Humor
político
Alejandro
Borensztein
De
nada nos sirve seguir añorando aquel feliz malentendido llamado “década
ganada”.
El
50% de los hogares argentinos gana menos de 11.500 pesos.
Mientras
De Vido trata de demostrar que no tuvo nada que ver con el choreo en la obra
pública ni con la destrucción energética, la Vía Láctea sigue expandiéndose en
el Cosmos como si nada.
Mientras
Aníbal Fernández sigue discutiendo con cada narcotraficante que agarran y nos
quiere convencer de que no sabe como fue que los carteles de la droga se
instalaron en el país, el sistema solar sigue moviéndose cómodamente a través
la galaxia.
Mientras Ex Ella
nos explica que no tuvo nada que ver con esas cosas y muchísimo menos con el
accidente doméstico que sufrió el fiscal Nisman en el baño, el planeta
Tierra sigue girando alrededor del Sol como lo viene haciendo hace 4.500
millones de años.
Con
la misma lógica del Universo, de a poquito pero sin pausa, el país va entrando
en una nueva era.
De
nada nos sirve seguir añorando aquel feliz malentendido llamado “década ganada”
que anunció haber bajado la pobreza al 4%, cuando la cruda realidad nos muestra
que, tras diez años de la mayor bonanza regional de la historia, el 50% de los hogares argentinos gana menos
de 11.500 pesos (fuente: Consultora W).
Por
mucho que lo intenten, no hay manera de endosarle este caramelito al gobierno
de Macri.
¿En que
estuvimos hasta ahora?
Ni
más ni menos que en tratar de salir de aquel zafarrancho y de ver si la cuenta
la pagamos entre todos o la paga el mismo 50% de siempre.
Mirado
desde el espacio y salvando el quilombito de las tarifas, el gobierno parece
estar haciendo bastante bien aquellas cosas que, más o menos, todos coincidían
en que debían hacerse (para más información, llamar a Bein, Blejer y todo el
equipo que venía con el dúo Scioli/Zannini).
La oposición,
salvo alguna que otra escaramuza de esta semana, acompañó razonablemente.
Desde
Pichetto a Stolbizer y de Massa a los gobernadores e intendentes del PJ, todos
se han portado como si la democracia les hubiera encantado siempre (bocadillo
que excluye a Margarita, obviamente).
De
los sindicatos ni hablemos.
Parecen
noruegos.
Finalmente,
el pueblo se la banca y no le queda más remedio que ajustarse el cinturón,
mantener derechos los asientos y bancarse la maniobra de despegue de la
herencia.
Sólo
los restos del kirchnerismo quedaron afuera del sistema, entre otras razones
porque nunca estuvieron del todo adentro.
Ni
el traspaso del mando se bancaron…
Estaría
faltando que la burguesía nacional rompa el chanchito y haga la apuesta que el
momento reclama.
El
famoso “les hablé con el corazón y me contestaron con el bolsillo” de Juan
Carlos Pugliese en el final del gobierno de Alfonsín no aplica en estos
tiempos.
Aquel
radicalismo ya se iba, este Cambiemos recién llega.
Suele
escucharse entre los empresarios que “vamos
a ver cómo evolucionan las cosas y después haremos las inversiones”.
Error.
Si
van a esperar a ver cómo le va al gobierno, ya les anticipo que le va a ir mal.
O
hacen la apuesta ahora o al final del camino los va a estar esperando Moreno y su
pistola.
Después
no se quejen.
Para
ser justos, hay sectores como el campo y otros, que están apostando fuerte.
No
se si alcanza.
Así
como el Universo no es estático, tampoco lo es la Argentina que sigue en
constante movimiento.
Pero
como hace años que no hay datos confiables (recién ahora están apareciendo los
primeros del INDEC), no sabemos si nos estamos moviendo para mejor, igual, peor
o mucho peor.
Daría
la impresión que mejor, lo que se dice mejor, mejor, por ahora no estamos.
Pero
tampoco estaríamos tan mal como dicen los antepasados del homo sapiens, también
conocidos como núcleo duro kirchnerista.
Si
baja la inflación como así parece y la cosa empieza a reactivarse como andan
diciendo por ahí, no estaríamos tan mal.
En
ese caso, la oposición que hasta ahora se venía portando muy bien, se va a
empezar a portar muy mal.
Es
lógico.
El
verso opositor de que “todos queremos que al gobierno le vaya bien
porque entonces al país le irá bien” no se la cree nadie.
Cuatro
años de peronismo a la intemperie puede ser.
Ocho
en situación de calle ya es mucho.
Sin
embargo, por ahora la prioridad del peronismo y del sindicalismo es sacarse de
encima al kirchnerismo.
La
gran duda es saber si la reactivación de país llegará antes de que el peronismo
termine de hundir a los K, se acomode, vire rápidamente su flota imperial
unificada, y empiece a bombardear al gobierno.
Reactivación
macrista o unificación peronista es la cuestión.
El
que llega primero gana.
De
ahí el apuro por lanzar la nueva renovación peronista cuya primera función se
representó esta semana.
Digamos
que arriba del escenario, el elenco daba raro.
Al
mismo tiempo, los sindicatos van dejando de ser noruegos y amagan con un paro
bien argento.
Por
ahora, sin apuro porque nadie quiere endurecerse ante el gobierno sin antes
asegurarse que Máximo, Larroque, D’Elía, Esteche, Boudou y otros estadistas
hayan quedado a la deriva en un bote salvavidas timoneado a los gritos pelados
por Ex Ella.
No
sea cosa que alguno se cuele de polizonte en el nuevo crucero del amor
justicialista.
Al
menos esto es lo que expresan en los medios las distintas voces del peronismo.
Desde
Massa a Urtubey, pasando por Insaurralde, Bossio, Facundo Moyano, Graciela
Camaño, Felipe Solá, Marangoni, la Intendenta de La Matanza o los trillizos
Pignanelli (está confirmado que son trillizos, de otra manera no se explica
como hace el tipo para estar en todos los programas al mismo tiempo).
En
estos días que se homenajeó a la Renovación Peronista de 1985, cabe recordar
que Antonio Cafiero abandonó el PJ y formó el Frente Renovador (¿les suena?).
Luego,
en 1987 ganó la gobernación de Buenos Aires y cuando el camino a la Rosada
parecía imparable, chocó contra las patillas y el poncho de Carlos Menem.
Fue
entonces que el PJ, la Renovación y la mar en coche se transformaron en el
inolvidable “menemismo”.
Avísoles.
Mientras
tanto, en algún lugar de esta Ciudad Gótica, el Guasón y los funcionarios del
Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires siguen adelante con el plan de vender
espacios verdes.
La
barbaridad del Tiro Federal ya está en marcha.
Se
vienen otras.
Me
parece que ya es tiempo de que Batman empiece a alinear los planetas.
Vayamos
preparando el Batimóvil.
PD:
Hoy ponen Boca a la 18:00 y River a las 20:00.
La
fecha pasada fue igual.
Hey
macho, acuérdense que iban a terminar con la manipulación de los horarios del
fútbol.
Antes
era por la propaganda neofascista, ahora es por el rating.
No
me hagan enojar.
Así
Batman no va a dar abasto
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