"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

jueves, 5 de octubre de 2017

En plena guerra de las Malvinas la solidaridad latinoamericana se puso de manifiesto con la ayuda prestada por la República del Perú,

Aviones M 5P arribado en la VI Brigada Aérea Tandil (04 de Junio 1982) ver insignia Argentina pintada en el empenaje

En plena guerra de las Malvinas la solidaridad latinoamericana se puso de manifiesto con la ayuda prestada por la República del Perú, al transferir a la Argentina diez aviones Mirage V P para contribuir a mantener la capacidad de combate frente a Inglaterra

El 4 de Junio de 1982 la inminencia de la caída de Puerto Argentino, la capital de las Islas Malvinas, era evidente.
La Fuerza Aérea Argentina (FAA) realizaba junto a las demás fuerzas armadas un máximo esfuerzo para procurar revertir el curso inevitable de luna guerra contra la tercera potencia mundial.
Ese día en la VI Brigada Aérea en la ciudad de Tandil (provincia de Buenos Aires), muy alejada del teatro de operaciones, se produjo uno de los hechos que demostró claramente de qué lado estaban alineados los países latinoamericanos (a excepción de Chile)

Diez aviones Mirage VP de la Fuerza aérea del Perú FAP aterrizaban en la VI Brigada Aérea tripulados por pilotos Peruanos. Inmediatamente entraron en servicio con las matrículas de los DAGGER perdidos en la guerra, estas eran C403, C404, C407, C409, C410, C 419, C 428, C430, C433 Y C436. Cabe destacar que pese a faltar diez días para la finalización de la guerra, no llegaron a entrar en combate.

Crónica de esos acontecimientos redactada por: Alfredo Alí Álava / ElComercioperu.com
Pilotos de la FAP llevaron los Mirage a Buenos Aires en vuelo silencioso
Fue una madrugada de mayo de 1982 (04-05-82) cuando las 10 naves partieron de La Joya.
Les sustituyeron las insignia, bandera y matrícula peruanas por las de Argentina
Era una operación militar secreta y, por ello mismo, ni siquiera las esposas o las novias de los pilotos peruanos se enteraron de que ellos volarían hacia Argentina llevando 10 aviones de combate Mirage M5-P para participar, si las condiciones lo exigían, en la guerra por las islas Malvinas.

Pero cuando los aviones caza-bombarderos que vendiera el Perú se encontraban listos para entrar en combate, luego de varios días de intensa preparación y acondicionamiento en tierras argentinas, el conflicto terminó con la reocupación británica de las islas del Atlántico Sur y los M5-P debieron esperar otros tiempos.

Fue una madrugada de mayo de 1982 cuando 10 capitanes y mayores de los escuadrones 611 y 612 de la Fuerza Aérea del Perú (FAP) salieron de La Joya (Arequipa) hacia la base argentina de Tandil, al este de Buenos Aires, para cumplir las órdenes emanadas desde el alto mando de la FAP.
La Fuerza Aérea Argentina, a través de los canales políticos correspondientes, había solicitado apoyo a su similar peruana, pues requería de aeronaves de combate de alta performance para hacer frente a la armada real inglesa que llegaba escoltada por los famosos Harrier, aviones de despegue y aterrizaje vertical, que por entonces eran las más modernas y poderosas máquinas aladas que surcaban los aires.

Argentina tenía problemas con sus aviones de combate porque no estaban preparados para desplazarse hasta las islas Malvinas, atacar los objetivos en el mar y retornar a sus bases.
No obstante --como recuerda el general FAP Aurelio Crovetto Yáñez-- "los pilotos argentinos se sobrepusieron a las circunstancias adversas e hicieron blanco en varios buques ingleses: cumplieron una excelente y admirable labor".

Pese a que disponían de algunos aviones de guerra recién adquiridos, como los Súper Etendard (subsónicos) equipados con misiles Exocet, y otras naves más antiguas, como los Mirage-3 (para ataque aire-aire), los Dagger (ataque aire-tierra) y los A-4 Skyhawk (aire-tierra), los argentinos necesitaban aviones de mayor autonomía de vuelo y capacidad para tareas en el mar. Y esas máquinas las tenía el Perú.

ERAN LOS MEJORES DE LA FAP

Por entonces los Mirage M5-P eran los aviones de línea y los mejores de combate que tenía la FAP. Aunque habían llegado entre 1968 y 1969, dichas aeronaves contaban con no muchas horas de vuelo y, a decir del general Crovetto, que por entonces era jefe del Escuadrón 611 con el grado de mayor, estaban en óptimas condiciones de operatividad. Eran los aviones ideales para atacar objetivos marítimos.

En efecto, las naves peruanas de fabricación francesa tenían una respetable autonomía de vuelo gracias a sus tanques de combustible. Poseían misiles teledirigidos AS-30, con un alcance de 15 kilómetros que estaban especialmente diseñados para atacar buques. Pero también eran de temer sus cañones, que disparaban balas, algunas con cabezas explosivas, de 20 milímetros.

Cuando despegaron de La Joya (Arequipa), después de dejar su base de origen, Chiclayo, los 10 Mirage M5-P debieron elevarse por encima de los 33 mil pies en un vuelo silencioso, con los equipos de radio apagados, para evitar ser detectados por los radares bolivianos y, especialmente, por los chilenos que jugaban su partido a favor de la corona británica. Fue un vuelo por ruta de frontera a una velocidad promedio de 800 a 900 kilómetros por hora.

"Nos preocupamos en planificar bien el vuelo. No temíamos tanto que nos detectara Bolivia, pues considerábamos que ellos no tenían capacidad para hacerlo. El problema era Chile y sus radares que, probablemente, tenían en Iquique y Antofagasta. Pasamos, sin embargo, sin contratiempos", recordó un piloto que prefirió el anonimato.

Las aeronaves fueron conducidas por los pilotos FAP Ernesto Lanao, César Gallo, Augusto Mengoni, Pedro Ávila, Gonzalo Tueros, Pedro Seabra, Mario Núñez del Arco, Marco Carranza, Augusto Barrantes y Rubén Mimbela. La mayoría de estos oficiales está hoy en el retiro y unos tres o cuatro siguen en su institución con el grado de general.

Previamente los Mirage peruanos habían sido maquillados y, entre otras modificaciones de forma, habían renunciado a la insignia, bandera y matrícula peruanas para, desde entonces, lucir los emblemas argentinos con sus colores característicos, celeste y blanco. Así volaron hacia Tandil, previa escala en Jujuy, en una travesía que duró cerca de tres horas.

El escuadrón de M5-P fue acompañado por una nave madrina, un L-100 similar a los Hércules, en cuya bodega llevaba parte de los equipos de mantenimiento y varias decenas de técnicos y mecánicos de aviación que debían instruir a los argentinos en todo lo relacionado con el funcionamiento de las naves y la utilización del armamento. Los misiles, obuses, bombas, municiones y tanques de combustible, por cierto, viajaron posteriormente por otras vías.

ALEGRÍA EN ARGENTINA

En Tandil hubo algarabía total cuando el escuadrón de cazas aterrizó.
Estaba allí para recibir a los pilotos peruanos el mayor Crovetto, que ya tenía varios días en Argentina trabajando en el Estado Mayor de la Guerra, junto con el coronel FAP Gonzalo Arenas y el mayor FAP Carlos Portillo.
Los pocos pilotos argentinos de Dagger que se hallaban en la base (los otros estaban combatiendo) se estrecharon en sincero abrazo con sus colegas peruanos.
"Algunos estuvieron al borde de las lágrimas. Imagínese que a usted le llevan ayuda militar cuando más la necesita y en momentos cruciales. No era para menos", recordó Crovetto, quien más tarde se encargaría de dar instrucción a sus colegas argentinos.

Pero el Perú no solo se preocupó en enviar 10 aviones de combate a Argentina.
El alto mando de la FAP también ordenó al Comando de Materiales entregar toda la logística necesaria para las operaciones de las naves e, incluso, equipos de defensa aérea.
En aquella ocasión --recuerda un oficial-- le dimos alrededor de 30 misiles AS-30 aire-tierra, misiles antiaéreos y hasta compramos repuestos en Israel para aviones como si fueran para el Perú, pero terminaron en Argentina.
Nuestra fuente destacó, de otro lado, el apoyo peruano con tanques de combustible. No recuerda la cantidad, pero aseguró que fueron muchos, los suficientes como para que los aviones argentinos los utilizaran para decolar del continente, enfilar hacia Las Malvinas, atacar posiciones enemigas y retornar a sus bases. "Sin esos tanques era imposible realizar esos ataques. Fue clave en las operaciones".

MAS DATOS SOBRE LA AYUDA DE PERU
PERÚ EN LA GUERRA DE MALVINAS:
La guerra de Malvinas, donde el Perú colaboró directa e indirectamente con la Argentina, en base a un pacto realizado en la década de los años 60 de asistencia recíproca en caso de guerra. No solo se refiere a la entrega de personal y armas a las partes sino de todos los sistemas de defensa e inteligencia.
Un poco de historia
A Mediados de los años 60 Perú y Argentina, tenía muy claro que el enemigo inevitable era Chile, y que el desarrollo conjunto de sus fuerza armadas era básico así se planteó tener ejércitos estándares de muy alta tecnología, pero solo pudiéndose concretar este proyecto a su totalidad en la fuerzas navales de cada País. Es así como no es extraño ver como Perú y Argentina compran armamento casi idénticos, desde submarino, torpedos y desarrollan el Exocet.
Si, podrá sonar algo muy presuntuoso pero si no fuera por el dinero argentino y peruano, Dassault jamás habría podido desarrollar el misil. Que solo tenía en planos para 1968 que fue lo que pudo desarrollar con el dinero del proyecto para Israel del Gabriel.

Gracias a un trabajo de la Inteligencia Naval Peruana en 1969, se consiguió que Perú y Argentina escogieran la ruta del Misil y no de seguir con la artillería como armamento principal en los buques como lo haría Chile con sus Leander. Es así como se equipan de misiles los destructores Peruanos y Argentinos obligando a la firma francesa a no vender ninguno de estos misiles a países de la zona. Cuando Perú instala misiles en los destructores Ferré y Palacios, se convertía en el primera Marina Americana en tener misiles mar-mar. Luego la Argentina lo haría con un destructor clase Fletcher.

En el caso de nuestros submarinos tipo 209, se habían presentado problemas con los torpedos filo guiados en ambas armadas, siendo los peruano lo que encontraran la solución a este problema. Para el inicio de las hostilidades viaja un equipo técnico de especialistas en armas submarinas peruano a la Argentina para modificar los torpedos argentinos. Pero el recelo en la Armada Argentina demoró la modificación de los torpedos y con ello la perdida de valiosos blancos durante la guerra.
En total la MGP envió a la ARA 60 torpedos filogiados alemanes modificados, más 60 tarjetas electrónicas para ser cambiada por las falladas de fábrica.
Sobre los Misiles, para los 80 el Perú como la Argentina, encargaron un segundo lote de misiles a Marcel Dassault, sobre su desarrollo del MM-38 esta vez para ser lanzado desde el aire, el AM-39.
Al inicio de las hostilidades Argentina Y Perú solo contaba con 5 misiles AM-39 cada uno, pero contaban con 40 misiles MM-38, 20 por cada nación. De los cuales se mandaron 4 MM-38 como posibles repuestos a la flota Argentina, y los 5 misiles AM-39 que Argentina luego repondría al Perú de los lotes venideros post guerra.
Sobre los cazas de combate, los Mirage 5P, que salieron desde el Perú con los colores argentinos, fueron llevados a la argentina por pilotos peruanos y estos se quedaron al servicio de la FAA. Durante todo el conflicto para la defensa continental.
guerra
Mientras los pilotos argentinos seguían cursos acelerados para pilotear este caza en el Perú.
Adicionalmente, las Fuerzas peruanas sirvieron de freno a las chilenas para evitarle a la Argentina pelear en dos frentes.
Para este objetivo se movilizó gran parte de la flota a los puertos del sur del Perú y se incrementaron los ejercicios de blindados sobre la zona de frontera con Chile.
Pero lo más útil para la Argentina fue la información que el servicio de inteligencia naval le proporcionaba dándole información de primera mano cómo la ubicación de la flota británica:
El reporte de las comunicaciones de la flota con su comando en Inglaterra.
Gracias a una infidencia en Chile del agregado británico se conseguiría romper uno de los códigos de comunicación usados por la embajadas británicas.
Lo que nos dio mucha información de los movimientos diplomáticos, tema que Argentina tenia perdido desde el principio.
En esos días en plena toma de Puerto Argentino, la premier M. TATCHER, ofrecía a Chile todo tipo de compensaciones si generaban un segundo frente a la Argentina.
Es en dicho momento que se hace filtrar la información que parte de los submarinos peruanos estaban en agua chilenas, evitando que sus viejos cruceros se muevan de sus bases.
También se le aviso a la Argentina que el TIAR no sería apoyado por EEUU 3 días antes de la invasión.
Y que EEUU había colocado en aviso al Reino Unido de las intenciones de la invasión argentina. Pero el estado tan convulsionado de la Argentina los obligaría a tomar tan mala decisión y continuar la invasión. Cuando todo se ponía a favor de una invasión a Chile con ayuda de Perú.

Pero la historia fue otra...

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