"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

domingo, 9 de febrero de 2020

Si hacen una ley para que nos callemos, hablaremos más III

En la reunión del Presidente con los representantes de la ACAF se pidió también por la libertad de Milagro Sala sin pensar un momento en las víctimas de la señora en cuestión.
Tampoco se tomó en cuenta que la libertad de las personas condenadas depende de la justicia, no de los presidentes.
Parece increíble tener que aclararlo, pero Milagro Sala cumple penas que le fijó el Poder Judicial, un poder distinto al Ejecutivo.
Este último, por su lado, no debería opinar sobre los actos de la Justicia.
Es notable el desprecio por la institucionalidad que se maneja en nombre de los “derechos humanos”.
En esa reunión se pudo probar, una vez más, el cinismo de Fernández y la hipocresía de los demás.

Fernández integró el gobierno de Menem y estuvo de acuerdo con el indulto a militares y terroristas que dictó ese gobierno.
Como afirmó esta semana el intelectual Fernando Pedrosa en una extraordinaria síntesis:
“El partido que puso como jefes de las FF. AA. a Videla y Massera y que luego los indultó, quiere una ley que castigue a quien niegue los hechos.
El presidente que la impulsa integró el gobierno indultador, compartió lista con negacionistas y es apoyado por el ex presidente indultador”.
El cinismo peronista no tiene fin.

También se han expresado cuantiosos juristas al decir que una ley así viola la Constitución Nacional y algunos de los pactos internacionales que Argentina suscribió y que están integrados a la Constitución.
Incluso estaría en oposición a lo que plantea el Comité de Derechos Humanos de la ONU, que sostiene que no se puede dictar leyes que limiten la libertad de expresión sobre hechos históricos.
Eso sería gravísimo, por supuesto.

Yo quiero poner el acento en lo que pasaría con una ley así en el país de CFK, Hebe de Bonafini, La Cámpora y tantos otros que el peronismo ha generado o prostituido con su idea violenta de la política:
Sería una organización dedicada a perseguir al que piensa distinto o al que puede entorpecer sus planes hegemónicos y autoritarios.
Como también son corruptos, me imagino una situación:
No faltará el funcionario que se ofrezca a gestionar el certificado y poner el sello de “libre de pensamientos malos” a cambio de una suma módica que le permita mudarse a Puerto Madero.
A fin de cuentas, esa es la manera en la que siempre han resuelto todo los peronistas

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