Análisis
de las causas y soluciones para erradicar la pobreza
Por
Roberto Cachanosky
El
ministro de Economía, Martín Guzmán, sostuvo que el cepo y el impuesto al
turismo, que en realidad inicialmente
fue disfrazado de solo impuesto al ahorro y luego se descubrió que abarca a
toda transacción de personas humanas que implique una posterior compra de
dólares, se establecían porque la economía tiene pocos dólares, afirmó:
Necesitamos
desalentar el ahorro en una divisa que no producimos.
El
país se endeudó brutalmente pero no utilizó esa deuda para generar mayor
capacidad productiva que nos permita contar con las divisas para sostener
niveles altos de gastos en dólar.
Pero
inicialmente sostuvo que el objetivo es: “que
la economía deje de caer mientras se protege a quienes no le podemos pedir más
esfuerzo”.
Inclusive
la ley de emergencia económica se denomina Ley de Emergencia Solidaria y
Reactivación.
Por
último, el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA (Universidad en
la que cursé la carrera y me recibí de economista) acaba de aclarar que en
realidad la pobreza no es del 40% como había anticipado justo a días de las
elecciones, sino que es del 32/34% de la
población.
Lo
único que diré respecto a este tema es que sería bueno que la gente del
Observatorio diga quién tiene la Deuda y con quién, porque los datos parecen
mostrar otra cosa.
Necesitamos
desalentar el ahorro en una divisa que no producimos.
El país se
endeudó brutalmente pero no utilizó esa deuda para generar mayor capacidad
productiva
(Martín Guzmán)
En
efecto, si se toman los recursos destinados a lo que se denomina gasto social
se ve que desde 1983, cuando se
empezó a votar nuevamente, hasta 2018, los recursos destinados al llamado gasto social aumentaron 10 puntos
porcentuales del PBI y la pobreza no deja de crecer o se mantiene en niveles
muy elevados.
Como
contrapartida de este aumento del gasto hubo emisión monetaria que terminó en
inflación, mega inflación, hiperinflación, aumento de la deuda, default, etc.
En
realidad lo que se denomina gasto social se dispara a partir de 2007, con lo cual está la primera evidencia
del fracaso de la política económica para crear puestos de trabajo que
aumenten la productividad, bajen la desocupación y terminen con la pobreza.
Puesto
de otra manera, evidentemente el camino para terminar con la pobreza no es
aumentando lo que se denomina gasto social.
A
mayor gasto social, más o igual pobres, por lo tanto no queda muy claro por qué
ahora sí, a mayor cantidad de recursos al gasto social, menos pobreza o
contención social.
En
este punto, es importante resaltar que la emergencia social, que se presentó
montada en el 40% de pobreza que erróneamente informó el Observatorio de la
Deuda Social Argentina, no es tal
porque el nivel de pobreza e indigencia se mantiene en los mismos niveles que
durante el gobierno del kirchnerismo, y en esos años no se hablaba de
emergencia social, ni se llamaba a la mesa de la emergencia alimentaria.
De
manera que si se deja de lado el uso político de la pobreza y se trata de
entender su origen y cómo solucionarla, se advertirá que no es el camino de la cultura de la dádiva lo que va a conducir a
mejorar el nivel de vida de millones de personas.
Escasez
de divisas
En
lo que hace al tema dólares, se ve un razonamiento muy extraño.
En
primer lugar si el Gobierno no tiene suficientes divisas para enfrentar sus
compromisos externos, lo que debe hacer es:
1.
presentar un plan económico sustentable y coherente para poder acceder al roll
over de la deuda y, sobre todo, a una baja de la tasa de interés;
2.
generar el superávit fiscal necesario para comprar los dólares que tenga que
comprar para hacer los pagos de los intereses de la deuda; y
3.
crear las condiciones institucionales para atraer inversiones.
Pero
el razonamiento extraño va por varios lados.
Se
habla de primero crecer para luego pagar la deuda, pero se mantiene el cepo
cambiario.
Se
sabe que el crecimiento viene de la mano de las inversiones y, claramente, nadie
va a ingresar divisas al país para hundir en inversiones si luego no puede
girar al exterior sus utilidades o realizar las importaciones que necesite.
Nadie entra en
una jaula voluntariamente, para que lo encierren, no lo dejen salir y lo
maltraten.
Además,
con la carga tributaria ya existente y los anuncios de mayores impuestos hacen
dudar que realmente vaya a tener éxito la simple afirmación de crecer. Al igual
que Cambiemos que creía que porque Mauricio Macri se sentaba en el sillón de
Rivadavia iban a llover las inversiones, el
ministro Guzmán promete un crecimiento sin que se perciban las razones para que
ocurra tal cosa.
En
este punto se observa el mismo voluntarismo que esgrimió Cambiemos y lo llevó
al fracaso económico.
Cosecha
de soja luego de un largo trabajo de siembra, cuidado y desarrollo del cultivo,
y enfrentar el riesgo climático
El error más
notable es decir que el Estado necesita los dólares que compra la gente y de
los exportadores.
Tomemos
el ejemplo del productor de soja.
El
productor invierte, arriesga, trabaja y el fruto de su esfuerzo son tantas
toneladas de soja, que son de su propiedad, y supongamos que las exporta
directamente.
A
cambio de la soja le entregan dólares.
¿Cuál
es la razón para afirmar que los dólares que el productor recibió por la soja
son del Estado y no del productor?
¿Por
qué el Estado le confisca los dólares que le pagan por el fruto de su trabajo y
le entrega unos pesos que no tienen valor y nadie usa como moneda de ahorro?
Es como si el
Estado se apropiara de la soja del productor y a cambio de ella le entregara
unos papeles impresos llamados pesos sin ningún valor.
Si
la idea es confiscar el fruto del trabajo del exportador, la realidad es que no
van a entrar dólares ni por inversiones, ni por deuda, ni por exportaciones.
Por
lo tanto los dólares van a ser escasos en el mercado formal y abundante en el
mercado informal.
Luce
muy poco efectivo creer que por ponerle un impuesto al que compra dólares para
ahorrar o la gasta fuera del país, lo van a convencer de que el peso es reserva
de valor.
No
es a fuerza de impuestos que se logra la confianza, sino de políticas
sustentables y probadas en el resto del mundo.
El
Gobierno acaba de autorizar al Tesoro a colocarle Letras Intransferibles al
BCRA a cambio de las reservas que tiene. Con esa medida no hace más que
debilitar la confianza en el peso, arruinar la situación patrimonial de la
autoridad monetaria BCRA y, por lo tanto, generar más desconfianza en el peso.
Cuando
el Estado castiga impositivamente al que defiende sus ahorros comprando dólares
y al que produce bienes para exportar obligándolo a entregarle sus divisas, le transfiere su problema al sector
privado, porque es incapaz de generar superávit fiscal para poder
acumular activos externos que necesita para pagar la deuda y el segundo
problema que le transfiere es el cambiario.
Como no logra
que la gente confíe en el peso, establece un mercado artificial para el
comercio exterior que castiga al exportador.
Con
el dólar solidario y el castigo a los exportadores el Gobierno está errando el
camino y hará cada vez más escasos los dólares en el mercado formal
En
igual sentido, cuantos más recursos destine el Gobierno a la “emergencia
social”, que demostró ser una farsa estadística, más pobreza
habrá en Argentina porque seguirá
premiándose la cultura de la dádiva y castigándose la cultura del trabajo.
Y
ningún país logró prosperar castigando a los que producen y premiando a los que
viven del trabajo de los que producen.
Luego
de décadas de populismo redistribucionista, ya se debería saber de memoria esa
enseñanza…
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