenos Aires
Económico, quien afirmó que la Administración Cristina
desea/necesita concretar avances en el mes y medio que le queda al año
2014.
Supuestamente, el ministro de Economía, Hernán Lorenzino,
quien acordó algunos pagos a acreedores que obtuvieron fallos favorables ante el
tribunal arbitral Ciadi -y cuyo incumplimiento provocaba el bloque de USA a
solicitudes financieras argentinas ante organismos multilaterales de crédito-,
ahora retomó las negociaciones que ya había realizado Amado Boudou en 2010,
cuando la revista The Economist llegó a afirmar que, de buena
fuente, podía anticipar que en 2011 se resolvería lo del Club de París
(Boudou se lo había prometido a funcionarios de varios países).
Pero mucho antes, el 02/09/2008, Cristina Fernández de Kirchner
anunció, en un discurso que se difundió por la cadena nacional de radio y TV, en
ocasión de celebrarse el Día de la Industria, que ella ya había firmado el
decreto que disponía el pago de las deudas con el Club de París. El
genuflexo gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, festejó alborozado: "Es un
anuncio extraordinario de la Presidenta"
Cristina dijo, textualmente: "He firmado otro decreto en el que
instruyo al ministro de Economía para que con reservas del Banco Central cancele
la deuda del Club de París".
Los presentes asintieron con aplausos y de pie. "La deuda viene de
larga data como tantísimas deudas que afrontó la gestión anterior. Son US$ 1.700
millones de deuda que tiene como fecha de corte a 1983. La última
reestructuración que se hizo fue en 1991".
Cristina se refirió a los dichos de quien todavía era el presidente del
BCRA, Martín Redrado, quien había afirmado que "el pasado
nos condena", figura que utilizó nuevamente Cristina Kirchner. "Se
trasunta y reafirma una vez más la voluntad de pago de la Argentina por parte de
una administración que no contrajo ninguna de esas deudas. Nos hemos abocado a
reordenar el país no solamente en su aspecto social, de mejora del salario, sino
también en su estructura económica".
En noviembre de 2013, Redrado ya no es presidente del Banco
Central, y Cristina nunca le pagó al Club de París.
Sin embargo, en el Palacio de Hacienda juran que esta vez sí hay
intenciones. (¿Antes no las hubo? En verdad, es parte de la historia más oscura
de la relación entre los Kirchner porque esa noche, Néstor Kirchner le prohibió
a Cristina que avanzara en ese anuncio, lo cual fue un embrollo institucional ya
que Cristina era la Presidente de la Nación, y Néstor Kirchner era sólo el
presidente del Consejo Nacional del Partido Justicialista, responsble directo de
la derrota política ante los productores agrícolas por la Resolución 125).
Según el diario BAE, en un foro de las Naciones Unidas, "una delegación
de Economía buscará respaldos de representantes de ese organismo. Poco a poco,
el Ejecutivo empezará a disminuir el nivel de desendeudamiento en dólares.
Previo a eso, sabe que debe solucionar conflictos en el frente externo. La
estrategia que maneja el equipo económico es descansar en los mercados, como
empezó a suceder en 2010 cuando la reapertura del canje de deuda dio una señal
positiva, pero que no se extendió en los años siguientes. (...)".
Ahora, ¿cuál es el peso relativo de la IX Conferencia Internacional
sobre Administración de Deuda Soberana, organizada por la Comisión de Naciones
Unidas para el Comercio y el Desarrollo (Unctad)? Nunca la Unctad fue importante
en cuestiones financieras globales porque es un foro controlado por los países
del 3er. Mundo para realizar declamaciones de índole política.
Luego, ¿para qué precisa la Argentina el apoyo de la muy
heterogénea Unctad en una negociación relativa al Club de París, que es un
ámbito integrado por países bastantes homogéneos?
Algo más: el G-20, del que participa la Argentina, incluye a la
mayoría de los países del Club de París, pero Cristina Fernández de Kirchner no
llevó su problema a esa instancia. Todo muy raro.
El relato del BAE: "(...) En Economía piensan que, de esta manera, la
Argentina podría volver a financiarse en los mercados externos y retomar lo que
denominan dentro del Gobierno como el camino del “círculo virtuoso”.
Los beneficios que tendría el país en el caso de normalizar estos
conflictos serían, principalmente, poder acceder a los mercados (no sólo a nivel
nacional sino también provincial y con más facilidad para las empresas) y
obtener una reducción en la tasa libre de riesgo por un aumento en las
calificaciones que se le otorgan al país.
Además, en el Gobierno estiman que se ampliaría el abanico de
preferencias comerciales con los países del Primer Mundo, principalmente con
Estados Unidos, que suspendió estas distinciones por los litigios que la
Argentina aún no resolvió. (...)".
Nada nuevo. Todo muy antiguo. Los Kirchner son los únicos que han demorado
10 años en darse cuenta. ¿Década ganada? Década perdida. Y cuando las reservas
del Banco Central se encuentran muy comprometidas, entonces se cambia el
discurso gubernamental de los 10 años recientes.
De todos modos, el Palacio de Hacienda cree que puede haber otros éxitos en
breve. Una estupidez por donde se la mire: los acreedores de la Argentina no
están planificando la destrucción del país sino que, en forma legítima, quieren
recuperar su dinero. Y los organismos multilaterales de crédito no traman el
final de un país irrelevante en términos globales sino que cumplen con la tarea
que les encomendaron sus accionistas.
El miércoles 13/11 la Argentina espera que el FMI perdone al país
por la “moción de censura” aplicada en febrero por la
metodología aplicada por el INdEC en las estadísticas de variación de
precios.
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