"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

sábado, 14 de diciembre de 2019

¿QUE ES LA NORMALIDAD?


Todos los hombres quieren ser normales, o por lo menos que sean considerados en su vida de relación, normales por sus semejantes.
Pero ¿qué es la normalidad?
La normalidad es la condición o calidad de normal, y normal es aquello que por su naturaleza, forma o magnitud, se ajusta a ciertas normas fijadas de antemano.

Dicen los psicólogos que la normalidad es la característica de ser un valor representativo o patrón para los miembros de una clase determinada, y lo normal copia o representa una norma tipo o estándar.
Por eso se considera anormal aquello que es marcadamente distinto del tipo señalado.
En este orden de cosas deberíamos señalar que la normalidad es una referencia temporal y espacial.
Es decir, en un tiempo determinado y en un lugar señalado, hay situaciones que se consideran normales.
Lo cual no quiere decir, que en otro tiempo y en otro lugar, esa relación sea considerada de la misma manera.

Señalamos a los usos y costumbres, como referentes de la normalidad, acotados por esa relación tempero-espacial.
En un sentido amplio, la forma de vestirse, el modo en que se come, como se relaciona la gente entre sí, y todos los aspectos que componen la educación y la cultura en general.
Sin embargo hay un aspecto a considerar, que son los valores.
Si bien sabemos que los usos y costumbres cambian según las épocas y los  lugares, hay determinados valores que deberían ser inmutables.
Hay una zona gris, un lugar que parece indeterminado entre la costumbre y el valor, que ha sido siempre cuestionado, debatido y muchas veces cambiado en la relación entre la gente.
Es necesario entonces discernir las diferencias entre las costumbres y los valores, y en última instancia diferenciar a la moral de la ética.

La moral es el conjunto de normas que rige el comportamiento de las personas que forman una sociedad determinada, de modo de mantener la estabilidad y la estructura social.
El concepto moral se relaciona con las leyes implícitas y explícitas de un grupo social que se transmiten a los individuos en un proceso de socialización durante su desarrollo.
Forma parte de las tradiciones y los valores de un contexto en el cual existimos.
La ética sistematiza los conceptos del bien y el mal y tiene por objeto definir de forma racional que constituye un acto bueno o virtuoso, con independencia de la cultura en la que éste se incluya.
Son prescripciones o patrones de conducta que deben seguir las personas.

La filosofía de la Antigua Grecia, como el cristianismo en la Edad Media y sistemas filosóficos como los de Descartes, Spinoza,  Hume o Kant dan un concepción ética de la persona.
Entonces la normalidad pasa por las costumbres o por los valores.
Hay una prioridad de la moral o de la ética.
Las sociedades modernas se debaten en cuestiones que las dividen, y que son muchas veces de gravedad, ya que hacen a la vida, a la salud, a las relaciones sociales y al hombre en sí mismo.

El uso de las drogas, la discriminación, la relación diferencial entre oriundos y extranjeros, las diferencias con respecto a la mujer, el aborto no por situaciones terapéuticas, sino por la determinación de la persona, el poder absoluto, la corrupción y la permisividad de los gobernados con sus gobernantes a pesar de sus acciones delictivas, son ejemplos palmarios que la normalidad es una franja móvil, que pendulan de un lado a otro, según el color político, el grupo social, el tiempo que corre, o la cultura de los pueblos.

Todos entendemos que hay un carácter normal que debe respetarse, y sostenerse como modelo para el individuo, para la sociedad y para la vida de relación.
Pero cuál es esa normalidad, la tuya, la mía, la nuestra, la de nuestros vecinos, la de nuestros padres o la de nuestros hijos.
Menudo problema nos llevamos.
Si apelamos a los valores inmutables del hombre, si ponemos por delante el amor, la paz, la equidad, la libertad y la justicia habremos resuelto la cuestión.

Elias D. Galati

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