Nadie me comprendía, hasta que te conocieron.
Hasta que te vieron llegar caminante y desinteresada de los rumores que te ojeaban a su paso.
No portabas años, sino fechas que te hicieron diferente al trato con los días.
Sobrevivías del olvido, porque seducías a la memoria, con tan solo una sonrisa.
Y así como llegabas te podías ir, pero dejabas la impronta de que ya nada sería lo mismo, cuando arribaran otras primaveras.
No sé cuánto tiempo ha pasado desde tu última vez, pero aunque no vuelvas, tu recuerdo se hace repentino, y conmemora insospechados momentos en los que fuimos, sin necesidad de pertenecernos.
El sentir prolonga lo que ha querido sin requisitos, porque los amores distintos, enamoran hasta el después...
Gabriel Velxio
Boletín Info-RIES nº 1102
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*Ya pueden disponer del último boletín de la **Red Iberoamericana de
Estudio de las Sectas (RIES), Info-RIES**. En este caso les ofrecemos un
monográfico ...
Hace 3 meses
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