El Charol vuelve. Ante la impotencia de La Doctora y sin apoyos del peronismo político.
Redactor Estrella, especial
para JorgeAsísDigital
La Doctora -como la oposición complementaria- debiera registrar que se asiste al resurgimiento de Hugo Moyano, El Charol.
El encanto de la negritud vuelve a situarse en el primer plano. Moyano se recupera después de dos años. Para ser precisos, desde que La Doctora cometiera el error medular de desairarlo. De instalar la distancia que Néstor Kirchner, El Furia, nunca se hubiera atrevido a clavar, aunque fuera, en el fondo, su deseo íntimo. Pero las mujeres siempre suelen ir más al frente.
Aquí se refirió que El Furia, antes de pactar con Moyano -y de entregarle mucho más de lo que le pidiera- ordenó un abordaje informativo y judicial. Para estudiar por dónde entrarle. Si por suma de irregularidades administrativas, las vulnerabilidades de crecimiento patrimonial, o a través de las siniestras indagaciones que pudieran salpicarlo. Por su actividad política y gremial, durante los setenta, entre las violencias de Mar del Plata. Con la totalidad del material en su poder El Furia evaluó que lo más conveniente era tenerlo adentro a Moyano, en su bolsa, para asegurarse el acompañamiento del obrerismo quieto y garantizarse el control de la calle.
Alguna evaluación casi similar lo llevó a aliarse, también, con Héctor Magnetto. Sin hacerle caso a la recomendación de Moneta, con el que se comunicaba pero sin que apareciera.
“Termine con Clarín”, sentenció Moneta. “Tendrá que aguantarse 50 portadas incómodas. Pero no tienen más”.
El trípode de poder facilitó que Kirchner impusiera su hegemonía, durante su mandato presidencial. Ciclo (2003-2007) que debiera estudiarse académicamente, como ejemplo de la construcción de poder.
Con Kirchner en vida (pero ya sin ser el presidente) se registró el tratado conflicto con Magnetto y el Grupo Clarín. Ver “Guerra de Convalecientes”, cliquear.
Aquí Moyano también lo acompañó. Fue el inspirador del cartelito “Clarín Miente”.
A partir de la muerte (irresponsable) de Kirchner se produce la distancia con “el indeseable” Moyano.
Como si La Doctora cumpliera con la instrucción póstuma de El Furia. Si nos inducen a buscar una fecha emblemática, fue el 27 de abril de 2012. Cuando La Doctora percibió que podía colmar el estadio de Vélez sin ayuda del sindicalismo, ni del “aparato justicialista”, y relegar sin inconvenientes a los “gobernadores atragantados” (cliquear), hacia un espacio subalterno.
Sin el apoyo del trípode, era una cuestión de tiempo. El cristinismo ya era una causa perdida (Ver “Nuestra César contra El Charol, cliquear).
Pero La Doctora no acepta que fue precisamente con Magnetto y Moyano que Kirchner conquistó la hegemonía. Por lo tanto le costará también admitir las claves de su caída.
Creer que podía suplir los servicios que le resolvía Moyano con los buscas incondicionales de Unidos y Organizados, y con la docilidad de los gremialistas deslegitimados como Caló o Yaski, es tan idiota como creer que podía suplirse el servicio inicial del Grupo Clarín con el amontonamiento de sellos de prensa y de canales del Grupo 23, o del diversificado Cristobalito.
Relatividad de las encuestas
El gobierno se inspiró en la hipocresía de aferrarse a la imagen negativa de Luis Barrionuevo, Harry. E identificar la movida sindical que no entendían con su figura. Un gran acierto de Moyano consistió en perforar la negatividad que le marcan las encuestas, para imponerse con su legitimidad, con “el encanto de la negritud”, y acompañado del izquierdismo adaptable de Pablo Micheli y sobre todo del mismo Barrionuevo, con quien nunca Moyano dejó de comunicarse, sin necesidad de hablar siquiera por teléfono. Abundaban, por doquier, los canales. Como persisten en la actualidad los diálogos con los pocos suicidas que se encuentran transitoriamente enredados con Caló.
Aparte, Barrionuevo es el portador de una indiscutible popularidad que espanta, pero que asimismo atrae. Induce a la hipocresía del sensible que supuestamente se disgusta con sus sentencias, pero lo escucha con secreta admiración. Mientras tanto se repiten las imposturas que le produjeron la fama de filósofo de arrabal.
Barrionuevo es otro ganador por su coherencia. Siempre estuvo enfrentado al cristinismo y conserva la suficiente inteligencia como para cederle el liderazgo a Moyano. Al que tanto supo gastar cuando La Doctora lo expulsó del palacio.
Los postulantes tibios
El tercer mensaje del 10 de abril es para los referentes tibios que aspiren a colocarse la banda en 2015.También pueden situarse entre los perdedores de una jornada que no supieron evaluar. Anticipos de los escenarios que tendrán que enfrentar en caso de tener éxito, y suceder a La Doctora.
En los radicales vaya y pase. Pueden alegar una suerte de obstáculo tradicionalmente cultural. Una imposibilidad para captar la dinámica del movimiento obrero, mayoritariamente peronista.
En cuanto a “Sergio, Daniel y Mauricio” (cliquear), los tres integrantes de la miniserie, es perdonable el error de Scioli, el Líder de la Línea Aire y Sol. Porque, aunque es un buen amigo de Moyano, se encuentra aferrado a la estrategia improvisada de La Doctora que no acierta.
En su impotencia, La Doctora instruyó a los incendiarios para que se incineraran. El caso más grotesco es el de un peronista en la pendiente como Capitanich, El Premier (cliquear). Costará facilitarle, al Montenegrino Denso, el retorno desde el ridículo (aunque en el peronismo siempre se puede).
O de otro “compañero” como Randazzo, El Loco, que se deslizó por los mismos lugares comunes.
Como Kunkel, El Lindo Julián (Domínguez), o el inexplicable Pérsico, “compañeros” que rifaron sus trayectorias al pronunciarse contra “el chantaje” y la “extorsión” de esta huelga. Para deslizarse en la gilada autoritaria de sostener que el “paro es político”. Como si algún paro, de los tantos en que participaron, no lo hubiera sido.
Oberdán Rocamora
para JorgeAsisDigital.com
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