Yo comencé a verla ya comenzada...
Desde allí parte mi relato.
Un señor de 50 años (+ o -) se acerca a la habitación de una
joven de 20 años para comentarle que tenía insomnio.
Ella le pregunta ¿por qué no pone en práctica lo que a ella
le habían enseñado de pequeña...?
Que le diera dos besos en los párpados como para inducirla
al sueño a ella y que luego él se retirara a sus aposentos memorizando la
intención de los besos que le había dado a ella para inducirla al sueño.
Que con ese recuerdo abriera las sábanas para introducirse
en la cama y se pusiera a pensar que ella ya se estaría durmiendo, gracias a
los besos que él le había impartido.
Transcurridos 10’, él le pregunta si ella lo había logrado
ya que por más ejercitación de las indicaciones por ella impartidas, él no
podía conciliar el sueño.
- No, le
responde ella. Yo también estoy desvelada
- Y,
¿entonces?, repregunta
- Entonces
vamos a intentar otra cosa (mientras ella va caminando hacia la cama de él, se
mete bajo las sábanas, se le acerca y con mucha delicadeza le dice que ella le
dará los mismos besos)...
Y comienza a besarle los párpados, las mejillas, el cuello y
la boca…
La escena siguiente, se lo ve a él llevándole el desayuno a
la cama en la que ambos lograron quedarse dormidos.
Y se marcha a su labor:
Es el secretario del Primer Ministro del Gran Bretaña,
reunidos en Reikjawyk – Islandia *, para la Asamblea del Milenio (2000) de la
ONU…
* Lugar que habían
elegido para imposibilitar la presencia de manifestantes contrarios a ese tipo
de asambleas… por lo distante del resto de Europa, por el frío reinante y por
la frialdad que los caracteriza a los ciudadanos del lugar.
A esa Asamblea, había concurrido el Grupo de los 8 y no
recuerdo muy bien, cuáles eran los temas preestablecidos por ellos para ser
tratados.
La joven estaba logrando aflojar la pacatería con la que
siempre se había manejado el frío canadiense y él la llevaba a las comidas en
las que reunían todos los del G – 8, con la condición que ella no vertiera
opinión alguna.
En una de esas cenas, la joven realiza un comentario que cae
como balde de agua fría, entre los presentes y ella se retira al baño, para no
llorar en presencia de todos ellos y no dejar mal parado a su amigo pacato.
En el toillette se encuentra la esposa de uno de los
jerarcas allí presente y elogia a la
joven pero le explica que como esposa de ese tipo de hombres deben mantenerse
imperturbables, aunque como le está sucediendo a ella, haya perdido un hijo
recientemente.
El secretario pacato canadiense la lleva a otro lugar que no
es el mismo hotel en el que se durmieran juntos (por consejo de su Jefe) y al
despedirse le pregunta si ella había elaborado el encuentro en el café del
aeropuerto donde se cruzaron suponiendo que ella es una activista de alguna de
esas organizaciones zurdas que van a romper los esquemas de todas las reuniones
o asambleas de ese tipo y ella le responde:
- No, acababa
de salir de la cárcel...
- Y ¿puedo
saber el por qué estuviste presa?
- No...
Durante las reuniones preliminares al encuentro final, con
la declaración y conclusión a la que deberían llegar, los allí reunidos, el
“pacato” se había sensibilizado al lado de la joven y no podía “entrar” en tema
ni en la materia de sus empleadores de toda la vida... y decide renunciar para
ir a la búsqueda de la joven para poder seguir besándose y para poder dormir
juntos.
Por haber renunciado y haber puesto de manifiesto que la
iría a buscar, el Primer Ministro lo autoriza a que la lleve a la cena de despedida
de la Asamblea para que todos fueran felices y pudieran comer perdices.
Durante la cena, las mujeres hablaban de tonterías (a lo que
estaban acostumbradas) mientras que los machos cabríos ponen de manifiesto (a
grandes rasgos) a la conclusión a la que habían arribado…
La joven muy gentil y suavemente, les hace notar la frialdad
y desinterés de los allí presentes, por el acontecer de la hambruna que permite
que se muera un niño, entre chasquido y chasquido de los dedos pulgar y medio,
de cualquiera de ellos y algunas referencias más.
Todo el mundo hace
silencio sepulcral y ella se retira.
Al día siguiente, el pacato la acompaña al aeropuerto y al
despedirse, vuelve a preguntarle acerca de su detención y posterior liberación,
cuando se encontraron en el café del aeropuerto:
- Me
detuvieron por golpear a un hombre que mató a un niño.
- El hombre
¿era tu esposo y el niño era tu hijo?
- No tiene
importancia quienes eran ni el hombre ni el niño. El niño se murió por hambre.
Y se la ve camino al embarque del avión que la trasladaría a
su país.
La acción de la película muestra (al día siguiente) por los
televisores, la última sesión en la Asamblea del Milenio, con la decisión y
conclusiones a la que llegaron...
Y para sorpresa del pacato (que llama desde su celular a la
joven para pedirle que encienda su TV) el Grupo de los 8, anuncia que han
llegado a la conclusión que los niños del mundo entero no pueden ni deben
seguir muriéndose de hambre...
Cuadro de Argentina (2015)
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