La
Ministra de Seguridad está en contra de la Ley de Derribo propuesta, en su
momento por Massa, y aprobada por decreto presidencial de Macri en 2016.
La guerra al
narcotráfico se hace o no se hace.
Pero
un poquito no sirve.
Todo
sin contundencia, sin valentía.
A
mitad de camino.
Les queda la
despenalización de la droga.
Hablaron
de liberar presos.
Al
parecer no va a ser así.
Hay
que estar atentos.
Para
que abundar, todo es chiquito, menguado, se trata de no hacer olas y seguir
cobrando del Estado.
El Presidente va
a enviar al Parlamento una ley que despenalizaría el aborto y al mismo tiempo
sostendría a las madres que quieran tener la criatura, con dinero del Estado.
¿No
es extraño que el progresismo apoye una ley de exterminio de inocentes y sea
cobarde para perseguir delincuentes?
No
hay epopeya en estos actos.
Pero
además ¿Hasta cuándo van a expoliar al Estado?
El
gobernador Kicillof impondrá por decreto en la Provincia de Buenos Aires el
lenguaje inclusivo.
¡Flor
de revolución!
A
falta de pan que le den galletas.
Finalmente
el problema más grave que padecemos los argentinos no es la deuda, los bonos o
los intereses para decirlo de modo simple.
El problema es
la falta de autoridad de la elite política incapaz de sanear la crisis moral
que atravesamos.
No
hay esperanzas ni salida para la Argentina en tanto sea expoliada por una
camarilla de políticos al servicio del statu quo.
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