La situación social

El General Perón decía, que la única verdad es la realidad.

Y la realidad no se modifica negándola, ni con discursos, relatos o convalidaciones sociales. 

Sigue siendo la realidad.

La realidad te golpea, o mejor dicho tú te golpeas contra la realidad, como si tuvieras delante una pared, y no puedes evitarla.

La situación social en la Argentina es preocupante...

No es patrimonio exclusivo porque muchos países tienen parecida condición, pero nosotros nos complacemos en negarla y negar los componentes que nos llevan a dicha situación.

Uno de ellos es la corrupción, corrupción política y social, siempre hubo, más en unos niveles tolerables, hoy se ha generalizado.

Les digo a mis alumnos que en esta sociedad todos somos  corruptos, y cuando me cuestionan, aclaro que si uno va al Supermercado y le dan en el vuelto 1 ó 2 pesos de menos, arma una protesta descomunal, pero si le dan 10 pesos de más o algo no le facturan, nos hacemos los distraídos y decimos que se embromen.

Entonces una sociedad en la cual el 99% de la población piensa que si yo lo hago soy un piola y si me lo hacen a mi son unos "hdep" como se cierra, como amalgamamos la sociedad, es imposible.

El otro problema es la falta de responsabilidad, vivir del estado y la pérdida de la cultura del trabajo. Innumerables familias viven de planes, subsidios, becas, etc.

Se llama a ésta la década ganada y se enfatiza que hay pleno empleo, pero desde el más alto nivel del poder se ha instrumentado un subsidio de $ 600. mensuales para un millón y medio de jóvenes de alrededor de 18 años que no estudian ni trabajan.

Que hará esa juventud en el futuro, en su edad adulta, acostumbrada primero a las becas estudiantiles y ahora a los subsidios.

Además hay una situación particular:

Éstos jóvenes cuando comenzó a gobernar la administración actual en 2003 tenían 7 años, y en ese momento no había adolescentes que ni estudiaban ni trabajaban..

Nuestros padres y la generación nuestra tenían reglas muy claras, o estudias o trabajas 

y no había otra posibilidad.

En estos mas de 10 años hemos generado este millón y medio de jóvenes que " ni ni".

¿Cómo se generaron? 

¿Cuáles fueron las causas? 

Es evidente que es consecuencia de la política social que se implementó.

Por otra parte tropezamos, con un fenómeno muy común en el mundo, en el cual los funcionarios, y los políticos en general,  en lugar de ejercer sus funciones actúan.

Su función es la actuación, la actuación pública, la exposición de sí mismos, no de sus funciones.

Han olvidado que son mandatarios, de ahí el nombre de Primer Mandatario para quien ejerce la presidencia.

Y ¿qué significa esto? 

Que deben cumplir el mandato que el pueblo les confirió. 

 Porque el pueblo es el soberano, no ellos.

¿Cuál es el mandato que deben cumplir?

El mandato es respetar la plataforma que presentaron en la contienda electoral y por la cual el pueblo los eligió.

Sino están violando el mandato, no son mandatarios fieles.

Hasta tal punto se ha subvertido la situación, que un gobierno de carácter justicialista, eligió funcionario y trazó una política liberal.

La excusa fue que si decía la verdad no lo hubieran votado.

Pero está claro que ese no es el mandato conferido, ni que se convierte en buen mandatario quien así procede.

El pueblo mientras tanto se acostumbra a las mentiras, a las prebendas, y a conformarse con su realidad.

Que haya quienes se enriquezcan, que denuncien ganancias astronómicas y crecimiento de sus patrimonios cercanos al 100%  año tras año, y que sus problemas sigan siendo los mismos:

Cada vez que llueve se inunda, 

cada vez que te descuidas te roban, 

cada vez que pasa algo es una tragedia porque no se previó o no se hizo la obra correspondiente, o el mantenimiento correcto.

Y los concesionarios siguen siendo siempre los mismos, los que ganan también y el que se empobrece, y pierde paulatinamente su salario, es el pueblo trabajador, que merece una mayor consideración y un trato más adecuado a lo que es el equilibrio y la equidad de la democracia y el sistema republicano.

Elías D. Galati