Según las estadísticas son los días en que crecen los suicidios.
Y comprendo que sea cierto.
A lo largo de mis 46 años de matrimonio, los domingos eran los de la reunión familiar.
Al enviudar…
Dejaron de serlo.
Y, a pesar de ser creyente no se me ocurre ir a misa para paliar mi tristeza.
La misa es realizada por hombres vestidos con los ornamentos establecidos por la Iglesia Católica
Pero no dejan de ser “hombres” con sus defectos a cuestas.
Los domingos:
Rezo más de lo acostumbrado.
Comparto mi oración cotidiana:
Sagrado Corazón de Jesús, en Vos Confío
Sangre de Cristo, cúbreme.
Pasión de Cristo, confórtame
Agua del costado de Cristo, lávame.
¡Oh! Mi buen Jesús, óyeme.
De las enfermedades, cúrame.
De los accidentes, sálvame
Del enemigo maligno, defiéndeme y no permitas me dañen…
En la hora de mi muerte, llámame
Y mándame que vaya a Ti para que con tus santos te alabe
Por los siglos de los siglos…
Amén
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