"Elemental, my dear Watson..."

A la criatura (el demonio) hay que matarla cuando nace, luego, a medida que va creciendo y fortaleciendo, ya va a ser mucho más difícil.

Un caso visible y concreto, pudimos y podemos apreciar con los terrenos estatales de Lugano, que, pese al gran operativo policial que hubo en sus inicios y a la orden de desalojo de un juez, de pronto se retiraron todas las fuerzas y hubo un impasse que, transcurrido algo mas de un mes, vemos que de un predio, un descampado, hoy tenemos construcciones de hasta un piso de alto y ahora ¿quién los echa?

Si es la justicia, pasarán los expedientes de un fuero federal a otro civil y a otro de menores y/o de seguridad social y algún organismo defensor de los derechos humanos y en contra de la discriminación y puede ser, que por ahí haya algún fuero defensor de los animales, (seguro qu en el predio está el caballo, los perros, los gatos y los loros también) y estaríamos ante un pimball con los expedientes.

Otro caso, por cierto que lleva ya varias décadas de existencia, es que el eximio penalista afiliado a la Unión Cívica Radical, Sebastína Soler...
Fue quien evitó que a la "criatura se la matara cuando nacía", al anular el "Reglamento de Procedimientos Contravencionales", que permitía a la Policía, detener a las personas, por casos de ebriedad, vagancia, etc., con lo cual, el sujeto ya recibía, de entrada, un toque de atención en su vida, con lo cual, es posible que la mayoría reculara en sus posibles y eventuales inclinaciones delictivas.

Es sabido, que, como ahora, no hay frenos preventivos, directamente se para con un choque, lo cual es muy costoso para la sociedad.

Sebastían Soler fue famoso - aparte, de su sapiencia como penalista que por cierto que la tenía -, por algo que todo el mundo de familia judicial conocía de él:
- "Bueno m'hijo, vaya esta noche a robar algo y viene mañana y me paga..."