CARTA
A LA NACIÓN DEL 19-11-2019.
Quiero
citar palabras de la canciller alemana, Angela Merkel, en su discurso del 9 de
noviembre último, en conmemoración del trigésimo aniversario de la caída del
Muro de Berlín:
"Demasiada
gente fue víctima de la dictadura del SED (partido de la Alemania comunista).
No
los olvidaremos.
Recuerdo
a las personas asesinadas junto al muro porque buscaban la libertad.
Recuerdo
a las personas controladas y denunciadas.
Recuerdo
a las personas sometidas que tuvieron que enterrar sus sueños y esperanzas,
porque no querían doblegarse ante la arbitrariedad estatal...
El
9 de noviembre también recordamos a las víctimas del progrom de 1938.
El 9 de
noviembre nos conmina a hacer todo lo que esté en nuestra fuerza para defender
la libertad y la democracia,
la dignidad
humana y el Estado de Derecho...
El
9 de noviembre, hace 30 años, cayó el Muro de Berlín.
Poco
antes, nadie consideraba que fuera posible.
A
principios de 1989, eran una pequeña minoría los que defendía los derechos
civiles, la libertad y la democracia, asumiendo perjuicio, persecución y
encarcelamiento.
Esta minoría dio
coraje a miles y miles que llevaron la protesta a la calle.
Pero
los valores -libertad, democracia, igualdad, Estado de Derecho, respeto de los
derechos humanos- no se dan por sí
solos.
“Tienen
que ser vividos y defendidos continuamente".
Las
palabras de Merkel nos llegan directamente en nuestra América Latina tan
convulsionada.
¿Quién no
reconoce la idéntica situación en Cuba?
¡Desde
hace ya 60 años!
Y
los sufridos venezolanos.
Los valores
-libertad, democracia, igualdad, Estado de Derecho, respeto de los derechos
humanos- no se dan por sí solos.
Tienen
que ser vividos y defendidos continuamente, nos dice Merkel.
Recordar
a aquellas personas, muchas de las cuales dieron su vida por la libertad, nos
debe hacer respetar a los miles de latinoamericanos que también alzan sus voces
en contra de los dictadores -no hay otra palabra- que insisten en
perpetuarse en el poder.
Además
de lamentable, es preocupante que el presidente electo argentino manifieste su
cercanía y solidaridad con tales regímenes.
Es
una falta de respeto a las voces de advertencia y también un desacato insolente
a los miles de argentinos que han votado otro camino.
Walter
J.R. Junco
No hay comentarios:
Publicar un comentario