Hoy los muchachos justicialistas se atrincheran...

Hoy los muchachos justicialistas se atrincheran y buscan mayoría en diputados para dar la batalla por las tarifas...

Hipócritamente dicen defender el bolsillo de los trabajadores, cuando en más de dos décadas, fueron los responsables de vaciar los recursos del país y dejar más del 30% de pobres…

Por los vaivenes en sus modelos, un populismo de derecha con Carlos, privatizo y enajeno las empresas del estado, creo las AFJP,

después el de izquierda Chavista de los K, estatizaron todo y volvieron a concesionar sin control, con sobornos y sobre precios con jugosos retornos, convenciendo a sus fanáticos que los servicios públicos son gratis.

En la actualidad ingresaron más de 50 mil venezolanos huyendo de la represión y el hambre que causo el modelo Chavista de su país:

No se ha visto a ninguno de ellos pidiendo o cortando calles por comida, ellos conocen el sufrimiento y tienen dignidad, en la mayoría de los restaurante te atiende un mozo o camarera venezolana/o.

Hoy se organizan los justicialistas para volver y confirmar la justicia que dejaron.

Lo peor que nos puede pasar como argentinos es que no haya justicia.

Si seguimos por este camino de impunidad para los poderosos, dentro de diez años, Cristina estará disfrutando de sus millones en libertad y sus causas por corrupción estarán durmiendo en el cajón de algunos jueces.

Hay 50 causas que se están tramitando hace más de diez años.

Mientras más se demora todo, más complicado se hace impartir justicia y más fácil se hace todo para los delincuentes.

Ahí está el ejemplo de otro ex presidente justicialista, el actual senador Carlos Menem.

Fue condenado por el tráfico ilegal de armas en 1995 y todavía estamos esperando la confirmación de casación.

Es una vergüenza del tamaño del estado.

Y eso es lo mismo que va a pasar con Cristina Kirchner si seguimos por este camino de complicidades y negación de justicia.

Y con Lázaro Báez que será un empresario próspero en la Patagonia o vivirá la gran vida en Europa o las Islas Seychelles.

Y con Cristóbal o Echegaray, o De Vido y sigue la lista de corruptos de estado que saquearon la Argentina y no están condenados.

Una multitud de argentinos rodearon al palacio de los tribunales para exigir que se termine esta vergüenza.

Lo dijo Daniel Sabsay desde el escenario con autoridad de constitucionalista, y lo decían los carteles de la gente común, movilizada y auto convocada por las redes sociales.

Era el ciudadano común que pegaba el grito de la República.

Que exige que devuelven todo el dinero y que de una vez por todas se apruebe la ley de extinción de dominio para que eso pueda ser una realidad.

Están hartos de que la impunidad les escupa en la cara a los decentes.

Están con mucha bronca porque se rompen la espalda trabajando de sol a sol para mantener a su familia y pagan hasta el último centavo de impuestos y no pueden creer que estafadores de guante blanco se burlen de nosotros y se roben nuestro dinero.

La salvajada que más protestas levantó fue cuando dos jueces llamados Jorge Ballestero y Eduardo Farah prácticamente consagraron la impunidad de Cristóbal López y sus cómplices.

Los pusieron en libertad y encima, les cambiaron la carátula que es como malversar los hechos y convertirse en cómplices de los delincuentes.

Nadie confía más en ellos salvo los que cometieron delitos en los 12 años de kirchnerismo los más corruptos de toda la historia democrática.