Por
Rubén Lasagno
En Santa Cruz
gracias a la endeble y bien laxa Ley Electoral, todo es posible.
Desde la Ley de
Lemas, que representa los intereses partidarios de los grupos minoritarios
hasta las candidaturas testimoniales, pasando por (y como consecuencia de lo
anterior) la posibilidad de ganar en
dos lugares y elegir con cual quedarse.
Esta
aberración de la democracia, no es otra cosa que la inmoralidad política puesta
al servicio del poder, que hace y deshace a su antojo, a instancia de un pueblo
manso y obediente, quien ve pasar a los inmorales por su puerta, e igual los
vota.
En este marco el
multi-candidato del FPV Pablo Grasso, fue como candidato a diputado provincial
y ganó.
Pero especulando
descaradamente con abarcar más poder, se candidateó a Intendente y también
ganó.
Su
meta era ésta última, pero ¿Por qué no hacer las dos intentonas si la
benigna ley se lo permite y las leyes las votan y aprueban ellos mismos?.
De
última, en Santa Cruz a nadie le importa quién los representa, lo importante es
que ocupen las bancas…
Y
así nos va.
LA
GRAN ESTAFA: “READECUARON” UNA AVENIDA POR CASI 500 MILLONES DE PESOS.
LO
MÁS GRAVE: DESAPARECIERON FONDOS Y LA AVENIDA SIGUE IGUAL
Decidido
Grasso a ocupar la intendencia, en su banca de diputado se generó la discusión.
En
la grilla para ocupar los puestos había dos “históricos” del Frente para la
Victoria. María Esther Labado, ex
concejal, ex senadora y quien reclamó para sí la banca “por una cuestión de
género” y junto a ella el diputado
Matías Mazú un eterno legislador o intendente (según las épocas), pero
siempre dispuesto a llevar adelante las peores y más irrisorias explicaciones
de lo inexplicable en el recinto, como por ejemplo, su última revelación del
jueves pasado al decir
“La
Caja de Servicios Sociales de nuestra provincia es la mejor Obra Social del
país”.
Dos
intereses, entonces, se cruzaron por la banca.
La
de Labado, que es una “funcionaria congénita” con necesidad de estar asociada a
la beca estatal desde algún lugar y los de Matías Mazú que si bien también es
un todo terreno, ésta vez más que nunca necesita seguir en el cargo, pues sobre él pesa un pedido de
detención por causas de corrupción, mientras fue Intendente de Río Turbio.
Como
para la justicia electoral, para la provincia y para el electorado proclive a
votar cualquier cosa que le ordenen, ser condenado a prisión por corrupto no es
suficiente desmérito para ocupar un cargo electivo, Mazú se dispuso disputarle
a Labado la banca en la Legislatura, atendiendo a que la caletense se lo
discutía desde una posición de género, más que de legal pertenencia.
Para
ello debemos remontarnos al 2018 cuando la Cámara de Diputados provincial
aprobó un proyecto de reforma de la Ley de Género, por el cual se elevó al 50%
la participación de las mujeres en las listas y al producirse una renuncia en
la banca el diputado saliente será sustituido por alguien del mismo género.
Por
este motivo, será diputado provincial reemplazando a Pablo Grasso, Matías Mazú
y no Labado.
“El
29 voy a buscar el diploma a diputados”, dijo Mazú a un diario local con una
sonrisa que le cruzaba la cara, pues
la banca es un reaseguro de impunidad.
El
18 de octubre, tal como lo informara OPI, el TOF 7 lo condenó junto con
Atanasio Pérez Osuna, Larregina y una decena de cómplices más, a cuatro años de prisión, inhabilitación
perpetua para ejercer cargos públicos, devolución solidaria de 50 millones de
pesos y detención inmediata de los involucrados por corrupción en las
“construcción” de la Avda. YCF en Río Turbio, investigación periodística
llevada a cabo por OPI en el año 2016 donde se demostró que un día antes de
entregar el cargo presidencial, licuaron 50 millones de pesos.
Ni
la investigación preliminar, ni las pruebas contundentes de corrupción, ni la
inhabilitación para ejercer cargos públicos, ni los embargos o las prisiones
decretadas por la justicia, han sido causas suficientes para que Matías Mazú
sea hoy diputado provincial.
El
objetivo del FPV fue (otra vez) cumplido con creces, gracias al apoyo del
electorado.
(Agencia
OPI Santa Cruz)
No hay comentarios:
Publicar un comentario