Por Miguel Angel Rouco
Fuente: Tribuna de Periodistas
Mientras
los índices de pobreza continúan aumentando como consecuencia de la espiral
inflacionaria, el campo, el verdadero motor de la economía argentina sigue
mostrando que cuando lo liberan de sus cadenas fiscales, es capaz de
transformar vastos sectores del país.
La canasta
básica que mide la línea de pobreza creció 2,5%, muy por debajo de la
inflación, como consecuencia de la aplicación de la reducción del IVA a un
grupo de alimentos, lo que redundó no solo en un aumento del consumo sino
también en una baja de precios.
Es decir, la
aguja se mueve a partir de una reducción de impuestos.
Esto
no implica que la pobreza haya desaparecido sino que en todo caso crece a un
ritmo menor que hace unos meses.
La
pobreza afecta más a aquellas poblaciones que viven de los subsidios que paga
el Estado.
En
las poblaciones, donde la producción y el trabajo se desarrollan de manera
independiente del Estado y aun cuando soportan la enorme ineficiencia del
aparato burocrático, dan cuenta de la
pujanza y de las ganas de superar adversidades.
Contra viento y
marea, el campo sigue siendo la locomotora.
Con
retenciones, con sequía y con menores rendimientos por hectárea, la venta de
maquinaria agrícola se duplicó en el tercer trimestre del año, respecto de
igual lapso de 2018.
Esto
indica que aun, con la enorme presión fiscal, y con las adversidades
mencionadas, en el párrafo anterior, los
que quieren trabajar, lo hacen,
producen y compiten en el escenario mundial.
La
otra Argentina, la patria subsidiada no trabaja, no produce, pide subsidios y
no quiere competir, quiere cazar en el zoológico, ajustando por precio y no por
cantidad, teniendo de rehén a un mercado interno indefenso, masacrado con
salarios misérrimos y subyugado por el impuesto inflacionario.
Y como si fuera
poco, los que trabajan y arriesgan son obligados a mantener a la patria
subsidiada.
Dos
países en uno.
Un
fenómeno típicamente argentino, prohijado por el populismo vernáculo.
Otro
desafío para el gobierno de “Los Fernández” si es que quiere superar un déficit
estructural.
No hay comentarios:
Publicar un comentario