"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

lunes, 26 de mayo de 2014

Me quedé pensando en eso de “estamos enfermos de violencia”

Porque la violencia es una consecuencia…
By Alesia Miguens

“Síndrome Peronista o Indefensión Aprendida”.

A raíz de todo lo que se ha dicho sobre esto, me puse a pensar ¿cuál es el estado mental en que vivimos los argentinos?
¿De qué estamos enfermos?
¿Hasta qué punto incide lo que dicen y hacen los dirigentes en la generación de violencia?
¿Qué genera la violencia? En todas las formas de violencia que hay, etc….

Si partimos de la realidad que los políticos que padecemos, los elegimos NOSOTROS. Y en su abrumadora mayoría, son unos enfermos. Debemos admitir que nosotros también lo somos, ya que somos nosotros quienes “elegimos” esta realidad.

Pero ¿cuál es esta PATOLOGÍA que sufrimos, de dónde parte, y hasta dónde llega?

¿Del cerebro? Los sentimientos, los condicionamientos, los hábitos, la ignorancia. ¿De la mente, y lo que ella crea?

Si eso es así; quiere decir que todo lo que nos rodea, la pobreza, los dirigentes, los sindicalistas, la economía, los periodistas, nuestras vidas, todo… ¿es una extensión de la mente?

¿Querrá decir que, si cambiamos nuestra mentalidad, nuestros condicionamientos, la manera de ver… las posibilidades que tenemos, el país, los políticos, podremos cambiar nuestra realidad?
Tres Ensayos de Explicación
1- La Argentina en profundo estado de anhedonia

La capacidad hedónica (de disfrute) de una persona es la medida de su anclaje a la vida. Y por lo tanto, la falta de tal capacidad (anhedonia) es la medida del naufragio emocional, psíquico y social.

La anhedonia es la ausencia de sentimientos placenteros: alegría, confianza, esperanza, interés, entusiasmo, etc.

Es un síntoma alarmante, un cuadro anormal y de gravedad, que indica que estamos ante una depresión mayor y, sobre todo, ante un paciente de alto riesgo.

Predice la evolución de síntomas psiquiátricos, abuso de sustancias e inadaptación social.

Indica un trastorno signado por el grado de insatisfacción con los logros, el medio ambiente, las relaciones, las elecciones y la forma en que se afrontan los acontecimientos de la vida.

Según la escala Chapman, la anhedonia social demostró ser un fuerte indicador del deterioro del desarrollo social.
2- Las neuronas espejo

La ciencia demostró hace mucho que, tanto en animales como en seres humanos, algo que es aprendido por un grupo, al poco tiempo es reproducido por otro que jamás se ha visto.

Para la neurobiología, las “neuronas espejo o neuronas de la empatía” y su función, significaron el origen de la civilización. Marcan un antes y un después entre la naturaleza y la cultura.

Las neuronas espejo son el fundamento del comportamiento social por imitación.

Son las encargadas de aprender nuevas habilidades imitando las acciones observadas. O sea, aprendemos con el ejemplo. Antes mismo de imitarlas. Y las imitemos o no.

Se ha demostrado la relevancia de la empatía en la disposición prosocial de los individuos, y su función inhibitoria en la agresividad, las drogas, y el desarrollo moral de las sociedades.

Se comprobó también que, si los que deben dar el ejemplo roban, mienten, simulan, dañan, etc., eso es aprendido por la sociedad, por imitación. Y se produce no sólo de forma consciente, sino involuntaria e inconsciente.

Los estudios arrojaron que una persona en posición de poder que robe hace que existan un 57% más de probabilidades de que personas cercanas ‘O NO’ también lo hagan. Y este contagio opera incluso entre personas que NO se conocen.

Imaginen nada más lo que viene aprendiendo nuestra sociedad en las últimas décadas, con los políticos corruptos, impunes, ineptos, simuladores, mentirosos, que ELEGIMOS.

Es importante destacar que las conductas se transmiten en SÓLO una generación.

Otro elemento esencial de estas neuronas radica en la “comprensión” de la “intención” de la acción del otro.

Al ser criaturas sociales, nuestra supervivencia depende de entender las intenciones de los demás.

La empatía es una forma de cognición social, y uno de sus retos más importantes es comprender los comportamientos e intenciones de otros. Porque comprender la intencionalidad es inferir el propósito.

Esto es importante, porque el ser humano es el único capaz de utilizar lo que conocemos como “inteligencia maquiavélica”. Es decir, poner en práctica una conducta manipuladora con el fin de obtener un beneficio propio. Por lo que la cognición social es crítica para el buen funcionamiento en comunidad.

Si bien un buen mentiroso es capaz de controlar sus emociones, siempre alberga miedo a que la verdad se sepa y temor a no conseguir su objetivo; y la evolución ha hecho que muchos humanos hayan desarrollado un antídoto; son los “detectores de mentiras”.

Están los que mienten muy bien y los que son buenos para detectar las mentiras.

Esta habilidad para inferir qué hay debajo de lo que el otro muestra requiere de cierto tipo de destrezas cognitivas. Los llamados detectores, perceptores o scanners tienen grandes dotes empáticas.

Muchas veces nos preguntamos en qué planeta viven los políticos y la gente que ha acumulado mucho poder; porque parecen estar desconectados de la realidad y de las verdaderas necesidades de los demás.

Y sucede que NO es una sensación. Es bien real.

Las personas en lugares o situaciones de poder por tiempo prolongado sencillamente DESACTIVAN las neuronas de la empatía. Esta disfunción de las neuronas espejo, o sea, en el área cognitiva, lleva a percibir menos lo social.

El mal funcionamiento del área cognitiva también es la causa de cuadros psiquiátricos como el autismo… casualmente.

Al desactivarse estas neuronas, no puede verse al otro. Su atención está concentrada en ellos mismos, en su propio placer, en su propia supervivencia. El otro pasa a ser “cosificado”, una cosa, que sirve o no a sus objetivos. No ven sus necesidades, ni comprenden sus prioridades, porque sólo los impulsa conseguir sus objetivos. Quedan desconectados de la realidad. Literalmente “viven en su mundo”.

Ésta es una de las razones por las que ningún cargo político, bajo ningún concepto, debería ser de más de dos períodos, en ningún caso y bajo ninguna circunstancia.

Una de las causas de que estemos como estamos es culpa de los POLÍTICOS VITALICIOS.
3- El síndrome peronista o de indefensión aprendida

Síndrome es un cuadro clínico, un conjunto de síntomas que caracterizan alguna enfermedad o trastorno físico y/o mental.

La “indefensión aprendida” es la condición de un ser humano o animal que ha sido sometido a determinadas condiciones de maltratos y castigos por tiempo prolongado y de manera continua.

Estos sujetos adquieren la percepción de que la situación es incontrolable (aunque realmente no lo sea), y que sin importar lo que haga no podrá modificarla, por lo que ha “aprendido” a comportarse pasivamente.

Se relaciona con la depresión crónica, y otros trastornos mentales resultantes de la percepción de ausencia de control sobre el resultado de una situación. Por lo cual, dejan de responder, intentar liberarse o modificar tal circunstancia.

Los pensamientos emiten frecuencias que se pueden medir. Y los sentimientos y emociones también. La frecuencia de vibración de la “indefensión aprendida”: pensamientos y sentimientos de miedo, frustración, angustia, desamparo, y cualquier otro sentimiento negativo; es muy densa, muy lenta, muy pesada.

Razón por la que es fácil mantener a las personas, sociedades o animales en ese estado, sin que logren liberarse, avanzar y progresar. Bien por el contrario, decaen cada vez más.

Imaginemos lo ENFERMA (porque lo atrasada lo sabemos) que está la SOCIEDAD argentina, después de más de 30 años, por no decir casi un siglo, de ser sometida a destrato, sufrimientos, ninguneo, desprecio, injusticia, desamparo, impunidad, corrupción, robo, violencia institucional, odio, enfrentamientos, falta de respeto, insultos, etc.

Frases como: “Es imposible que en este país algún político vaya preso”, “Jamás los peronistas dejarán gobernar a nadie más”, “Es lo que hay”, “Hay que aguantar”, “¿Qué vamos a hacer”, “Hay que seguir”, “Son todos iguales”, etc., son una nuestra del estado mental de “indefensión aprendida o síndrome peronista” en el que viven los argentinos.

Acá les dejo un video indispensable para comprender y comprobar lo fácil que es “provocar” el “síndrome peronista o de indefensión aprendida”: RESPUESTA AL PORQUÉ LA GENTE NO REACCIONA Y ACEPTA CON PASIVIDAD PERDERLO TODO:

https://www.youtube.com/watch?v=N9Zlfs9NUEs

http://www.eltrecetv.com.ar/telenoche/la-palangana-el-primer-informe-de-berto-y-malna_068890

Pero ¿podemos sanar esto? ¿Cómo? Biología de la creencia.
Cuando te dicen que abras tu mente, que estás pensando estrechamente, es cierto.

El biólogo molecular Bruce Lipton, autor del libro “La Biología de la creencia” dijo:

“Nos han hecho creer que el cuerpo es una máquina bioquímica sobre los que no podemos ejercer ninguna autoridad, eso implica que somos víctimas, que no los elegimos.
Pero es el ambiente, el ser humano el que controla dependiendo de cómo su mente lee lo que lo rodea, el ambiente, de cómo percibe” (…) “Estamos en un punto de la historia en que hemos de elegir ser soberanos o permanecer dependientes. No estamos limitados sino por nuestra percepción y nuestras creencias.” Dr. Bruce Lipton.

¿Cuántas veces, pensando en cómo resolver un problema, no nos percatamos que la solución la teníamos delante de notros?

¿Por qué nos sucede?

Porque nuestros pensamientos son siempre los mismos. Por lo cual, también lo son las respuestas, los sentimientos, emociones, y sensaciones que tenemos. Y a pesar de eso, esperamos que algo cambie…

¿Cómo, pensando, sintiendo, haciendo, VOTANDO, siempre lo mismo, podemos esperar resultados diferentes?
¿No es una locura?

Si aceptamos esto, debemos aceptar que tenemos que cambiar la forma de pensar, de ver los problemas, a nosotros, a los políticos, al país.
Y dejar de creer que es imposible. Siendo conscientes de que tales pensamientos parten de nuestra indefensión aprendida.

Los pensamientos tienen el poder de alterar tanto la química del cerebro como la del cuerpo.

Cada vez que pensamos algo, esa cosa inmaterial llamada pensamiento produce químicos que activan en el cuerpo una respuesta correspondiente.

Cuando pensamos en algo que nos hace feliz, el cerebro de inmediato produce dopamina y este químico hace que nos sintamos felices.
Si pensamos en algo triste, de inmediato nos sentir así.

Y mientras más pensamos, mejor o peor nos sentimos físicamente.
Y mientras más tristes o alegres nos sentimos físicamente, mas químicos correspondientes produce nuestra mente.
Es un círculo vicioso o virtuoso.

Pero si vivimos en un círculo VICIOSO por largo tiempo, la química de nuestro cerebro y de nuestro cuerpo ha cambiado a PATRONES AUTOMÁTICOS, de alegría, esperanza, o sufrimiento, desesperanza, frustración, carencias; lo que sea que experimentemos por largo tiempo.

Y como ese patrón mental y emocional SE HEREDA, nuestros hijos nacerán con sus genes de sufrimiento, frustraciones, angustias, carencias, e “indefensión aprendida”, o lo que sea, activados.

Es una de las causas neurobiológicas de que tengamos GENERACIONES de gente pobre incapaz de salir de las villas.

¿Por qué siempre elegimos mal?

Porque el inconsciente representa el 90%, y allí están, y de allí parten, los patrones mentales automáticos de lo que pensamos, sentimos y hacemos.
Sólo el 10% de lo que pensamos, sentimos, y hacemos, es consciente.

Supongamos que un partido y/o político te ha defraudado una y mil veces.

El estado mental, los patrones mentales automáticos de fracaso y frustración harán que reaccionemos a lo que nuestros químicos cerebrales están acostumbrados y necesitan para mantener la adicción.

Y elegiremos al siguiente con las mismas características que el anterior.
Quizás más joven y más educado, O NO.
Pero que corresponderá al mismo patrón, porque esa sigue siendo nuestra energía.

Lo mismo que pasa con las mujeres golpeadas.
No pueden liberarse de su golpeador.
Y si lo hacen, es para pasar de un maltratador a otro.
Síndrome que HEREDAN también sus hijos, quienes serán golpeadores o sometidas.

Conscientemente 10%, queremos cambiar; ser felices, libres, respetados, dignos, etc…
Pero el cerebro y el cuerpo que memorizó décadas de patrones de sufrimiento, desamparo, angustia, dolor, síndrome peronista de indefensión aprendida en el 90% subconsciente, no te la hará tan sencilla.

Como cualquier adicción, cada vez necesitamos más cantidad para alcanzar el mismo estado…
¿Alguna prueba más que hasta donde hemos llegado?

LOS ARGENTINOS ESTAMOS ENFERMOS, ES VERDAD,
PERO DE ADICCIÓN AL FRACASO, FRUSTRACIÓN, SUFRIMIENTO, ETC.

Ahora bien, para cambiar esto debemos entrar en el sistema operativo.
¿Pero cómo?
Cuando queremos algo y, por ejemplo, rezamos pidiéndolo -salud, felicidad, éxito, etc.-, lo hacemos con el consciente 10%. Pero el 90% lo hace sufriendo.

Si queremos la alegría que nos daría ver a todos los corruptos presos pero no lo creemos, ¿qué creen que ocurrirá?
¿Un milagro?

Queremos, esperamos y pedimos la felicidad… desde el sufrimiento.
Estamos en antagonía permanente.
En cortocircuito.
Ésa es la razón por la que las plegarias no se cumplen, y nuestros deseos tampoco.

El cuerpo y la mente deben trabajar justos.
No podemos lograr lo que queremos (no se puede encender la luz) estando en cortocircuito.

Los pensamientos son eléctricos y los sentimientos, magnéticos.
Y es su combinación ARMÓNICA la que produce el CAMPO ELECTROMAGNÉTICO que atrae hacia sí su equivalente.

Pensar en ser felices desde el dolor, descreimiento y sufrimiento es como tener una Ferrari SIN NAFTA. Debemos cargar el tanque para que funcione.
La nafta es la emoción, el sentimiento, la fe, el CREER que lo lograremos.
Creer es crear.
Recuerda: TU FE TE HA SALVADO.

Todos los grandes hombres de la historia pasaron por encima de sus circunstancias.
Nelson Mandela, la Madre Teresa, Martin Luther King, no pensaron en lo difíciles que eran las circunstancias, ni si sería posible o imposible, ni cuánto les costaría, ni si lo lograrían.
Lo daban por hecho.
Se dejaron llevar por UN SUENIO, UN IDEAL.

CREYERON en eso TAN FUERTEMENTE, que produjo un salto cuántico en su realidad, porque su cuerpo y su mente estaban en armonía más allá de las circunstancias presentes.
Para ellos, su más allá ya era una realidad.
Y esa realidad no pudo más que encontrarlos, corresponderles.

Cuando logremos que la mente y el cuerpo trabajen en armonía, PENSAR Y SENTIR de la misma forma. Cuando CREAMOS QUE ES POSIBLE.
En ese momento seremos libres, individuos indivisibles y dueños de nuestro destino.

Todo se CREA en la mente ANTES que en la materia.
Así que, cuando lo demos por hecho ANTES de que sea realidad, el evento nos encontrará.
Si pensamos, soñamos, deseamos, y damos por hecho el país que queremos, ese país nos encontrará...

Pero debemos estar POSEÍDOS por la idea de verlos presos.
De por fin tener el país serio que merecemos.
Debemos OBSESIONARNOS, disfrutarlo.
EXIGIRLO todos los días y CONTAGIAR a todo el mundo.
Para forjar ese futuro no basta con tener un IDEAL, ¡debemos AFERRARNOS a Él!

Hay que podar las viejas conexiones neuronales de frustración y fracaso que nos han traído donde estamos. Y plantar los nuevos pensamientos, sentimientos, expectativas, principios y valores, para que creen proteínas de felicidad, esperanza, alegría, entusiasmo, seguridad, confianza, paz y JUSTICIA.

Cuando esos químicos estén en nuestro organismo.
Cuando hayamos logrado reemplazar el dolor y la frustración, por la esperanza y la confianza en nosotros mismos.
Cuando CREAMOS que PODEMOS lograrlo, mereceremos esa nueva Patria que tanto necesitamos.
No antes.

Nosotros, las generaciones aquí presentes, debemos hacer la diferencia.
Y esa diferencia es en qué medida y de qué manera contribuiremos a este cambio de paradigma.

Firma: Reincorporación del fiscal José María Campagnoli

http://www.change.org/es-AR/peticiones/firm%C3%A1-por-la-reincorporaci%C3%B3n-del-fiscal-campagnoli-campagnoli

El saber nos hará Libres.

Está en tus manos...

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