"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

lunes, 17 de febrero de 2014

El peligroso experimento del nuevo Código Penal


El debate ha comenzado.
La particular visión de Eugenio Zaffaroni acerca del Derecho Penal no goza de consenso.
Muchos se oponen porque, afirman, hay un enfoque ideológico de lo moral que está reñido con el aquello que se entiende como Justicia.
Política, abogada penalista, convencional constituyente de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y ex diputada nacional, Nora Ginzburg decidió exponer aquello que muchos de sus colegas comparten acerca de aquello que promueve Zaffaroni, junto al fracaso reformista de la seguridad bonaerense, León Arslanián, y apaña la Presidente de la Nación.

"(...) Este proyecto no es una simple modificación del Código Penal, pues además de un ordenamiento de la legislación, reemplaza totalmente al vigente en cuanto a los principios jurídicos y éticos en que se basa. (...)"

por NORA GINZBURG

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Especial para Urgente24).
Hemos visto en varias ocasiones reunirse gentíos solicitando más seguridad para la sociedad y menos impunidad para los delincuentes.

En forma constante escuchamos a la población quejándose porque “los presos entran por una puerta y salen por la otra”.
Por el contrario, no se  la oye   requerir más “proporcionalidad entre los delitos y las penas” porque las sentencias de los jueces son muy elevadas, y los condenados no merecen estar tanto tiempo en prisión.

La misma presidenta de la Nación, Cristina Fernandez de Kirchner, en varios discursos y, concretamente, en el reportaje que concedió a la Televisión Pública el domingo 22 de setiembre de 2013 a las 20:15, expresó que había hablado varias veces sobre el tema de “la puerta giratoria”, es decir que detienen a la gente por una puerta y salen por la otra, agregando que  éstas expresiones no le habían agradado a algunos amigos garantistas.

Ella contó que le habían alcanzado una encuesta de la Provincia de Buenos Aires, de la que surgía que de aproximadamente 5.000 personas detenidas por intento de robo con armas de guerra, 4.000 fueron excarceladas.
Citó, inclusive, un caso que le pareció “espeluznante” sobre una persona detenida, liberada prontamente y que a los cinco días de tal liberación, en un asalto a una panadería, se tiroteó con la policía resultando como consecuencia muerto un oficial de esta Fuerza.

Pero sucede que a los representantes del pueblo y dirigentes políticos, en general, no los conmueve lo que la mayoría de la ciudadanía razonablemente reclama y no posee.
A las mayorías se las invoca permanentemente para hacerse de un salvoconducto que permita imponer cualquier medida de gobierno, por más desacertada que fuera, pero en este caso pareciera no interesar. Solo importa el capricho de un grupo de iluminados que se creen dueños de la verdad.

Así es como una Comisión formada a los efectos de una reforma al Código Penal, presidida por el Ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Eugenio Zaffaroni, e integrada por los diputados nacionales Ricardo Gil Lavedra (UCR), Federico Pinedo (PRO) y los dirigentes políticos León Carlos Arslanian (FpV) y María Eugenia Barbagelata (FAP) se han reunido como en un laboratorio, alejados de la realidad circundante y han cristalizado en una propuesta de ley la corriente jurídico penal por la que brega desde hace más de 30 años el Dr. Zaffaroni, a la que muchos acusamos de ser una de las causas de la inseguridad reinante y creciente.

En dicha propuesta, entre otros desatinos, se ha eliminado la reincidencia porque es una manera de estigmatizar a los delincuentes, siendo lo mismo que se haya cometido el primer delito, el quinto o cualquier cantidad, ya que ninguna agravación en la pena se aplica en este último supuesto.
También se elimina la prisión perpetua, por constituir un ataque a los derechos humanos, y el concepto de peligrosidad porque es ofensivo y contrario al concepto de persona.

Todo ello, según el pensamiento de la Comisión.
Y estas son, a modo de ejemplo, algunas de las innovaciones que establecen, pero son muchas más, y sin exagerar podríamos afirmar que en conjunto parecieran “una invitación a cometer delitos”, a quienes acostumbran a hacer de ellos su modo de vida.

Este proyecto no es una simple modificación del Código Penal, pues además de un ordenamiento de la legislación, reemplaza totalmente al vigente en cuanto a los principios jurídicos  y éticos en que se basa.

Solo beneficia a los delincuentes comunes, ignorando el dolor de las víctimas directas o indirectas, a la vez que conspira contra el equilibrio de valores y armonía que debe reinar en una sociedad.

Más allá de las disidencias que se hayan planteado, la intervención en esta Comisión ha posibilitado que se convalide una doctrina que desconoce la naturaleza humana y que producirá consecuencias nefastas, a la vez que también ha permitido crear la visión de que todo el arco político, en definitiva, la comparte.

El ego y la sinrazón han sido priorizados  por encima de los sentimientos y necesidades de la comunidad.

No hay comentarios: