A lo mejor hoy, te sorprendan en alguna esquina inesperada, esos ojos que en tus sueños, sabias que existían.
Y quizás, -porque no-, te insinuaran también, esa sonrisa que en aquellos mismos sueños, imaginabas posible.
Porque lo impredecible es el amor, y no los que enamoran.
Entonces, se hace necesario alimentar la esperanza de querer, preparándonos en medio de la espera, para ese instante en que repentinamente aparezca.
Porque de últimas, no se trata de que llegue, sino más bien, de que te encuentre.
A lo mejor hoy, le pones nombre a ese sueño y a esa mirada, que te parecían inalcanzables, pero del que siempre creíste, podría llegar un viernes...
Boletín Info-RIES nº 1112
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Hace 1 semana
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